Para encontrar aquellas tendencias donde es mejor invertir, los profesionales de la inversión deben ir más allá de las etiquetas tradicionales conocidas, como son los sectores, los países y los mercados. Ésta, entre otras de importancia, fue una de las ideas principales durante la celebración del Robeco World Investment Forum el pasado 10 de abril en Ámsterdam, donde más de 200 inversores se reunieron para escuchar a expertos de talla mundial hablar sobre tendencias y asuntos de globalización.
Entre ellos se dieron cita Parag Khanna, director del Instituto Hybrid Reality y colaborador principal en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, el futurólogo Ben Hammersley, reputado autor, ‘gurú digital’ y localizador de tendencias, y Jack Neele, gestor de cartera de tendencias de consumo global de Robeco. Analizaron cuáles serán las principales tendencias del mañana, coincidieron en que los inversores no deben limitarse por las fronteras nacionales, destacaron el interés de encontrar tendencias en las que invertir a través de comunidades, y señalaron hacia la conectividad con los clientes como un elemento clave, según recoge un artículo publicado en la revista Insight de Robeco para el Robeco World Investment Forum.
Buscando tendencias sostenibles, no burbujas
Hammersley afirmó que es importante saber qué nuevas invenciones son aceptables para la sociedad. Por ejemplo, definió a Google Glass como “tecnología espeluznante” que no está recibiendo la aceptación general. Por su parte, Khanna cree que la globalización y una desfragmentación de la fidelidad a los estados nacionales dirigirán a los inversores a observar con mayor atención a los grupos sociales si quieren encontrar las mejores oportunidades. Entrelazando ambos temas, Neele advirtió que las mejores inversiones estarán en comunicaciones o en los servicios de conectividad, y no así en los propios dispositivos.
No puede invertirse en ciertas innovaciones
Hammersley advirtió a los presentes de que algunas invenciones no serán vendibles, y por lo tanto, tampoco debería invertirse en ellas. Continuó con el ejemplo de Google Glass, que permite a los usuarios registrar información mediante unas gafas. Éstas ya han sido prohibidas en restaurantes y en otros lugares públicos, antes incluso de haber salido a la venta.
«La mayor tendencia no está en lo que es posible, sino en cuál es la reacción a la misma», afirmó Hammersley, a quien se le reconoce haber acuñado el término ‘podcast’ para describir la transmisión de breves mensajes de vídeo. “Esto descartará la adopción de determinado tipo de tecnología, como Google Glass, pues a mucha gente no le gusta. Existe una neurosis en torno a determinados avances tecnológicos”.
“Hay lugares en donde Google Glass ha sido prohibido antes incluso de su lanzamiento –hasta se ha acuñado el término ‘Glassholes’ para sus usuarios– y ha causado una ola de negatividad porque, para muchos ciudadanos, no es un producto socialmente aceptable”.
Atención al ‘colapso contextual’
Hammersley introdujo a los presentes en lo que denomina ‘colapso contextual’, o lo que es lo mismo, la falta de análisis y estudio de las implicaciones de los nuevos productos que se desarrollan. “La cuestión del colapso contextual será uno de los grandes asuntos en los próximos 10 años; un gran número de ciudadanos esta abrumado ante tanta nueva tecnología”, afirmó. “Existe un choque entre una mentalidad de ingeniería de lo que es posible, y una mentalidad social de lo que es aceptable”.
Respecto de las empresas en las que conviene invertir, cree que los inversores deberían pasar por alto las ‘tendencias superficiales’ y evitar modas pasajeras que pueden convertirse en burbujas. “Facebook es una burbuja a medio plazo, pero Amazon es un buen negocio de ventas al viejo estilo, que está infravalorado”, añadió.
“El bitcoin es una burbuja porque nadie sabe realmente lo que es: ¿es un sistema de procesamiento de pago, o una moneda virtual? Tenemos que dejar pasar las ‘tendencias superficiales’ para encontrar las tendencias tecnológicas a largo plazo, donde existe una plataforma común y donde todo el mundo está de acuerdo con el principio que hay detrás, como ocurre con los vehículos eléctricos”.
