Existe un amplio rango de opciones para la inversión en mercados emergentes, que se apoyan en la flexibilización monetaria de la Fed y en la que posiblemente implementen otros bancos centrales en países desarrollados y emergentes. En un análisis reciente, Union Bancaire Privée (UBP) señala que esto debería contrarrestar la última amenaza del presidente Trump de imponer nuevos aranceles a China para impulsar las negociaciones comerciales.
La gestora cuenta con un sesgo estratégico neutral a la duración de los spreads, al considerar que las valoraciones de activos corporativos y soberanos en divisa fuerte son “razonables”. “Estamos abiertos a ampliar la duración de los spreads si se producen contratiempos, concretamente en el área high yield del mercado de crédito”, aseguran los expertos de deuda emergente de UBP en el informe.
También es neutral en la duración de los intereses, aunque sigue buscando oportunidades tácticas de corta duración, dados los numerosos recortes de tipos de la Fed que ya han sido valorados y las señales de estabilización del crecimiento estadounidense.
Este sesgo se extiende al mercado de divisas emergentes. “Un entorno de crecimiento global más débil y la generalización de los recortes en los tipos de interés complicará que se extiendan ahora la debilidad del dólar y la apreciación de las divisas emergentes”. Aun así, en UBP se sienten “cómodos” contando con carry a largo plazo en mercados de divisas con baja volatilidad, como es el caso del naira nigeriano y el peso uruguayo.
Un entorno con ciertos riesgos
La última amenaza de aranceles de Trump podría generar algunas subidas temporales de volatilidad en el mercado, pero parece una táctica de negociación. Incluso si no avanzan las conversaciones y finalmente sí se produce ese aumento de aranceles, la política monetaria global se relajará.
La gestora afirma que la flexibilización monetaria global se sustenta sobre una inflación más suave y un crecimiento del PIB más reducido, pero hace hincapié en que afrontamos un crecimiento más bajo y no una recesión. “Esto es importante porque significa que, a pesar de los problemas, los flujos hacia los mercados emergentes deberían mantenerse firmes”, agrega.
Asimismo, apunta que la flexibilización monetaria también se está extendiendo en estos mercados, donde cada vez más bancos centrales se han sumado al recorte de tipos, aprovechando la menor inflación de sus países y la relajación de la Fed. “Esto puede ayudar a los mercados de deuda emergente al reducir los costes de financiación de las divisas locales y atrayendo algo de inversión extranjera en bonos en moneda local”, asegura el informe.
Los expertos de UBP señalan que la consecuencia de la flexibilización monetaria es el aumento de la cantidad de bonos globales con rendimiento negativo en los mercados desarrollados, lo que respalda los flujos de carteras de bonos hacia los emergentes.
La razón por la que no se muestran más optimistas en el entorno de riesgo actual es que una cantidad considerable de buenas noticias ya ha sido valorada por los mercados globales, sobre todo, los recortes de tipos de la Fed y la inminente actuación del BCE.
Los fundamentales de los emergentes
Para la entidad, los fundamentales de crecimiento de estos mercados son un reflejo de la tendencia global, marcados por una ralentización liderada por China y México.
La probabilidad de que se produzca una recesión en los mercados emergentes es muy baja y la hipótesis de UBP es que seguirá existiendo una brecha “saludable” en el crecimiento del PIB entre países emergentes y desarrollados. Según el FMI, esta podría ser de unos 2,2 puntos porcentuales en 2019 y 3 en 2020, lo que debería atraer flujos de capital a los emergentes.
En el caso de los fundamentales de China, la gestora mantiene la misma postura: es “moderadamente cautelosa” y anticipa una “ralentización gradual”, al tiempo que los aranceles estadounidenses y la precaución de los negocios globales (que buscan proveedores alternativos a China) pesan sobre las exportaciones del país asiático.
Mientras, los altos niveles de deuda no gubernamental y los esfuerzos regulatorios de China para fortalecer la calidad de los préstamos al sector privado deberían contener las inversiones de las empresas. Por último, el análisis señala que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre fue del 6,3%, por debajo del 6,4% del anterior, y es probable que continúe reduciéndose hasta registrar un 6,2% de media anual.
UBP considera que los fundamentales de las empresas de mercados emergentes también se mantienen estables, con algo de presión a la baja en el crecimiento de los ingresos, que se ve contrarrestada por unas condiciones de financiación en divisa local y fuerte más sencillas.
Por último, señala que los riesgos políticos en estos mercados parecen limitados de cara a los próximos meses, ya que no quedan elecciones importantes, salvo por el caso de las presidenciales que se celebran en Argentina en octubre. “Las encuestas han mostrado algo de mejoría en el apoyo al presidente Macri, pero la carrera contra la opción opositora contraria a los mercados de Alberto Fernández/Cristina Fernández de Kirchner sigue estando reñida”, advierte.