La subida de precios parece no dar tregua durante la recta final del año, y la población teme que la inflación tenga un impacto negativo en su economía doméstica. Así lo refleja la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, ya que el 75% de los españoles reconoce estar preocupado por cómo este aspecto podría afectar a su bienestar financiero.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación subió en noviembre un 5,6% respecto al año pasado, dos décimas por encima de la registrada en octubre, y su nivel más alto desde septiembre de 1992, hace tres décadas. Un contexto que no solo está afectando a España, sino también a otros muchos países europeos. Tal y como muestran las últimas estimaciones de la Comisión Europea, la inflación interanual en la zona euro ha pasado de términos negativos (-0,3%) en el último trimestre de 2020 al 2,8% correspondiente al tercer trimestre de 2021.
Esta situación ha llevado a que la inquietud derivada por el impacto del incremento de precios en las finanzas personales sea generalizado en los 24 países analizados por Intrum. El porcentaje de europeos con esta preocupación se sitúa seis puntos por debajo de España, en el 69%, mientras que lidera el ranking Grecia (86%), seguida de Letonia (84%) y Rumanía (83%). Por debajo de España (75%), destacarían grandes potencias como Francia (67%), Alemania (64%) o Reino Unido (63%). La población menos preocupada por el impacto negativo de la inflación en su bienestar financiero sería la de Dinamarca (43%) y Noruega (52%).
“La inflación es, ahora mismo, uno de los principales problemas que afectan a nuestra economía, y es inevitable que las finanzas familiares se vean expuestas. Para hacer frente a esta subida de precios, será necesario ser más cautelosos que nunca en nuestros gastos y prestar mayor atención a la gestión patrimonial. No obstante, es importante tener en cuenta que esperamos que se trate de una situación coyuntural, fruto de los desajustes entre oferta y demanda provocados tras el cierre de la economía mundial hace año y medio, por lo que confiamos que se revierta a medio plazo”, indica José Luis Bellosta, CEO de Intrum en España. De hecho, las previsiones europeas muestran que estas tasas comenzarán a descender hasta llegar en 2023 a un 1,6% de inflación en la Unión Europea y a un 1,4% en la zona euro.
Las nuevas restricciones y posibilidad de confinamientos, otra causa de preocupación para el 59% de los españoles
Las nuevas restricciones que ya se están poniendo en marcha en algunas comunidades, así como los confinamientos decretados en otros países europeos como Austria o Eslovaquia, están ocasionando que las presentes y futuras medidas contra el COVID-19 se sitúen, detrás de la inflación, como otra de las grandes preocupaciones en España.
Según el estudio, un 59% de los encuestados españoles afirma estar intranquilo por las consecuencias que este hecho puede suponer para su economía doméstica. Un aspecto que también sitúa a España como uno de los países más preocupados, ocho puntos por encima de la media europea (51%), así como de otras grandes economías como Italia (57%), Francia (52%), Reino Unido (46%) y Alemania (45%).
Bienestar financiero: 4 de cada 10 españoles reconocen que su situación financiera es peor a la que tenía antes de la pandemia
El Informe de Estabilidad Financiera de Otoño del Banco de España identifica una pauta de recuperación en la situación económica de los hogares y prevé a corto plazo una continuación de la recuperación. No obstante, observa cierta heterogeneidad dentro del sector, tal y como muestran el resto de datos publicados por esta misma entidad: renta bruta disponible en el primer semestre de 2021 todavía un 3,9% inferior a los niveles de 2019; afiliación a la seguridad social en septiembre un 1,2% inferior a los niveles prepandemia; escasa disminución del endeudamiento de los hogares respecto a agosto; incremento del 7,2% interanual en la riqueza financiera neta de las familias durante el segundo trimestre; tendencia a la moderación de la tasa de ahorro, en línea con el aumento del consumo, etc.
Este contexto dispar se traduce, según el Informe de Intrum, en una situación financiera general donde el 38% de los españoles presenta un bienestar financiero peor al de antes de la pandemia, teniendo más problemas para pagar facturas o destinar dinero al ahorro, pero en el que, por otra parte, el 54% afirma no haber experimentado ninguna alteración económica, y el 8% indica haber mejorado sus finanzas.
Dentro de este último grupo que responde haber experimentado una mejora, la causa principal, tal y como asegura, es haber mejorado la forma en la que gestiona sus finanzas (43%) a raíz de la crisis sanitaria, seguido del incremento del ahorro por la reducción de consumo (34%) o haber tenido la suerte de comenzar a trabajar en un empleo mejor remunerado (25%).
“Estos datos demuestran la importancia de una buena gestión de las finanzas personales. Disponer de una cultura financiera adecuada nos ayudará a consumir de forma más sostenible, lo que mejorará nuestro bienestar financiero y evitará un posible endeudamiento en el futuro”, concluye José Luis Bellosta.