“El precio del petróleo ha alcanzado el nivel más bajo en cinco años la última semana y el crudo Brent cayó hasta los 65 dólares. El menor precio del petróleo ha sido bien acogido en Occidente, pero está teniendo un efecto importante en algunos países de la OPEP. El daño dentro de la OPEP – que incluye a los Emiratos Árabes Unidos – no está uniformemente dividido, ya que algunos países pueden hacer frente a los bajos precios mejores que otros. Sin embargo, los efectos de un menor precio del petróleo sobre los bonos y acciones son en su mayoría positivos”, explica el estratega de Robeco Peter van der Welle.
El crudo alcanzó nuevos mínimos después de que la OPEP no lograra llegar a una decisión de recortar la producción en noviembre. Arabia Saudita y otros productores del Golfo querían mantenerse sin cambios, mientras que otros países como Venezuela preferían un recorte en la cuota de producción de la OPEP. La combinación de una débil demanda y el aumento de la oferta de Estados Unidos procedente del petróleo de esquisto ha reducido de manera constante el precio desde el verano. La decisión de la OPEP de mantener sin cambios la producción marca el final de un período de precios del petróleo relativamente estables desde 2010. ¿Cuáles son las implicaciones de esta nueva era de bajos precios del petróleo?
Van der Welle cree que habrá tres grandes implicaciones para los mercados financieros en general, y los Estados del Golfo, en particular.
1. No todos los países de la OPEP sufrirán lo mismo.
Algunos países de la OPEP son capaces de gestionar un período prolongado de bajos precios del petróleo. «Un indicador clave son las reservas de divisas extranjeras. Tomemos, por ejemplo, Arabia Saudita. El país ha amasado amplias reservas de divisas, alrededor de 750.000 millones de dólares en los últimos 10 años. Estas reservas proporcionarán un colchón contra la reciente caída por debajo del nivel de equilibrio fiscal y permiten que el país pueda financiar el presupuesto en los próximos años. Estas grandes reservas facilitan a los saudíes exprimir a algunos productores americanos de petróleo de esquisto sin poner en peligro el bienestar social». «Hay otros países del Golfo con grandes reservas de divisas como Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Seguirán siendo resistentes en este entorno», añade.
Los países con altos precios de equilibrio, como Nigeria, Irán y Venezuela, se enfrentarán a dificultades económicas porque también tienen reservas de divisas más bajas. «Éste es el precio del petróleo que requiere de los países productores tener un presupuesto fiscal equilibrado. Los precios de equilibrio se han disparado en la última década en muchos países debido a la política de incremento del gasto público de sus gobiernos».
2. Bueno para los activos cíclicos, malo para Rusia y las reservas de energía.
En general, un bajo precio del petróleo es positivo para los activos cíclicos, analiza Van der Welle. «Estos activos se benefician de un aumento del crecimiento económico mundial debido a los bajos precios del petróleo, que de alguna manera actúan como un recorte de impuestos para los consumidores, elevando su poder adquisitivo. «Otros claros ganadores son los activos en Turquía y la India, predice. «Son grandes importadores netos de petróleo y tienen déficit por cuenta corriente. Un precio bajo del petróleo les da más flexibilidad monetaria para estimular la economía, ya que hay menos riesgo de inflación». Pero advierte de que no todos los activos del mercado van a beneficiarse. «Obviamente para muchos activos energéticos, especialmente las empresas de servicios petroleros, los efectos son negativos. Y un bajo precio del petróleo es un claro símbolo de alerta roja para los activos rusos, dice. «El país es muy dependiente de las exportaciones de petróleo y gas y bien podría entrar en recesión el próximo año. Su moneda ya está bajo una fuerte presión debido a las sanciones económicas».
3. Positivo para los bonos, a excepción de los bonos high yield de Estados Unidos.
Para los bonos, un menor precio del petróleo es ligeramente positivo, porque ayuda a mantener baja la inflación, dice Van der Welle. «Puede tener implicaciones especialmente para la zona euro como importador neto de energía. Esta región tiene un riesgo de deflación, y un bajo precio del petróleo aumenta la posibilidad de que el BCE recurrirá a medidas de flexibilización adicionales. Los efectos directos de los bonos del gobierno en esta región son ligeramente positivos. Pero mucho se ha descontado ya y las tasas reales hacen frente a una presión al alza».
Sin embargo, el mercado de bonos high yield de Estados Unidos podría sufrir, añade. «Parte del auge del petróleo de esquisto de EE.UU. y el gas ha sido financiado por la emisión de deuda de alto rendimiento, que ha experimentado un incremento de cuota sobre el total del mercado de Estados Unidos. El bajo precio actual del petróleo hace que sea más difícil para refinanciar. Los “defaults” o incumplimientos por parte de empresas energéticas de los Estados Unidos podrían aumentar la percepción de riesgo de los inversores y acarrear consecuencias en el mercado high yield».