Según el último informe de Cerulli Associates, los inversores institucionales estadounidenses están alejándose de la beta pura, la renta variable a largo plazo y las exposiciones a renta fija.
«Las instituciones están considerando las implicaciones que la volatilidad y las restricciones de liquidez podrían tener sobre sus objetivos a largo plazo y están comenzando a reequilibrar sus carteras en consecuencia«, afirma Alexi Maravel, director de Cerulli. «Mientras que algunos están actuando en función de presiones externas, la mayoría está extrayendo sus propias conclusiones de las grandes pérdidas sufridas en el período 2007-2008 y tomando precauciones, después de años de ganancias tras la crisis financiera».
«Los mercados bursátiles están lidiando con el peor inicio de año en la última década y los tipos de interés están casi en mínimos históricos. En la base hay numerosos indicios de un cambio en cuanto a la aversión al riesgo, que ha beneficiado a tantos inversores”, Maravel explica. «Las discusiones con instituciones y gestores de activos parecen comenzar y terminar por las preocupaciones sobre el aumento del spread en las corporaciones y la liquidez del mercado de bonos«.
Muchos inversores institucionales están interesados en estrategias con las que capturar retorno manteniendo una baja o nula correlación con el resto de su cartera, entre ellas están las de retorno absoluto, las de crédito alternativo, o las estrategias que invierten en infraestructuras, que suelen ser gestionadas activamente.
«Las instituciones son cada vez más conscientes de la vulnerabilidad al riesgo y volatilidad, lo que las está empujando a reasignar activos alejándose de inversiones sobre índices de gestión pasiva, a las que han favorecido en los últimos seis o siete años,» continúa Maravel.