Si el hecho de que las mejores condiciones macroeconómicas para los mercados bursátiles mundiales desde la crisis financiera se están dando ocho años después de la recuperación pone en tela de juicio la trayectoria tradicional de los ciclos económicos y de mercado, al menos hay algo de consuelo en reconocer que pocas cosas tras la crisis han seguido un camino convencional.
Ha pasado casi una década desde el comienzo de la crisis financiera. La mayor parte del telón de fondo posterior a la crisis se ha caracterizado por un crecimiento económico anémico. Sin embargo, los inversores globales disfrutan ahora mismo de un momento dulce y prolongado de condiciones perfectas para los activos de riesgo: hay un impulso al crecimiento global inesperadamente fuerte y sincronizado, una inflación silenciada, beneficios empresariales más sólidos de lo esperado en Estados Unidos gracias a la reforma tributaria, una desaceleración más modesta en China y mejor gestionada de lo que muchos predijeron y la política monetaria acomodaticia.
Sin embargo, los expertos de UBS AM aún ven tres principales riesgos para este entorno favorable en las bolsas:
- Una desaceleración en China más rápida de lo esperado
- La amenaza creciente del proteccionismo comercial estanflación
- Un ajuste de la política monetaria más rápido de lo que los mercados esperan actualmente
“Consideramos que la perspectiva de un cambio en el régimen global de política global representa la mayor amenaza potencial para los activos de riesgo, pero atribuimos una baja probabilidad a este resultado dadas las fuerzas estructurales que pesan sobre la inflación. Fundamentalmente, muchos de los soportes clave para el crecimiento global y los mercados de renta variable globales son duraderos y es probable que permanezcan en vigor hasta el 2018”, explica UBS AM en su último informe de mercado.
En particular, la gestora cree que los impulsores de la demanda global se han ampliado geográfica y sectorialmente y que el reciente repunte simultáneo en la fabricación y los gastos de capital prolongan el ciclo al tiempo que reducen la probabilidad de una fuerte desaceleración. ¿Los «espíritus animales» de la confianza finalmente han sido sacudidos del sueño posterior a la crisis? Dada la fortaleza de los datos de la encuesta macroeconómica mundial, sin duda se ve de esa manera, afirma UBS AM.
“A pesar de la mejora en el contexto de crecimiento, nuestro caso base es que la política monetaria a nivel mundial sigue siendo ampliamente acomodaticia, con una liquidez agregada que continúa expandiéndose, al menos en la primera mitad del año. Los programas de flexibilización cuantitativa (QE) en Europa y Japón compensan de sobra la lenta reversión del QE en Estados Unidos. También es probable que las subidas de tipos en Estados Unidos sean graduales bajo el nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell”, dice la gestora.
Para concluir los managers de la gestora estiman que aunque las valoraciones de las acciones en múltiplos de PE se han moderado marginalmente y, de manera crucial, “desde nuestro punto de vista, siguen siendo convincentes contra los bonos a pesar del reciente respaldo en los rendimientos a nivel mundial”, concluyen.