BNP Paribas Wealth Management ha seleccionado diez temáticas de inversión para guiar a los inversores que buscan ingresos estables y a los que deseen invertir en productos más dinámicos o novedosos.
En 2015, las economías desarrolladas crecieron a un ritmo moderado y esperan que esta tendencia continúe en 2016. Los países emergentes, que durante años han sido el motor de la economía mundial, han perdido parte de su “momentum”. Los inversores tienen que ser muy selectivos en los períodos de divergencia en el desarrollo económico y en las políticas monetarias, dicen desde la entidad en una reciente presentación con periodistas en Madrid.
“El año 2016 se caracterizará por unos tipos de interés extremadamente bajos por lo que para garantizar el capital a largo plazo, creemos que los inversores tendrán que asumir mayores riesgos«, comenta Silvia García-Castaño, directora de Inversiones de BNP Paribas Wealth Management.
En la entidad destacan varias temáticas de inversión en función del perfil de riesgo. Para los inversores más defensivos y conservadores, hay tres:
- El desafío de los bajos rendimientos: oportunidades en bonos convertibles y en bonos corporativos “high yield”. La inversión en esta clase de bonos puede generar rendimientos satisfactorios, especialmente en Europa, donde no es probable que los tipos de interés aumenten significativamente (a través de fondos de inversión con el fin de beneficiarse de una adecuada diversificación).
- Generación de ingresos estables a través de empresas con dividendos crecientes y REITs europeos. Las acciones de compañías (especialmente valores cíclicos de alta calidad) que son capaces de aumentar regularmente el dividendo que distribuyen a sus accionistas ofrecen actualmente una buena oportunidad de inversión. Un segmento de dividendos crecientes especialmente interesante es el inmobiliario cotizado (REITs) europeo.
- El desafío de los bajos rendimientos: oportunidades vía soluciones flexibles. Los fondos alternativos UCITs (especialmente con estrategias “long/short equity” y “global macro”) y los productos estructurados se posicionan como alternativas de inversión interesantes. Estas estrategias son capaces de proporcionar atractivas rentabilidades potenciales al mismo tiempo que limitan la sensibilidad de la cartera al riesgo de subidas de los tipos de interés.
En la entidad presentan además siete temáticas para inversores dinámicos y equilibrados, divididas en temáticas geográficas y sectoriales:
- Entre las primeras, comprar valores cíclicos y value para aprovechar la recuperación de la zona Euro. Europa se encuentra ahora en una fase de recuperación y puede beneficiarse de la debilidad del euro. Los beneficios corporativos, que actualmente siguen siendo débiles, deberían fortalecerse de nuevo en los próximos años.
- Invertir en mercados emergentes de forma selectiva. La región emergente es cada vez más heterogénea y los inversores tendrán que elegir con cuidado los mercados en los que invertir, en base a dos criterios: países importadores de materias primas y productos básicos y países que cuentan con una buena dinámica de reformas estructurales. En base a estos criterios, algunos mercados emergentes de Asia (India y Asia nordeste) y Europa del Este podrían ofrecer oportunidades de inversión.
- Japón: creación de valor para los accionistas. La introducción de un Código de Gobierno Corporativo en junio de 2015 supuso mejoras significativas en la gestión de las compañías. Como consecuencia, el rendimiento sobre los fondos propios (ROE) de las empresas japonesas es probable que se incremente. Una de las mejores maneras de aprovechar esta oportunidad es invertir en empresas susceptibles de aumentar sus programas de recompra de acciones.
- Entre las sectoriales, innovación digital: el camino a seguir en un mundo de bajo crecimiento y baja inflación. Este tema cubre gran variedad de campos como la ciberseguridad, la robótica, el e-commerce y el cloud computing, sectores en los que el crecimiento va a ser superior a la media y donde las compañías podrán generar flujos de caja considerables gracias a estas innovaciones. Dada la dificultad de diferenciar a las empresas ganadoras del resto, la inversión a través de fondos de inversión es la mejor opción.
- Sobrevivir a la “Economía Uber”: A través de este tema tratamos de identificar los sectores y las compañías que pueden resistir a esta tendencia -es decir, básicamente, aquellas compañías capaces de mantener o aumentar sus precios debido a que cuentan con barreras de entrada lo suficientemente fuertes como para disuadir a nuevos competidores-. Las “blue chip” tecnológicas o los sectores como el farmacéutico, bienes de lujo o consumo básico alternativo ofrecen atractivas oportunidades en este sentido.
- Invertir en compañías en transformación. Las compañías se están enfrentando a grandes cambios en su entorno: globalización, nuevos mercados, importantes innovaciones tecnológicas, uso de nuevas herramientas, etc. En este contexto, su capacidad para regenerarse y transformarse rápidamente es una importante ventaja competitiva. Para adaptarse, las compañías pueden optar por adoptar estrategias defensivas o estrategias de expansión.
- El cambio climático: oportunidades en el mercado de renta variable. La opinión pública y los mercados se han vuelto extremadamente sensibles con respecto a las cuestiones climáticas y medioambientales, como lo demuestran las recientes negociaciones y acuerdos de la COP 21. La transición hacia economías más responsables y más verdes ya ha comenzado. En 2014, las inversiones mundiales en energías renovables aumentaron un 17%. Las compañías que ofrecen innovaciones para ayudar a combatir la contaminación y el calentamiento global tendrán un fuerte potencial de crecimiento en los próximos años. Existen numerosas oportunidades de inversión en energías renovables, técnicas de almacenamiento de energía, soluciones de eficiencia energética, tanto para la industria como para los hogares, combustibles alternativos, etc.