Durante algún tiempo, los expertos de Columbia Threadneedle Investments se han mantenido optimistas en cuanto a las perspectivas del dólar. Dicha postura se fundamenta en la convicción de la firma de que la economía estadounidense superará a otras economías avanzadas principalmente por su menor rigidez estructural que, por ejemplo, la zona euro, porque está preparada para registrar mejoras de sus niveles de productividad a largo plazo y es menos vulnerable a las crisis energéticas exteriores gracias a su potencial de producción de petróleo tras la revolución del esquisto. El aumento de la producción de petróleo también reducirá el déficit estructural de la balanza por cuenta corriente.
Ahora bien, a principios de este año, explica Matt Cobon, jefe de deuda pública y divisas, Columbia Threadneedle empezó a preocupar el hecho de que el fortalecimiento de la moneda iba más allá de lo que justificaban los fundamentales de los Estados Unidos y, por lo tanto, adoptó una posición corta con fines tácticos con respecto a una serie de divisas. “Numerosos datos en Estados Unidos, peores de lo previsto, atenuaron las especulaciones de que la Reserva Federal (la Fed) estuviese a punto de subir los tipos de interés. Al mismo tiempo, el lanzamiento de un programa de expansión cuantitativa en Europa provocó que los inversores revisaran sus expectativas de deflación en Europa”, cuenta Cobon.
La corrección del dólar crea oportunidades
El mercado ha sido testigo hace poco de una caída considerable del dólar y, el equipo de divisas de la gestora estima que la moneda cuenta con una valoración mucho más razonable. “El tamaño de la corrección se revela parecido al experimentado en ciclos alcistas estructurales del dólar de características similares y no creemos que deba representar un motivo de preocupación o una sorpresa. Ahora bien, seguimos creyendo que la tendencia alcista del dólar se reanudará a largo plazo, lo que refleja las ventajas económicas del país antes mencionadas. En consecuencia, seguimos siendo optimistas con respecto al dólar, en la creencia de que la reciente debilidad de la economía estadounidense será temporal debido, en parte, a que prevemos que los consumidores comenzarán a gastar parte de los inesperados beneficios generados por los bajos precios de la energía”, afirma el experto de Threadneedle.
La probabilidad de que la política monetaria de los EE.UU. y la del resto del mundo comiencen a divergir refuerza la visión positiva de que el dólar debería apreciarse. “Vaticinamos que, mientras que la zona euro mantiene su masivo programa de expansión cuantitativa y Japón sigue inyectando liquidez en su economía, la Reserva Federal (Fed) empezará a subir sus tipos ante la dinámica positiva de la economía. No cabe duda de que nos mostramos algo más escépticos que el mercado respecto al hecho de que se pueda asistir a un repunte reflacionista en la zona euro o de que esta muestre un mejor comportamiento a más largo plazo dada la rigidez estructural existente en este ámbito geográfico”.
Los inversores con posiciones largas en dólares están pasando apuros por el momento, así que Threadneedle ha aprovechado esta oportunidad para reconstruir su posición de riesgo en dólares. “Sin duda, creemos que el dólar cotiza a niveles que, sobre todo frente al euro, parecen convincentes de nuevo desde una perspectiva a largo plazo – todavía creemos que el euro alcanzará la paridad frente al dólar”, cuenta Cobon.
El principal riesgo para esta estrategia, según reconoce, es que la economía de Estados Unidos no esté en condiciones de cobrar impulso y que, por consiguiente, las expectativas de que la Reserva Federal comience a subir los tipos se posterguen hasta 2016. Sin embargo, la política monetaria en Estados Unidos y en el resto del mundo solo convergerá si los mercados comienzan a anticipar que los Estados Unidos están entrando en un prolongado bache. “En nuestra opinión, no se trata de un escenario probable. De hecho, creemos que estamos llegando a un punto en el ciclo laboral de Estados Unidos en el que las presiones salariales están empezando a crecer y que este factor comenzará a influir en la política monetaria. Aún queda un pequeño margen en términos de desempleo y brecha de producción. Sin duda, ambos factores han alcanzado niveles que en ciclos anteriores estuvieron acompañados por un endurecimiento de la política monetaria”, dice el jefe de deuda pública y divisas de la firma.