La renta fija afronta numerosos desafíos en la actualidad, pero Ariel Bezalel, gestor del Jupiter Dynamic Bond, explica cómo, aunando un enfoque top-down y bottom-up con una gestión flexible, es posible encontrar oportunidades. Sus apuestas: el sector financiero de mercados desarrollados y mercados emergentes como la India (deuda en dólares y también en divisa local). En esta entrevista con Funds Society, explica también cómo mantiene bajo el riesgo de duración, ante la subida de la inflación y los riesgos políticos en Europa.
Muchos expertos dicen que el mayor foco de problemas puede estar ahora en renta fija: ¿realmente tiene la renta fija mayor riesgo que otros activos actualmente?
Sin duda, con las rentabilidades en los niveles actuales, no es fácil lograr atractivos retornos. Tendremos que trabajar duro para localizar las oportunidades, dado el escenario de bajos tipos. Una clave es nuestro proceso, que combina análisis top-down y bottom-up, así como un estilo de inversión flexible y sin restricciones. Esa flexibilidad nos permite encontrar oportunidades. Merece la pena mencionar también que a pesar de las subidas de tipos esperadas por el mercado, esperamos que el papel de la clase de activo de la renta fija como amortiguador de la volatilidad en una cartera diversificada (acciones y bonos) permanezca.
Parece que la inflación va a llegar de repente… ¿es de los que piensa que será así, o cree que las expectativas son exageradas?
La inflación en el mundo desarrollado ha estado subiendo. Los indicadores de mercado, como las tasas de breakeven, están elevándose en Reino Unido, EE.UU. y Alemania, poniendo presión sobre las rentabilidades de la deuda gubernamental. Por otra parte, el crecimiento en China es notable, lo que se refleja en el fortalecimiento de los precios de las materias primas y en datos más brillantes sobre el sector servicios y salarios en EE.UU. La elección de Donald Trump, por supuesto, es también una señal inflacionista: la retórica del presidente apunta hacia un potencial mayor crecimiento económico, y con una economía al borde del pleno empleo, las presiones inflacionistas crecerán. Sin embargo, Trump aún tiene que implementar sus planes y hay todavía mucha incertidumbre sobre dichos planes y la agenda.
¿Cómo afectan sus expectativas sobre la inflación a la cartera de su fondo? ¿está preparándola para la llegada de la misma?
Tenemos suerte de que la ausencia de restricciones de nuestra estrategia significa que podemos seleccionar lo que consideramos que serán las mejores oportunidades en los mercados de deuda globales a la vez que mitigamos el riesgo, en parte a través de la gestión de la duración, que seguimos manteniendo baja. En crédito, por ejemplo, vemos los riesgos de inflación subiendo y favorecemos papel con bajo vencimiento y carry decente, junto a “situaciones especiales”, donde vemos la posibilidad de ganancias de capital. Con las presiones inflacionistas creciendo en Europa, y los riesgos políticos crecientes a raíz de las elecciones francesas, hemos tomado también posiciones cortas en deuda pública francesa.
¿Es momento de ser cauto en duración y arriesgado en crédito, o hay matices a esta idea, por qué?
Equilibramos cuidadosamente la gestión de la duración con una estrategia reactiva al desarrollo de los mercados y aprovechamos situaciones especiales, donde vemos la posibilidad de ganancias de capital. Dicho esto, hemos estado de forma continua reduciendo la duración, empezando en agosto del año pasado, para ayudar a aislar la cartera del riesgo de subidas de tipos.
Con respecto a los bancos centrales: ¿están ya descontadas por los mercados las subidas de tipos que hará la Fed este año?
Los mercados actualmente están poniendo en precio un 30% de probabilidad de una subida de tipos en marzo. Los mercados ven una posibilidad de 50/50 de que suba tipos en abril, y cercana al 70% en junio. Sin embargo, estas probabilidades pueden cambiar significativa en función de las políticas fiscales de Trump a lo largo del año.
¿Tomará el BCE medidas progresivas también en términos de taper tantrum a medio plazo? ¿Será más difícil para Europa que para EE.UU. retirar estímulos y cuáles serán los efectos en el mercado de deuda europea?
La decisión del BCE de reducir su programa de compras mensual desde 80.000 a 60.000 millones de euros en abril demuestra la presión que los bancos centrales afrontan de los miembros más hawkish para reducir el ritmo del programa. Mientras el BCE buscaría minimizar la disrupción en los mercados de bonos, será cada vez más difícil justificar un QE, en la medida en que la inflación sube en la zona euro. Otro evento de riesgo muy significativo para los diferenciales periféricos en Europa serán las elecciones francesas en mayo: una victoria de Marine Le Pen posiblemente llevaría a ampliaciones significativas en los spreads de la Europa periférica.
¿Cree que la deuda pública española tiene aún potencial o no es momento para invertir?
Hemos limitado la exposición a deuda periférica debido a la incertidumbre sobre el proyecto europeo. Sin embargo, hay que reconocer que la economía española está mostrando una gran fortaleza apoyada por las reformas estructurales implementadas tras la crisis de la zona euro.
Actualmente, ¿en qué segmentos de la renta fija ve oportunidades?
Dentro de los mercados desarrollados, vemos oportunidades en el sector financiero, pues se beneficia tanto de la reflación en la economía global como de una tendencia secular hacia el desapalancamiento. Los bancos siguen siendo un área que favorecemos, pues esa tendencia y las curvas de rentabilidad más empinadas deberían beneficiar a los inversores en deuda, particularmente los tenedores de bonos junior, aunque hay que ser selectivos.
Los emergentes son otra área que nos gusta pero también hay que ser muy selectivos. Nuestra principal apuesta es India, donde la combinación de una favorable demografía y una mejora del marco institucional desde la llegada de Modi al poder han apoyado nuestra tesis de inversión. Hay oportunidades muy interesantes en los mercados en desarrollo: hemos estado incrementando nuestra exposición a este país debido a la situación descrita, poniéndonos en una posición en la que somos capaces de capturar rentabilidades atractivas. India es una economía muy independiente: no depende demasiado en las exportaciones, no tiene mucha deuda denominada en dólares y el actual gobierno trae una administración muy propicia para los negocios y está realmente implementando reformas. Invertimos tanto en deuda denominada en dólares como en divisa local.