BrightGate Capital, firma independiente de inversiones, opina que 2023 será un ejercicio muy complejo para la renta variable, y opta por ser selectivo en la búsqueda de oportunidades de inversión, que según la firma estarán en la renta variable USA, Japón y Emergente, y algo menos en Europa. A nivel sectorial, el mayor atractivo lo presentan los sectores más cíclicos y las compañías de alto crecimiento que han alcanzado su valoración objetiva. Según la firma, “nuestra preferencia son aquellas compañías con una alta probabilidad de superar la recesión”.
En renta fija, tras un 2022 muy negativo, BrightGate identifica oportunidades en general en renta fija corporativa a corto plazo y de baja duración. Por zonas geográficas, prefiere deuda high yield europea de compañías con buenos balances, sobre todo en el segmento B+ y BB; deuda corporativa de compañías radicadas en países emergentes con ingresos en monedas fuertes y costes en monedas locales; y deuda de compañías norteamericanas con emisiones en euros y en dólares donde existe una oportunidad de arbitraje.
Por sectores, los preferidos son aquellos que respaldarían más al bonista frente a un escenario de impago, tales como industrial, transporte marítimo, energía, minería, y consumo no cíclico.
Renta variable: cautela, siendo selectivos, ante la recesión
Según los expertos de BrightGate, la renta variable va a estar dominada en 2023 por tres factores: la dinámica inflación-subida de tipos-recesión; la geopolítica, es decir la guerra en Ucrania y la reincorporación del mercado chino a la economía mundial; y la evolución de las políticas de liquidez monetarias heredadas de la gran recesión del 2008, y de la pandemia COVID-19.
Inflación
La inflación está desacelerándose y los precios de las materias primas están cayendo, pero los tipos se mantendrán elevados en función de cómo evolucione la inflación en los servicios y los salarios. Todavía no se ha entrado en recesión, el consumo y el empleo resisten, aunque BrightGate cree que ésta llegará, pero no será intensa. A nivel sectorial, el panorama es más variado, con sectores que han entrado claramente en recesión, y otros que todavía no lo han hecho.
Geopolítica
El escenario más probable para el conflicto en Ucrania sería alargar la guerra hasta forzar un desenlace por agotamiento, y para China, la reincorporación a los mercados tras los cierres por COVID- 19. Ambos están bastante descontados por los mercados, pero no se pueden descartar escenarios más extremos, que podrían tener impactos difíciles de medir.
Por ejemplo, que Rusia utilizase armamento nuclear, o que China invadiera Taiwán. El primer caso sería muy difícil de prever. El segundo, la anexión de Taiwán, tendría sentido sólo si fuera la única solución para resolver los problemas internos en China. Algo poco probable, dado que el gobierno chino siempre ha utilizado el estímulo económico para mantener la paz social y aún le quedan herramientas para estimular la economía. En todo caso, BrightGate opina que China sustituirá a EEUU como líder económico global en el siglo XXI, y la economía rusa será cada vez más irrelevante.
Liquidez
Los planes de los bancos centrales para los próximos años son reducir la liquidez que se inyectó en el sistema por oleadas desde el 2008 hasta el 2021. Este drenaje supondrá un freno para la actividad económica y para la valoración de los activos. Pero una gran parte de esas inyecciones de liquidez han acabado en las familias, que en 2020 y 2021 gastaron poco y recibieron una gran cantidad de subvenciones. Según BrightGate, en 2023 habrá que comprobar si el ahorro familiar generará el gasto suficiente para compensar la combinación de inflación, altos tipos de interés y drenaje de liquidez por los bancos centrales.
Perspectivas y oportunidades
En 2022 los indicadores de sentimiento inversor llegaron a niveles del 2008, y sin embargo los inversores minoristas, pese a sufrir grandes pérdidas tanto en renta fija como renta variable, mantuvieron en general sus posiciones. Según BrightGate, la principal razón para ello fue el elevado ahorro familiar acumulado en 2020 y 2021. Pero, en el caso de que esta liquidez se agote, y continúe la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales, existe el riesgo de una corrección significativa.
