La fuerte subida de la rentabilidad de la deuda pública a finales de junio no fue el único cambio notable del mercado el mes pasado. En los mercados de renta variable se registró una repentina rotación desde las acciones de crecimiento hacia las acciones de valor, sobre todo en Estados Unidos.
El equipo de análisis de NN Investment Partners cita tres importantes factores que intervinieron en esta rotación. El catalizador principal fue sin duda el fuerte aumento de los rendimientos de los valores de deuda pública tras percibirse señales de un giro, hacia un sesgo menos acomodaticio, en la orientación del Banco Central Europeo, del Banco de Inglaterra y de la Reserva Federal de EE.UU.
“Al no apreciarse inflación de precios ni salarios, el mercado podría haberse adelantado a los acontecimientos al pensar que los grandes bancos centrales intensificarán sus medidas de normalización. Si bien nuestra proyección sobre la política que seguirán el BCE o la Fed no se ha modificado, puede que veamos más episodios como este, ya que estamos en territorio de política monetaria no convencional, sin puntos de anclaje o referencia”, explica en su análisis semanal NN IP.
El segundo factor es el amplio repunte de los datos macroeconómicos. El PMI manufacturero estadounidense, la encuesta de confianza empresarial Tankan de Japón y los datos de mercados emergentes siguen apuntando a otra mejora de la dinámica económica. Los datos también han superado las expectativas, poniendo término a una caída de tres meses en el índice de sorpresas económicas de Citigroup.
El tercer elemento es el repunte en la cotización de las materias primas, en especial del petróleo. El precio del crudo, recuerda la gestora, es importante para la rentabilidad de los sectores de energía y materiales, y crucial para las perspectivas de la inversión en capital fijo. Los precios energéticos también influyen en las expectativas de inflación, que pueden incorporarse a la política monetaria, lo que nos devuelve al primer punto sobre los rendimientos de los bonos.
Ganadores y perdedores
“La ocurrencia simultánea de estos tres factores es una buena noticia para las acciones financieras, así como para las de productos básicos y consumo final que se benefician del repunte cíclico. Las acciones financieras lo hacen gracias al refuerzo del margen de tipos de interés, al mayor crecimiento del crédito y a una menor dotación de provisiones por préstamos incobrables. Los sectores cíclicos, por su parte, se benefician de las mejores perspectivas macroeconómicas, que impulsan el crecimiento de los ingresos por ventas y la evolución de los márgenes”, añade.
La situación es la contraria para los sectores que anteriormente se habían beneficiado de la búsqueda de rendimiento por los inversores, como el de servicios públicos, el inmobiliario y el de telecomunicaciones. Las empresas de crecimiento estable que ofrecen productos no cíclicos, como bienes de consumo básico y de cuidado de la salud, también afrontan contratiempos en este escenario a medida que los inversores van rotando sus carteras.
En este marco, dice NN IP el sector de tecnologías de la información es un caso algo diferente. La corrección registrada por las tecnológicas en las últimas tres semanas ronda, expresada en euros, el 6%.
“Al igual que cuidado de la salud, se considera un sector de crecimiento por definición, por lo que ha sufrido la rotación desde el crecimiento hacia el valor. Además, sobreponderar el sector tecnológico era una apuesta generalizada entre los inversores. Ahora bien, existe un importante componente cíclico en TI, asociado sobre todo a los segmentos de semiconductores y hardware. El aspecto cíclico diferencia entre los sectores tecnológico y sanitario”, concluye.