Ayer Theresa May, primera ministra británica, entonaba un discurso patriótico llamando a sus compañeros de la Cámara a volver a reflexionar sobre su voto y a poner la estabilidad del Reino Unido y de los británico por delante de cualquier interés partidista. Un último intento de recabar apoyos de cara a la votación sobre el acuerdo de salida de la Unión Europea que tendrá lugar esta tarde en el parlamento británico.
May, quien sigue buscando el respaldo de los diputados para aprobar el acuerdo, hizo una nueva exposición del mismo y reiteró la importancia para el establecimiento de un Brexit ordenado. “Las expectativas de que el acuerdo de May sea aprobado son bajas, pero el alza que vive la libra esterlina podría estar descontando un retraso en la aplicación del Artículo 50 (que retrasa la fecha de salida) o incluso una pérdida marginal por parte del gobierno”, explican desde Monex Europe.
En opinión de Guido Barthels, gestor de Ethenea, cada vez es más probable que el gobierno de May no consiga aprobar el acuerdo. “Las críticas contra el acuerdo son muy duras, ya que vincularán a Gran Bretaña a la Unión Europea durante mucho tiempo, sin tener voz ni voto. El propio ministro de Hacienda británico ha manifestado que Gran Bretaña estaría mejor si permaneciera en la Unión Europea. En caso de que el Parlamento rechace el acuerdo, el llamado brexit duro tendría consecuencias catastróficas no solamente para la isla, sino para toda la UE”, señala.
De cara a la votación, que no se resolverá hasta las 19.00 GMT, las preocupaciones sobre el Brexit siguen siendo las mismas y las profundas divisiones en el partido Conservador continúan desafiando su capacidad de aprobar el texto. ¿Qué escenarios dejo esto? Según los expertos se abren nuevos escenarios: que la votación pase a finales de enero, la dimisión de May y unas nuevas elecciones, o una salida sin acuerdo de la Unión Europea.
Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, explica que todos los frentes están todavía bastante abiertos. “Todavía hay razones para que los conservadores pro-Brexit se lo piensen dos veces antes de oponerse al plan de May. De manera más pertinente, si lo hacen, corren el riesgo de herir fatalmente al gobierno conservador y aumenta la probabilidad de que se celebren elecciones generales. Esto podría conducir a un gobierno laborista y a una forma de Brexit en la que, a aquellos que están más a favor de la salida, les gustaría incluso menos que el plan actual de Theresa May. Por estos motivos mantenemos que hay un 40% de probabilidad de que el Acuerdo de Retirada de Theresa May pase por el Parlamento a finales de enero. Si no puede, esperamos que se acelere la celebración de un segundo referéndum”.
En este sentido Kelly sostiene que elegir «no hay acuerdo» como una verdadera estrategia de salida parece todavía poco probable. “La propia May siempre ha evitado la perspectiva del daño económico y político que probablemente causaría a la economía británica y a las relaciones irlandesas”, matiza.
Por su parte, David A. Meier, economista de Julius Baer, matiza: “Un acuerdo rechazado no significa un Brexit sin acuerdo. Más bien, un proceso político conducirá a un Brexit más suave o ningún Brexit en absoluto.
Un Brexit duro
El Banco de Inglaterra prevé un escenario muy negativo en caso de que no haya acuerdo y la salida de la Unión Europea se haga de forma desordenada. En concreto, según las estimaciones que maneja, prevé que la producción económica británica sufrirá una caída del 8% ya en el primer año. Asimismo, da por supuesto que los precios de la vivienda descenderán un 30%, que el valor de los inmuebles comerciales se reducirá en cerca de un 50% y que la libra esterlina caerá un 25%. Y todo ello con un aumento significativo de los precios al consumo y una inflación del 6,5%.
“Cabe esperar es que en realidad el resultado no sea este ni ninguno parecido. Después de que el TJCE dictaminara que Reino Unido puede revocar el Brexit unilateralmente, es de esperar que se celebre un segundo referéndum y que el 29 de marzo de 2019 sea un día normal. En ese caso, el resultado final sería solamente gastos, y los últimos dos años se habrían desvanecido como en una pesadilla”, apunta Barthels sobre estas previsiones.
Lo que está claro, y la mayoría de los análisis coinciden, es que oponerse al plan de la Primera Ministra probablemente aumentará la venta de la libra esterlina y otros activos del Reino Unido, ya que los inversores centran su atención en lo que podría significar un Brexit caótico. Este tipo de presión del mercado puede volver a enfocar los esfuerzos para encontrar una solución.
Desde Julius Baer señalan que su perspectiva a corto plazo es una caída de la libra esterlina, lo que refleja los riesgos que la agitación política está provocando en el mercado. “ A largo plazo, tenemos una perspectiva alcista, ya que un acuerdo, un Brexit más suave o un proceso que conduce a la anulación del Brexit, mejoraría el sentimiento actual. Un Brexit difícil de negociar es el riesgo de cola a considerar. Recientemente, hemos actualizado las posiciones en renta variable del Reino Unido pasando a ser neutrales, ya que el riesgo de un Brexit difícil parece tener un precio adecuado. En cambio, la renta variable británica puede beneficiarse de valoraciones atractivas y de una mejora de la dinámica de crecimiento de los ingresos, si se puede evitar salida sin acuerdo”, matiza Meier.
Artículo 50
Por último, los analistas de ING consideran que hay más de un 60% de posibilidades de que se aplique el artículo 50, y que el tratado que inició el proceso de retiro del Reino Unido de la Unión Europea se ampliará. “Pero tenga cuidado … no todos los escenarios serán positivos para la libra, por ejemplo, podría caer si se convocan elecciones generales”, apuntan.
Según la entidad financiera, el resultado más positivo para la libra esterlina es un segundo referéndum, que probablemente lleve al euro/libra a 0,85 o menos. “Todavía esperamos una resolución amigable con el mercado para finales de año que podría ver a la libra esterlina más fuerte (libra/dólar a 1,40). Si bien el libra es ultra barato es poco probable que la brecha de valoración se cierre completamente, ya que el daño a la economía ya se ha hecho”.