¿Cómo reaccionaron los mercados de bonos ante la victoria de Trump sobre Hillary Clinton? Mirando hacia atrás, ¿cómo podemos interpretar la nueva dirección de la política económica de Estados Unidos? Se pregunta Jean-Philippe Donge, responsable de renta fija en BLI, en el blog de la firma.
Sobre las reacciones iniciales en los mercados, el especialista comenta que la mañana del 9 de noviembre de 2016 fue una de las más extrañas de su carrera. Cuando se confirmó la posición de Donald Trump sobre Hillary Clinton, los mercados asiáticos se desplomaron. HSI de Hong Kong perdió más del 4%. A pocas horas de su apertura, el Nikkei había caído un 6%. Cuando la victoria de Trump parecía contundente, los mercados parecían estar preparándose para lo peor. Sin embargo, Donge recuerda que las primeras declaraciones de Trump resultaron ser más pragmáticas que su retórica de campaña. «El presidente electo calmó los mercados desde el principio. Los mercados asiáticos de inmediato se dieron la vuelta. Los mercados de bonos también cambiaron de dirección: al inicio de las operaciones, en la primera media hora, el rendimiento del bono alemán a 10 años cayó 10 puntos básicos, reflejando los temores de los mercados y la búsqueda de refugios seguros. Pero siguiendo las palabras de Trump, los rendimientos subieron de nuevo para cerrar ligeramente arriba. En los mercados emergentes, uno de los principales índices de la deuda denominada en dólares perdió un 4,51% entre el 8 y el 30 de noviembre. México, en la línea de fuego de la retórica de campaña de Donald Trump, vio caer su moneda en un 7,64% en un solo día, el 9 de noviembre de 2016».
Implicaciones para la política económica de EE.UU.
Según Donge, los mercados fueron claramente sorprendidos por las primeras declaraciones de Donald Trump, que eran mucho más conciliadoras que las adoptadas durante la campaña. Dos factores críticos debían tenerse en cuenta:
- las perspectivas del plan de estímulo basado en las reformas tributarias y
- el proteccionismo de Estados Unidos con la revisión de la política comercial de Estados Unidos, específicamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés) y el ahora extinto TPP.
«En los primeros meses después de la victoria de Trump, nos fue difícil evaluar adecuadamente las repercusiones en los mercados emergentes. Claramente, uno de los riesgos era un aumento de la inflación, que ya era un 2% superior a la de los Estados Unidos. La materialización de este riesgo llevó a un ajuste de la política monetaria estadounidense que eventualmente tuvo un impacto en los mercados financieros» comenta el directivo. En diciembre, Janet Yellen confirmó que las tasas de interés empezarían a subir debido a la buena salud de la economía estadounidense. En marzo, revisó al alza las perspectivas de crecimiento de 2018 desde el 2% al 2,1%. Después de una segunda alza de la tasa, esta se ubica en el rango de 0.75% a 1%.
Consecuencias para los mercados emergentes
En los mercados de bonos, el rendimiento de la nota de referencia del Tesoro a 10 años ya había comenzado a subir en julio de 2016 desde su punto más bajo del año de 1,35%. Actualmente se ubica alrededor del 2,4%. En los mercados emergentes la situación es más compleja según Donge. El rendimiento medio de la deuda externa de los mercados emergentes, reflejado en el índice JPMorgan EMBI Global Diversified, ha disminuido constantemente y se sitúa ahora en torno al 5,4%. Durante el mismo período, el diferencial sobre los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos se redujo de 380 puntos básicos en noviembre a alrededor de 290 puntos básicos.
«En el frente económico, los mercados emergentes resultaron finalmente poco influenciados por la dirección esperada de la política económica de Estados Unidos, ya que esa política depende de la aprobación del Congreso. De hecho, cien días después de su toma de protesta, el nuevo ocupante de la Casa Blanca ha demostrado ser menos brutal de lo que temíamos (como se ha visto con la derogación de Obamacare, la falta de acuerdo sobre el financiamiento del Muro fronterizo, la revisión en lugar de abolición del TLCAN, etc.). Al mismo tiempo, en general, el crecimiento económico en los mercados emergentes está mejorando, y específicamente, Brasil y Rusia han salido de la recesión. El FMI acaba de revisar al alza sus previsiones de Perspectivas de la Economía Mundial y ahora espera que el crecimiento alcance el 3,5% para el 2017. Por todo ello, la dinámica económica y política local tendrá una mayor influencia en la dirección de las economías individuales, como el referéndum en Turquía, disputas en Sudáfrica, etc.» concluye Donge.