Jonathan Barry y Jonathan W. Hubbard, directores ejecutivos del grupo de soluciones de inversión de MFS Investment Management, junto con Ravi Venkataraman, responsable global de soluciones de inversión, analizan cómo se pueden traducir sus expectativas sobre los mercados de capital en un rango de rendimientos potenciales en una serie de carteras modelo sobre los próximos 10 años.
Como referencia, el anterior informe de expectativas a largo plazo en los mercados de capitales, publicado enero de 2019, predijo por lo general unos mayores rendimientos en la mayoría de las clases de activos en comparación con el informe de julio de 2018. Sin embargo, estos rendimientos siguen siendo relativamente bajos en comparación con los rendimientos del conjunto de la clase de activos.
Este análisis debería servir como un punto de contacto para los inversores, pues considera las perspectivas a largo plazo de los rendimientos de sus carteras y el papel potencial de la gestión activa en la construcción de la cartera de inversión.
Parámetros para el estudio
El informe de MFS modela y analiza cuatro carteras, con rangos de 80% renta variable y 20% renta fija, hasta un 20% en renta variable y un 80% en renta fija (1). Para la renta variable, asumen una mezcla diversificada de renta variable estadounidense, mercados desarrollados y emergente.
En renta fija, asumen la estrategia de renta fija básica que por lo general se utiliza en fondos públicos de pensiones, dotaciones, fundaciones y cuentas de aportaciones definidas (2).
En estas carteras no se incluye clases de activos alternativos como pueden ser los bienes inmuebles, hedge funds o private equity, pero si se incorporasen esta clase de activos, probablemente se modificaría el espectro de resultados. Es necesario tener en cuenta que estos resultados no contabilizan los gastos administrativos, como gastos actuariales, legales, comisiones de auditoría, o los requerimientos de los seguros gubernamentales, que podrían ser significativos, dependiendo de las circunstancias del plan.
Los resultados del análisis
El gráfico 1 muestra el rango de resultados potenciales para cada cartera, que varía desde el percentil 5 al 95 (3). En conjunto, MFS percibe unos rendimientos acallados, con la mediana de los retornos situándose entre el 4,2% y el 5,2%. Como cabría esperar, las carteras con un menor porcentaje de renta variable tienen un rango más estrecho de resultados, entre el percentil 5 y el 95, la cartera con un 20% de renta variable y un 80% de renta fija obtiene solamente un rendimiento del 4,3% frente al 12% de la cartera con un 80% de renta variable y un 20% de renta fija.
Para poner estos resultados en contexto, considera una cartera hipotética de 100.000 dólares con una asignación del 60% en renta variable y un 40% en renta fija (tal y como se había modelado en el gráfico 2). Se estima el valor de la cuenta después de 10 años, asumiendo que no se realizan retiros ni contribuciones adicionales. Se puede ver una diferencia superior al 40% entre el percentil 25 y el 75, resultando 194,000 y 135,000 dólares respectivamente.
Los principales resultados del análisis
Estos resultados son probablemente inferiores que los objetivos de rendimientos deseados y es posible que los inversores quieran revisar las asignaciones de activos en sus carteras por si existieran oportunidades para mejorar la contrapartida entre riesgo y recompensa dados sus objetivos de jubilación.
Además, con estas menores proyecciones en términos de rendimientos, en MFS Investment Management creen que la gestión activa puede jugar un papel importante para cumplir con los requerimientos futuros y proporcionar un exceso de rendimiento superior al que pueda estar disponible con solo tener exposición en una clase de activo. En MFS creen fuertemente que la gestión activa puede añadir un valor considerable sobre un ciclo de mercado completo, particularmente para el inversor disciplinado que mantiene un horizonte de inversión a largo plazo.
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