Las decisiones de los bancos centrales y la búsqueda de rentabilidad fueron una vez más temas dominantes para los inversores durante 2016. Barry Gill, responsable de renta variable activa de UBS AM, cree que el fuerte consenso de mercado sobre que los tipos de interés van a seguir ‘más bajos por mucho más tiempo’ ha sido evidente en una gran cantidad de transacciones en todo tipo de clases de activos, que sólo comenzaron a demostrar los primeros signos de vulnerabilidad a raíz de las elecciones en Estados Unidos.
“Dentro de los mercados de renta variable, estas operaciones incluyen proxies de bonos y vehículos estructurados dirigidos a aislar riesgos, incluyendo una menor volatilidad. Sin embargo, creemos que la cantidad de capital que hay ahora centrada en estos factores presenta un riesgo asimétrico para los inversores: a pesar de los recientes resultados, las acciones de baja volatilidad en Estados Unidos están casi tan caras como siempre”, explica Gill.
En su opinión, esto sugiere que cualquier cambio en la idea de que los tipos de interés van a seguir siendo ‘más bajos por más tiempo’ podría ver que tanto el retorno como la volatilidad de estas exposiciones “difieren significativamente de la historia reciente que atrajo a los inversores”.
Riesgos inflacionistas
Con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos centrando la atención del país, la pregunta que surge es: ¿Dónde están las fuerzas disruptivas que podrían sacudir a los inversores en acciones estadounidenses de su enfoque de consenso en los próximos meses?
“Cuando prestamos atención a los supuestos macroeconómicos descontados por los mercados, la única área clave donde vemos complacencia generalizada es la inflación. La presidencia Trump probablemente agravará esos riesgos. Hay una amplia base de inversores posicionados agresivamente en la creencia de que las expectativas de que resurjan las fuerzas inflacionistas son nulas”, apunta el gestor de UBS AM.
Pero según Gill esta visión no está teniendo en cuenta varios datos y tendencias emergentes. A pesar de la fuerte subida del petróleo desde sus mínimos de febrero, y con la economía estadounidense cerca del pleno empleo, la firma ve potencial de que la mejora del mercado de trabajo haga subir aún más los salarios.
“Aunque el crecimiento de los salarios en las estadísticas oficiales parece modesto, no creemos que esto sea representativo de las presiones en los costes experimentadas por las compañías cotizadas. El Banco de la Reserva Federal de Atlanta ha creado un indicador de crecimiento de los salarios más representativo, que actualmente se sitúa en un 3,3% interanual”, dice.
El responsable de renta variable activa de UBS AM concluye que es muy probable que estos costes más altos se transmitan a los consumidores. Si no lo hacen, los márgenes y la capacidad empresarial tendrán que soportar el peso. Ninguno de estos posibles resultados se está reflejando en los precios de las acciones por ahora.