Predecir el comportamiento de la economía se ha convertido en un juicio sobre la capacidad y velocidad para revertir las medidas de confinamiento y distanciamiento social que se han aplicado a nivel global para prevenir la expansión de la pandemia. Una tarea nada fácil en la que la relajación de las restricciones y la reapertura de negocios será clave para la recuperación de la economía, pero podría llevar más tiempo de lo que el consenso espera.
La grave amenaza que supone el nuevo coronavirus para la salud pública y las drásticas medidas adoptadas por los gobiernos para frenar su contagio han causado un importante efecto dominó en la economía de Estados Unidos y del resto de países. Ante la gran incertidumbre que aún rodea a la pandemia, que exige seguir manteniendo el «distanciamiento social», cuesta calcular cuánto podría durar esta grave perturbación económica. Por consiguiente, Taymour Tamaddon, gestor de carteras en T. Rowe Price, cree que las expectativas de consenso actuales podrían estar sobrevalorando la evolución a mejor y que el tiempo para volver a una situación «normalizada» podría ser mayor de lo esperado.
El distanciamiento social es fundamental para las perspectivas a corto plazo
Tratar de determinar cuándo podría alcanzarse el pico de la crisis y cuánto tiempo será necesario para llegar a una situación normalizada depende enormemente de cuánto tiempo se mantengan vigentes las medidas de distanciamiento social, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Aunque se ha notado claramente el impacto de estas medidas para frenar el brote en algunas ciudades como Nueva York, no se puede suponer lo mismo para el resto del país. Cada estado ha seguido su propia estrategia de distanciamiento social, aplicándola en momentos diferentes y con distintos niveles de apoyo y cumplimiento por parte del público. Por tanto, es difícil hacerse una idea exacta de la eficacia de estas medidas a nivel nacional.
Mejor escenario: el pico, a mediados de mayo
En este contexto de incertidumbre, en T. Rowe Price consideran que las perspectivas de consenso a corto plazo son excesivamente optimistas. Actualmente, el mercado prevé que se alcance el pico de nuevos casos de coronavirus a mediados de mayo de 2020, a partir de lo cual se espera que el número de nuevos casos disminuya rápidamente, con la previsión de vuelta a un entorno de mercado más «normal» a principios de junio de 2020.
La pandemia de coronavirus y su impacto perturbador en la economía
La clave es con qué rapidez se puede volver a una situación «normalizada».
En T. Rowe Price creen que este sería el mejor escenario, con entre un 15% y un 20% de probabilidades de cumplirse. Su principal preocupación es que el mercado parece mirar a países como China, Corea del Sur y Singapur, y a la eficacia que las medidas de distanciamiento social han tenido en esos países, y presuponer automáticamente ese mismo éxito en Estados Unidos. En T. Rowe Price son menos optimistas sobre la eficacia a corto plazo de las medidas de distanciamiento social en el conjunto de Estados Unidos, así como sobre el tiempo previsto para volver a una situación normalizada.
Escenario «central»: el pico, a finales de mayo/principios de junio
Un escenario central más razonable, en la opinión de T. Rowe Price, al que otorgan un 60% de posibilidades de producirse, es que haya un pico de nuevos casos a finales de mayo/principios de junio y una situación más normal entre mediados y finales de julio. Es probable que esta normalidad dure hasta mediados de diciembre de 2020.
Sin embargo, por entonces, durante el invierno en el hemisferio norte, existe el riesgo de que el coronavirus vuelva desde el hemisferio sur, lo que obligaría a volver a tomar medidas de distanciamiento social, quizá no en todo el país, sino cuando y como sea necesario, para evitar que se afiance una segunda oleada. En nuestra opinión, esta situación probablemente continuará hasta finales de marzo de 2021.
Peor escenario: un periodo de recuperación más largo
En el peor de los casos, el número de nuevos casos de coronavirus alcanzaría el pico en algún momento, pero sin disminuir a un nivel suficiente como para que la gente tenga la suficiente confianza para volver al trabajo, ir a restaurantes, viajar, etc. De momento, no se sabe cuál podría ser el nivel aceptable de nuevos casos para que la gente se sienta segura para volver a trabajar de forma generalizada. En T. Rowe Price se considera que este es el escenario más negativo, al que otorga entre un 15% y un 20% de posibilidades de producirse. De suceder así, la situación no sería tan mala como la grave perturbación económica actual, pero supondría seguir anclados en una fuerte crisis económica durante al menos los próximos nueve meses.
Lo más importante es superar la crisis
A falta de un programa nacional coordinado de pruebas, lo que aún falta para que haya un tratamiento eficaz ampliamente disponible y con las medidas de distanciamiento todavía vigentes, sigue habiendo gran incertidumbre sobre la pandemia de coronavirus y su impacto económico.
En T. Rowe Price están dedicando mucho tiempo a algo fundamental como tratar de entender con qué rapidez se puede volver a una recesión normal. Por extraño que parezca, es una de las preguntas a responder más importantes. Actualmente, se atraviesa una crisis económica tan grave que saber cómo será la posible recuperación —si tendrá forma de «V», «U» u otra— no es lo más urgente ahora mismo.
Está claro que la economía se dirige a una recesión cuando se consiga salir de la crisis. Lo fundamental es la rapidez con la que se puede volver a esta situación normalizada y superar el periodo actual de grave perturbación económica.
¿A qué se debe prestar atención a partir de ahora?
En T. Rowe Price están dedicando mucho tiempo a hablar con los equipos directivos sobre los presupuestos de las empresas y, en particular, sus presupuestos de tecnología de la información. Suele ser uno de los primeros ámbitos en sufrir recortes cuando llega una crisis, por lo que entender la probable magnitud de los tijeretazos en general, así como en áreas específicas de la informática, ayudará a T. Rowe Price a asegurarse de que están bien posicionados en empresas menos vulnerables a reducciones de presupuesto, evitando al mismo tiempo las que parezcan más expuestas.
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