En el último año, el enfoque de los mercados financieros ha pasado de la inquietud sobre un posible colapso de los precios de la energía y la ralentización de la economía china a la incertidumbre política. Los resultados del Barómetro de Inversión de Primavera de J.P. Morgan Banca Privada analizan las expectativas de los inversores para los próximos 12 meses, incluyendo su apetito por la renta variable estadounidense y europea y el efecto de la incertidumbre política en los mercados.
“A la mayoría de los inversores parece no preocuparles excesivamente la incertidumbre política a la que se enfrentan los mercados financieros, y hasta un 40% cree que la renta variable obtendrá las rentabilidades más altas este año,” afirma Juan Soto, responsable de los mercados españoles de J.P. Morgan Banca Privada. “Le sigue el private equity (28%) y las materias primas (17%), basado en la creencia de que los precios de las materias primas podrían experimentar un rebote en los próximos 12 meses.”
Por el contrario, los inversores encuestados por J.P. Morgan confían menos que hace seis meses en otras estrategias alternativas, habiendo caído este segmento del 28% al 9% de los votos. Muy pocos inversores creen que la liquidez y la renta fija obtendrán los mejores resultados.
“Desde principios de 2017, la renta variable global sigue sin dar excesiva importancia a la incertidumbre política. Creemos que los beneficios pueden crecer hasta adaptarse a los actuales múltiplos y, con una política fiscal adecuada, las valoraciones también podrían ofrecer cierto recorrido alcista –aunque la subida probablemente sea a trompicones,” constata Soto. “Ahora que nos dirigimos a un entorno de tipos de interés y tendencias de divisa divergentes, los hedge funds pueden ofrecer fuentes de rentabilidad no correlacionadas en las carteras diversificadas. El private equity también ofrece una forma ideal de obtener exposición a tendencias de crecimiento secular -como la tecnología y el aumento del gasto de consumidores en Asia- mientras que la inversión en inmobiliario podría proporcionar cobertura frente a la subida de la inflación.”
La encuesta recoge que casi la mitad (46%) de los inversores cree que la renta variable estadounidense obtendrá resultados superiores a los de otras regiones globales en los próximos 12 meses, lo que representa un aumento considerable en comparación con el 32% de hace seis meses. A EE.UU. le siguen Europa (24%), mercados emergentes (excluyendo a China) (14%), y Asia (incluyendo a China) (12%).
“La renta variable estadounidense ha recibido un fuerte impulso por las expectativas de que el nuevo gobierno cumplirá sus promesas de aumentar el gasto en infraestructuras y reducir los impuestos y la carga regulatoria. Creemos que este mercado sigue ofreciendo las mejores oportunidades de rentabilidad-riesgo,” ha añadido Soto.
“De forma similar, Europa presenta oportunidades selectivas, a pesar de su vulnerabilidad ante ciertos factores estructurales negativos y del potencial de sufrir un shock político a raíz de los procesos electorales que se avecinan. En la actualidad, preferimos la renta variable alemana y la británica, donde la economía se está beneficiando de políticas monetarias expansivas y de la debilidad de la libra.”