Desde principios de julio, la renta fija emergente se ha recuperado tanto en los mercados de deuda local como en aquellos denominados en dólares. De acuerdo con Investec Asset Management, los retornos positivos reflejan los fundamentales aún sólidos en la mayoría de los emergentes y el grado de venta generalizada del segundo trimestre que revitalizó el valor en la clase de activo. Sin embargo, Turquía ha sido la excepción notable: es el único país que tiene un rendimiento material negativo.
Grant Webster, portfolio manager, del equipo de renta fija emergente de Investec cree que «los factores que impulsaron la debilidad reciente han sido los mismos factores que han afectado a los mercados del país a medio plazo: falta de credibilidad en el banco central, falta de voluntad o incapacidad para abordar las vulnerabilidades externas y, en relación con ambos puntos, un contexto político preocupante de política macroeconómica heterodoxa y creciente autoritarismo».
Para Webster, tanto la política nacional como las relaciones internacionales de Turquía presentan factores adversos para los inversores, en especial el deterioro de las relaciones con los Estados Unidos. Además, «desde la victoria electoral de Erdogan en junio, han habido varias movidas que han sacudido a los inversores, incluyendo el cambiar las reglas para hacer que el gobernador del banco central sea un nombramiento político, así como la designación de su yerno (y posible sucesor), Berat, para dirigir el Ministerio de Finanzas y Hacienda».
Investec también menciona cómo la reunión de julio del banco central decepcionó a los mercados después de que, y a pesar de que la inflación subyacente y principal sorprendió más de un punto porcentual por encima, las tasas y las perspectivas se mantuvieron intactas. «Pésima óptica dadas las nuevas preocupaciones sobre la politización del banco central». Webster también señala que el déficit de la cuenta corriente se mantiene por encima del 5% y que las reservas netas de divisas siguen cayendo, mientras que la debilidad de la moneda está ejerciendo una gran presión sobre los balances corporativos.
De acuerdo con el gestor, Turquía se encuentra ahora en aguas muy desafiantes, pero existen algunas medidas que puede tomar para sortear el riesgo. «El principal factor de apoyo para Turquía es que el gobierno tiene niveles relativamente bajos de deuda. Incluso bajo nuestro severo análisis de escenarios, los niveles de deuda siguen siendo manejables». Sin embargo, si el gobierno va a aprovechar este punto de partida de apoyo, entonces Investec cree que al menos necesitan:
- Subir las tasas en alrededor de 500-700 puntos base quedando en 23-25%
- Ajustar la política fiscal incluso aumentando los precios del combustible y la energía
- Actuar para evitar sanciones estadounidenses más dañinas volviendo a comprometerse con Occidente al más alto nivel
- Poner en marcha planes para establecer un «banco malo» que podría asumir préstamos no productivos del sector bancario a cambio de inyecciones de capital
«En conjunto, esto frenaría la demanda local de dólares, frenaría las expectativas de inflación, reafirmaría la prudencia fiscal y aumentaría la confianza de los inversores. Sin embargo, lo que Turquía necesita y lo que hace el gobierno son temas distintos. Si el gobierno demora y la situación continúa deteriorándose, creemos que el gobierno podría necesitar obtener alrededor de 50.000 millones de dólares para financiar un rescate bancario, así como también aumentar las reservas de divisas». Tal como lo ven, hay tal vez tres escenarios posibles de cómo pueden tratar de lograr esto:
- Buscar apoyo del FMI y Occidente: Lo que Investec considera el mejor resultado pero también el menos probable.
- Buscar apoyo en otra parte: La firma considera que China, Rusia y Qatar son fuentes potenciales de financiación y que dada su aparente antipatía hacia el Oeste, Erdogan podría volverse hacia el Este.
- Buscar una «solución» local: Lo que consideran un resultado materialmente peor que cualquiera y algo más parecido a la autarquía
«Turquía está en un punto complicado. Las autoridades tienen que tomar decisiones difíciles, pero parecen no estar dispuestos a reconocer el alcance de las fragilidades o tomar medidas suficientes para abordarlas. En última instancia, el mercado impondrá un ajuste de cuentas. En algún momento las caídas en las valoraciones podrían comenzar a parecer un punto de entrada atractivo, pero mucho dependerá de las decisiones tomadas por las autoridades. Por ahora, mantenemos una posición relativamente conservadora en todas las carteras, prefiriendo oportunidades en otras partes de nuestro universo donde vemos mejores fundamentos y una política más constructiva», concluye Webster.