Desde Royce & Associates, filial de Legg Mason especializada en compañías estadounidenses de pequeña capitalización, Chuck Royce, presidente y gestor de la firma, y Frank Gannon, co-director de inversiones y director general, hablan de los factores que han impulsado a los valores de pequeña capitalización con sesgo value en este año.
Asimismo, Bill Hech, gestor del fondo más importante de Legg Mason dentro de esta categoría de activo, el fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity, considera que la renta variable estadounidense, en general, y los valores de pequeña capitalización, en particular, podrían verse impulsados en la segunda mitad de 2017.
Según Royce, en 2016, se produjo una confluencia de factores que contribuyeron a que los títulos de valor lideraran el segmento de empresas de pequeña capitalización. En primer lugar, la reversión a la media fue probablemente la razón de mayor calado. “Los títulos de sesgo valor de pequeña capitalización se mantuvieron rezagados con respecto de los de sesgo de crecimiento durante un periodo inusualmente dilatado, por lo que nos llevó a pensar que liderarían un nuevo ciclo en este segmento”, comenta Royce. En segundo lugar, los valores de pequeña capitalización protagonizaron un ciclo considerablemente bajista desde su máximo alcanzado el 23 de junio de 2015 hasta su mínimo, el 11 de febrero de 2016, periodo en el que cayeron un 25,7%. Y, en tercer lugar, habría que destacar una vuelta al denominado ‘animal spirit’ por parte de los inversores, exhibiendo una actitud más impulsiva.
La llegada al final de las políticas monetarias intervencionistas podría restringir notablemente el acceso al crédito a las empresas de menor calidad a medida que suben los tipos. Pero según Frank Gannon, esto debería ser, en última instancia, algo positivo para aquellos inversores que invierten en empresas de pequeña capitalización de mayor calidad y con unas necesidades de capital reducidas.
Tras conocerse el resultado de las elecciones estadounidenses, las empresas de pequeña capitalización repuntaron con fuerza, hecho que Chuck Royce atribuye a los numerosos cambios que la nueva administración podría acometer y que podrían beneficiar a las empresas de pequeña capitalización, como puede ser la rebaja del impuesto de sociedades. Dado que el grueso de sus ingresos procede de fuentes domésticas, muchas empresas de este tipo se beneficiarían enormemente de una reducción del tipo impositivo.
En la misma línea, Bill Hech afirma que el impulso registrado desde las elecciones y la demanda contenida por el ambiente cohibido de los seis meses anteriores podrían suponer una ventaja para las empresas en 2017. “El mercado laboral muestra solidez y el poder adquisitivo de los consumidores ha mejorado. Es probable que se implante una política presupuestaria expansiva a un ritmo razonable, siempre y cuando el Congreso, con su carácter conservador, impida el gasto y no impulse el déficit federal”, comenta.
“A medida que la nueva administración entre en las diferentes agencias gubernamentales, no se empezarán a implantar planes de gasto específicos hasta, al menos, el segundo semestre del año. El comercio internacional podría verse lastrado mientras los diferentes participantes del mercado se muestren dubitativos hasta que se defina la política de EE. UU., lo que también podría impedir el progreso del mercado”, añade Hech.
Mientras parece claro que se está viviendo un nuevo ciclo alcista en los valores de pequeña capitalización, también existe convicción a la hora de creer que las empresas de pequeña capitalización tienen más margen de recorrido, incluso después de un 2016 tan sólido y satisfactorio.
“La rentabilidad de las empresas de pequeña capitalización depende del crecimiento de la economía y el aumento de los beneficios. Nos centramos en áreas que deberían beneficiarse en última instancia de los factores favorables, como los valores de construcción no residencial, los industriales y los tecnológicos” prosigue Hech. “Existen numerosos valores a precios atractivos que están repuntando. Los nosotros identificamos como catalizadores de una mejora, y en nuestra opinión, se beneficiarán de un contexto económico más sólido”.
En relación a la posibilidad de que se produzca una corrección de gran envergadura, Frank Gannon afirma que no creen que vaya a producirse una corrección significativa, es decir, del 15% o más. “No observamos indicios de recesión o crisis financiera. No obstante, una caída del 8% – 10% no resultaría sorprendente en absoluto en vista de la solidez del reciente repunte de las empresas de pequeña capitalización”.
Por último, Chuck Royce cree que los sectores cíclicos como el financiero, el industrial, el de consumo discrecional, el energético y el de materiales se verán beneficiados por un aumento del crecimiento que está atrayendo a cada vez más inversores al universo de la renta variable en su conjunto.
“Hemos pasado de un contexto en el que existían muchos títulos con precios muy interesantes a uno en el que el número de valoraciones atractivas se ha reducido. Además de nuestro sesgo habitual hacia los valores cíclicos, estamos considerando algunos sectores más defensivos, como el de salud”, concluye Royce.