Las finanzas conductuales han emergido como un campo revolucionario que examina la toma de decisiones de los seres humanos y cómo sus patrones de comportamiento impactan en los mercados, las instituciones bancarias y también en nuestra propia salud financiera. Un aspecto clave para humanizar las finanzas es darse cuenta de que el aspecto económico ocupa un lugar muy importante en nuestra escala de prioridades.
Vincular cómo nos relacionamos con el dinero y cómo vivimos nuestras vidas permite a las entidades crear una experiencia de usuario única. Por ello, desde Coinscrap Finance comparten cinco claves en las que explican cómo la psicología y las finanzas tienen más en común de lo que podemos pensar y cómo las entidades financieras y aseguradoras han comenzado a reconocer los beneficios que las finanzas conductuales pueden aportar:
Mejora en la toma de decisiones
Las entidades se enfrentan a un entorno complejo donde las decisiones financieras pueden ser influenciadas por una variedad de factores emocionales y cognitivos. Por ello, las finanzas conductuales ofrecen una perspectiva más completa y orientada al cliente al incorporar el estudio del comportamiento humano en la toma de decisiones financieras.
Comprender cómo los clientes evalúan el riesgo, cómo reaccionan ante la incertidumbre o cómo se ven afectadas sus decisiones por sesgos cognitivos, permite a las entidades no solo entender mejor las motivaciones detrás de las decisiones financieras de los clientes, sino también entender sus necesidades individuales, mejorando así la calidad y eficacia en la toma de decisiones.
Personalización y satisfacción del cliente
La aplicación de principios de finanzas conductuales permite a los bancos y aseguradoras ofrecer servicios más personalizados. Al comprender las preferencias y tendencias de los usuarios, las entidades de servicios financieros pueden adaptar sus ofertas para ajustarse a los perfiles de riesgo y las metas financieras de cada cliente.
Mediante el análisis de datos demográficos, historiales de transacciones, comportamiento online y otras fuentes de información, las entidades pueden segmentar los comportamientos de los usuarios, anticiparse a sus preferencias y diseñar estrategias más efectivas, lo que se traduce en una mayor retención de clientes y reducción de los costes de adquisición. Esto no solo aumenta la satisfacción del consumidor al ofrecer soluciones financieras hiper personalizadas, sino que también fomenta relaciones más sólidas y duraderas.
Gestión de riesgos más efectiva
La gestión de riesgos es fundamental en la industria financiera y aseguradora. En este sentido, las finanzas conductuales pueden proporcionar una comprensión más profunda de cómo los clientes reaccionan a diferentes escenarios financieros, permitiendo a los bancos evaluar y mitigar riesgos de manera más precisa.
Identificar y comprender los comportamientos que conducen a decisiones financieras imprudentes o irracionales también puede ayudar a implementar estrategias preventivas y mecanismos de protección, fortaleciendo la estabilidad financiera de los clientes. Un ejemplo de ello podemos encontrarlo en los planes de ahorro automatizados, que se presentan como una forma muy efectiva de ayudar a las personas a engrosar su colchón financiero en tiempos de inflación.
Diseño innovador de productos financieros
Las finanzas conductuales permiten diseñar productos financieros que se alineen mejor con las necesidades y comportamientos de sus clientes. Al tener en cuenta los sesgos cognitivos y emocionales, las aseguradoras y los bancos pueden estructurar productos que motiven comportamientos financieros más saludables, fomentando el ahorro, la inversión responsable y la planificación a largo plazo.
En otras palabras, las emociones están presentes en cada operación bancaria. Lo que necesitan las entidades es contar con herramientas capaces de enriquecer el dato transaccional y traducir la cifra en sentimiento. Los números son en realidad decisiones, recuerdos, esperanzas… todo lo que nos define como seres humanos. Y, para lograr desarrollar productos acordes a nuestras necesidades más intrínsecas, la tecnología es un gran aliado a la hora de leer y entender los datos y estrechar lazos con los usuarios.
Fomento de la educación financiera
La comprensión de los principios de las finanzas conductuales también puede ser fundamental para educar a los clientes sobre decisiones financieras más informadas. En este punto, por ejemplo, los bancos pueden utilizar estos conocimientos para ofrecer programas de educación financiera que aborden los sesgos comunes, promoviendo una mayor conciencia sobre la toma de decisiones y fomentando hábitos financieros más sólidos.
En esa línea, al establecer unas reglas automáticas, como, por ejemplo, apartar una cantidad de dinero para ahorro todos los meses, los usuarios van afianzando unas reservas que pueden ayudarles a afrontar gastos inesperados o hacer sus metas más accesibles, como viajar a un destino turístico o comprar un nuevo ordenador.
En conclusión, las finanzas conductuales emergen no solo como un campo de estudio, sino como una herramienta fundamental para optimizar la manera en que entendemos y abordamos las decisiones financieras. Son claves a la hora de analizar cómo enfrentamos los desafíos financieros, ya que nos permiten tener un conocimiento más profundo de la psicología que hay detrás de cada decisión económica. Por ello, las entidades financieras y aseguradoras que adoptan estos principios no solo mejoran su capacidad para adaptarse al comportamiento único de cada cliente, sino que también les permiten forjar relaciones más estrechas y optimizar su operativa.