La infraestructura es un elemento crucial en el entramado de la sociedad moderna, al servir como eje central de la economía mundial. Según explica Alicia García Santos, Country Head de Iberia en M&G Investments, una de las características más interesantes del M&G (Lux) Global Listed Infrastructure es que acerca el mundo de las infraestructuras -tradicionalmente reservado para clientes institucionales- al cliente final a través de una cartera compuesta por compañías cotizadas que operan en sectores de la infraestructura económica, como las comunicaciones, servicios de agua, electricidad, pero también sectores de infraestructura social, que incluye la inversión en hospitales, residencias de estudiantes y en centros para la tercera edad, por ejemplo.
La estrategia también invierte en infraestructura evolutiva, que está directamente relacionada con la digitalización de la sociedad en la que vivimos. Por ejemplo, empresas de torres de datos, comunicación por satélite o plataformas de pago electrónicas.
“Son modelos de negocio muy sólidos. Son empresas que operan en sectores con altas barreras de entrada, muy ricas en activos físicos y que tienen unos flujos de caja muy estables puesto que operan con royalties o concesiones de muy larga duración, casi a perpetuidad”, argumentó Alicia en una entrevista en exclusiva con Funds Society.
¿Qué características ofrecen como clase de activo?
La estrategia M&G (Lux) Global Listed Infrastructure Fund ofrece diversificación y una menor volatilidad sin renunciar a un extra de rentabilidad y ese flujo de caja que permite a las compañías pagar un dividendo estable a los accionistas.
“La estrategia busca compañías que ofrezcan servicios que utilizamos en el día a día, con una demanda muy estable, incluso en momentos de recesión económica, y por eso los ingresos de estas empresas suelen ser sólidos en momentos de ralentización de la actividad”.
¿Por qué sería ahora un buen momento para invertir en esta estrategia?
En opinión de Alicia, hay dos razones importantes. La primera, porque la economía global atraviesa un momento de crecimiento muy bajo. Con las políticas monetarias actuales por parte de los bancos centrales, los inversores tienen que moderar sus expectativas de rentabilidad. Las infraestructuras ofrecen una buena oportunidad al inversor minorista para beneficiarse, o por lo menos intentar evitar en la medida de lo posible, los riesgos monetarios y políticos, y centrarse en temáticas de crecimiento a largo plazo. En segundo lugar, pero de vital importancia, existe un déficit crónico de inversión en infraestructura. Las infraestructuras representan la columna vertebral del desarrollo de las economías y del bienestar de las sociedades. Si se observa el volumen de inversión de las últimas décadas, nos encontramos en niveles mínimos. A esto hay que sumarle el hecho de que las finanzas públicas no siempre tienen la capacidad de cubrir esta brecha entre la inversión necesitada y el dinero disponible, y por lo tanto, abre un abanico de posibilidades para la inversión privada.
¿Cuál es el proceso de inversión que sigue el fondo?
Es una cartera de renta variable global relativamente concentrada, que invierte en alrededor de 40 y 50 empresas. M&G Investments selecciona compañías con liquidez que operan en el sector de infraestructura en los que la gestora ve valor por ofrecer un flujo de caja estable. Cuando una empresa paga todos los años dividendos a sus accionistas, esto suele ser un síntoma de que los intereses de los equipos de gestión de las compañías están alineados con los objetivos de los mismos. El dividendo intenta actuar por tanto como un filtro en el proceso de inversión.
“La cartera se compone de tres grandes bloques: el primero es el de infraestructura económica, que es el más defensivo, con las compañías más tradicionales. El segundo bloque es infraestructura social, que se centra en activos relacionados con el desarrollo del bienestar de la sociedad en la que vivimos. Finalmente, la infraestructura tecnológica o de evolución, que suele aportar una mayor exposición al ciclo económico y que está relacionada con las tendencias en digitalización. Al final, se trata de una cartera diversificada que busca navegar en diferentes entornos de mercado”.
¿Cómo se integran los criterios ESG en esta estrategia?
Los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno están integrados en la cartera.
El fondo descarta la inversión en empresas en el que al menos un 30% del beneficio proviene del carbón o de la energía nuclear. También utiliza proveedores externos que realizan una clasificación y evalúan el compromiso de las compañías con los Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
“Si alguna de las empresas obtiene un rating negativo por parte de estos proveedores externos, M&G Investments realiza un estudio exhaustivo y un comité especializado en ESG decide si se puede invertir o no en la compañía. No es un filtro esporádico, es un filtro que se realiza de forma trimestral sobre la cartera”, concluyó Alicia.