En este entorno, BrightGate piensa que la renta variable como clase de activo sigue sobrevalorada, y que hay varias razones para pensar que esta vez puede corregir con fuerza. Por un lado, el mercado está muy complaciente, y descuenta un escenario perfecto en el que se controla la inflación, se bajan los tipos relativamente pronto, y se evita la recesión. Es un escenario posible pero poco probable, porque la recesión llegará y afectará a la mayoría de los países y sectores. Además, la política de los bancos centrales, tanto en la subida de tipos, como en el drenaje de liquidez, va encaminada a enfriar los mercados y las valoraciones. Según BrightGate ,“no hay que luchar contra la FED”. Y finalmente, la subida de tipos de interés ha reforzado el atractivo para los inversores en renta fija, por lo que este activo acrecentará su peso en las carteras.
BrightGate opina que las oportunidades para invertir en renta variable en 2023 se encuentran en algunos sectores muy cíclicos, y en los de alto crecimiento y tecnológicos, que han sufrido una corrección de más de un 30%, y en algunos casos de hasta el 70%. En los cíclicos, identifica las empresas con balances y negocios sólidos, que garantizan su supervivencia a la recesión. En los tecnológicos, compañías con propuestas de negocio rentables y sostenibles.
Por el contrario, BrightGate opta por mantenerse al margen de sectores defensivos y empresas de calidad que jugaron el rol de activos refugio, pero en la actualidad están sobrevaloradas, y con limitadas posibilidades de crecimiento. Tampoco ve valor en el sector bancario, porque se ha beneficiado de las subidas de tipos, y corregirá cuando llegue la recesión.
Desde el punto de vista geográfico, BrightGate prefiere renta variable en EE.UU., en Japón y en países emergentes.
Renta fija: bonos corporativos a corto plazo y baja duración
Según BrightGate Capital SGIIC, aunque las tasas de impagos de emisores corporativos, especialmente en la deuda inferior a investment grade, deberían incrementarse a nivel global, convergiendo hacía niveles medios históricos, este movimiento estará correlacionado con el deterioro de los indicadores económicos. Las elevadas rentabilidades que aporta este activo en la actualidad, suponen una protección que podría mitigar parte de esta subida de las tasas de impago.
Según algunas agencias de calificación como Moodys, las tasas de default se acercarán al 5% en 2023 para la deuda no investment grade, desde el nivel 2,8% a cierre de 2022. En este escenario, BrightGate Capital SGIIC recomienda deuda high yiel de compañías europeas o no europeas denominada en Euros, sobre todo en el segmento B+ y BB.
Por sectores, los más atractivos son aquellos en los que los bonistas cuentan con mejores garantías en caso de impago, bien porque las empresas tienen activos que pueden actuar de respaldo, bien porque gozan de elevadas tasas de recuperación cuando se produce el default: industrial, transporte marítimo, energía, minería, consumo no cíclico, etc.
La firma, por el contrario, opta por evitar aquellos sectores que no gozan de estas ventajas para el bonista cuando tiene que afrontar impagos, tales como compañías de crecimiento, software, compañías ligadas a sector servicios, consumo cíclico, etc.
En la zona emergente, BrightGate Capital Sgiic aprecia valor en la deuda corporativa con las mismas características de rating y duración, emitida por compañías que disponen de un porcentaje importante de sus ingresos generados por la exportación, percibidos en monedas fuertes (dólar, euro), y que mantienen sus costes operacionales en moneda local.
En la zona asiática, la firma opta por la cautela, dado el elevado peso de la deuda emitida por el sector inmobiliario chino. La crisis en el sector, junto con el nivel desorbitado de apalancamiento de las empresas, genera un escenario de alta incertidumbre, riesgo que no compensan las altas rentabilidades de la deuda asiática, por lo que lo razonable es mantenerse al margen.
Por último, BrightGate Capital SGIIC detecta oportunidades vía situaciones de arbitraje en el mercado. Es el caso de compañías de EE.UU. con deuda emitida en dólares y euros, que pagaban la misma rentabilidad al mismo vencimiento. En un mercado eficiente, los bonos en euros deberían ofrecer rentabilidades de hasta un 2% inferiores (en la actualidad), para compensar el coste de cubrir la divisa norteamericana al euro (por el diferencial de tipos de interés existente entre ambas zonas geográficas).
Sin embargo, el escaso apetito inversor en Estados Unidos hacia bonos en euros, derivado de las tensiones geopolíticas y la crisis energética europeas, ha impulsado las ventas en esta clase de emisiones, lo que abre la puerta a arbitrar estas ineficiencias.