Una payasada que no debería de ser totalmente subestimada: Este sería el resumen de las reacciones del sector financiero al anuncio de la creación de una criptomoneda en Venezuela, el Petro, que estaría respaldada por el oro, el petróleo, el gas y los diamantes del extenuado país caribeño.
El anuncio del presidente Nicolás Maduro ha sido interpretado como una nueva brazada de ahogado en el lento proceso de impago de la deuda venezolana.
Pero, ¿qué vendría a ser el Petro?
Según Maduro, la moneda virtual serviría para avanzar hacia nuevas formas de financiamiento internacional: «Se hará con una emisión de criptomoneda respaldada por las reservas de riqueza venezolana, de oro, petróleo, gas y diamante (…) nos incorporamos al siglo XXI», dijo el presidente venezolano.
En la industria, muchos aseguran que no se tratará, de ninguna manera, de una criptomoneda, ya que la esencia de este tipo de divisa consiste en ser privada (y no gubernamental), limitada y apoyada en el blockchain (que supuestamente, proporciona seguridad). Así, el Petro sería todo lo contrario a una criptomoneda.
Otros hablan de que el Petro vendría ser como un bono digital, es decir, un pedazo de deuda de un país cada vez más insolvente. Técnicamente, podría ser montado, pero su éxito depende del público y lo más seguro es que no fuera ni más ni menos aceptado que el bolívar, la moneda venezolana totalmente devaluada.
El inasible Petro podría ser también una forma de pago para los tenedores de la deuda venezolana, abocados a no tener nada o tener unos Petros… hipotéticamente, el invento podría constituir una herramienta de reestructuración, evocan algunas fuentes.
Un reto para los reguladores: ¿La primera ley contra las criptomonedas?
Venezuela trata de subirse al tren de las criptomonedas, que cierran el año con una inédita progresión que muchos califican de burbuja especulativa. Por ello, Nelson Rangel, venezolano y chief investment officer en Raven Capital, considera que el Petro no debe de ser totalmente subestimado.
“El Petro no necesita ser perfecto. Solo necesita (para atraer capital) que la demanda de cryptos siga subiendo. La marea subirá todos los botes. No subestimen la primera Tulipmania del siglo XXI. En las burbujas a nadie le importan los fundamentos, solo si el precio sube”, publica Rangel en su cuenta de Twitter.
El CIO de Raven Capital plantea la situación como un nuevo desafío para los reguladores: “El Petro anunciado por Venezuela presenta interesante reto para los reguladores de Estados Unidos. ¿Permitirán a sus ciudadanos y sus exchanges transar la nueva crypto? Y si no es así, entonces tendrán que legislar el asunto. Con lo cual podríamos ver la primera ley contra una crypto”.
Atacar el mercado retail y evitar regulaciones
Para Andrés Bagnasco, director del Certificado de Asesoría de Inversiones de la Universidad Católica, “Venezuela busca atacar al mercado retail aprovechando el carácter no regulado de las criptomonedas. En cuanto al respaldo de la criptomoneda, poco y nada puede esperarse en virtud de la falta de seriedad del marco jurídico y escasas garantías. La apuesta es claramente a captar ahorro retail o dinero procedente del lavado de activos, financiamiento del terrorismo y evasión fiscal, que hoy en día escapan de instituciones reguladas, evasores que también del punto de vista fiscal se han visto acorralados por los CRS (Common Reporting Standards)”.
Bagnasco augura poco éxito para el Petro, al carecer el gobierno venezolano de credibilidad: “dada la merma en la producción de recursos y de mantenimiento de las instalaciones de petróleo, es dudoso pensar que pueda respaldarse una criptomoneda”.
La semana pasada el Bitcoin, la principal moneda virtual del mundo, alcanzó los 11.000 dólares por unidad. Ante este nuevo récord, el execonomista del Banco Mundial y premio Nobel de Economía en 2001, Joseph Stiglitz, aseguró que los bitcoins deberían ser prohibidos porque sirven esencialmente para escapar a las regulaciones. Stiglitz pronosticó que la moneda digital colapsaría si los gobiernos ejercieran el mismo control sobre ella que sobre las divisas legales.
Conocíamos el Bitcoin, quizá ahora asistamos al nacimiento del Petro, en un mundo virtual donde la frontera será la regulación.