Por fin llegó el tan esperado momento. El pasado viernes, los republicanos presentaron la ambiciosa reforma fiscal de Donal Trump. El objetivo, según explicaron durante su presentación a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, es lograr “un alivio masivo de impuestos para los estadounidenses”. Ahora bien, ¿cumplirá las expectativas del mercado?
La parte central de esta propuesta es reformar el impuesto empresarial, que se reduce para que las compañías estadounidenses tenga una menor carga fiscal y puedan ser más competitivas en los mercados internacionales. Según señala el plan, esta tasa se rebajaría un 20% para las compañías, y para los hogares, una reducción de los impuestos personales que bajarán tres puntos en las categorías fundamentales.
“Las expectativas para la reforma fiscal siguen siendo enormes, y también lo es el riesgo de fracaso. Después de todo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido no menos que el mayor recorte de impuestos en la historia y una reforma fiscal que hará que Estados Unidos vuelva a ser grande”, recuerdan desde Deutsche AM.
Según la agenda que los republicanos se han marcado, el objetivo es que la Cámara de Representantes apruebe el texto antes del Día de Acción de Gracias, para que el Senado realice la votación antes de fin de año.
La realidad de esta reforma es que los republicanos están sometidos a una gran presión en el Congreso y tienen como precedente el fracaso de su reforma del sistema de salud. Según advierte la gestora, “es probable que la falta de éxito de Trump en relación con estos dos proyectos clave sea un lastre, ya que afirma que nunca ha habido un presidente que haya aprobado más legislación, que haya hecho más cosas de lo que ha dicho”.
Efecto en el mercado
Según valoran desde Deutsche AM, “suponemos que un paquete de impuestos adoptado en algún momento en 2018 podría reducir la carga impositiva para las compañías del S&P 500 en hasta $ 10 para el índice en su conjunto”.
La firma esperaba que la tasa del impuesto corporativo se redujera del 35% al 25% Sin embargo, considera que este alivio fiscal no se reflejará directamente en las ganancias del S&P 500, ya que se deben tener en cuenta los siguientes factores.
“Primera que las ganancias nacionales antes de impuestos ascienden a aproximadamente al 60% del total de las ganancias antes de impuestos. Segundo que, incluso hoy, la tasa efectiva de impuestos para las compañías S&P 500 es solo del 29%; por lo que esperamos que termine en un rango del 21%-22% después de la reforma tributaria. Y por último, esperamos que las empresas tengan que transferir parte de sus ahorros impositivos a sus clientes”, señalan desde Deutsche AM.
En este sentido advierte que las ganancias después de impuestos podría verse reforzado por nuevas disposiciones sobre la repatriación de las ganancias corporativas de los Estados Unidos en el extranjero. “Esto podría conducir a mayores recompras de acciones. Sin embargo, mucho dependerá de los detalles. Creemos que las ganancias por acción podrían aumentar hasta en un 1,5% a medida que se reduzca el número de acciones en circulación”, apuntan.