Resiliencia de la globalización
La globalización es otro factor que determina el modo en que el futuro avanzará para los inversores, según Khanna. “No se puede planificar una cartera sin tener en cuenta la resiliencia de la globalización”, aseguró.
“Dado que la mayoría de flujos transcurren entre regiones, las antiguas fronteras establecidas hace siglos han dejado de existir, y los inversores deben incorporar esa inexistencia de fronteras tradicionales en su forma de pensar. La globalización es un fenómeno contrario a la fragilidad: es la única cosa en la que todos participamos, y va a perdurar. Su resiliencia deriva de obtener mayor conectividad y mayores canales de interconexión, no menos”.
Aceptación de la conectividad
Las grandes corporaciones que adoptan la conectividad –incluso cuando se desvía de su negocio principal– fue el tema introducido por Neele, gestor del fondo Global Consumer Trends de Robeco. “Una de las mayores tendencias ha sido que las noticias ahora llegan primero a Twitter, y no al periódico; hoy por hoy, todos somos editores”, afirma. “Las mejores inversiones serán aquellas destinadas a las comunicaciones o a las aplicaciones para la conectividad”.
“Ahora, el énfasis se centra en encontrar tecnologías disruptivas, y el futuro estará en aquellas empresas que proporcionen servicios a plataformas, como por ejemplo aplicaciones exitosas, más que en el hardware. Tenemos que buscar a los ganadores estructurales, allí donde exista un elemento subyacente que esté causando una alteración a una industria existente”.
“Por ejemplo, LinkedIn está trastocando los canales tradicionales de empleo. También existe una tendencia a que las empresas adopten tecnología que facilite la compra de sus productos”. Neele cita los ejemplos de Starbucks, que ofrece la posibilidad de pagar un café mediante el uso de los teléfonos inteligentes, y de Nike, que se está convirtiendo en una empresa de tecnología puesto que ha comenzado a ofrecer dispositivos que los usuarios pueden llevar consigo para cargar los resultados de sus sesiones de trabajo físico. Ninguna tiene que ver con sus negocios principales de venta de café o de venta de zapatillas deportivas en locales físicos.
Pensar más allá de los límites
Los tres expertos en tecnología instaron a los delegados a que pensaran más allá de los límites, si deseaban comprender esta nueva realidad y evitar interpretaciones desfasadas. “Dejen de pensar sobre estúpidos acrónimos compuestos, como los BRICS”, dijo Khanna. “Es mucho más complejo que todo eso, y el verdadero crecimiento no es una simple cuestión de examinar el tamaño de la población; los procesos de profundización regional de las instituciones en el seno de los países son fuerzas más poderosas”.
“Se trata también de conocer los mercados emergentes que han invertido en infraestructura. Uno de los lados oscuros de la globalización es el crecimiento de mega ciudades asiáticas y africanas, como Bombay o Lagos, donde el crecimiento de la población no ha ido en paralelo al de infraestructuras”.
“Y hablamos de dirigirnos al objetivo de ‘la clase media’, pero el término es engañoso, porque la clase media en los mercados emergentes no está necesariamente relacionada a su nivel económico o educativo. Lo que realmente queremos decir con clase media es el consumidor que tiene mayores ingresos disponibles”.
¿Puede usted ser reemplazado por una máquina?
Hammersley puso en duda las viejas teorías de que las profesiones como la de doctor, abogado o contable suponen un trabajo para toda la vida, porque a diferencia de trabajar en una factoría de automóviles, una máquina no puede reemplazar esas funciones.
“Si se piensa detenidamente, gran parte de lo que hace un doctor, un abogado o un contable puede hacerlo una aplicación”, aseguró. “La prima del mercado estará en aquellos trabajos creativos en donde la persona no puede ser reemplazada por un ordenador. Y eso es verdaderamente algo positivo. Irónicamente, el ascenso de la inteligencia artificial hará que el ser humano se esfuerce por ser todavía más humano”.
Neele afirmó que los pagos móviles serán la mayor tendencia inversora en los próximos años; sin embargo los grandes beneficiarios podrían proceder de empresas de las que, todavía, no se tiene noticia en 2014. Llevó a cabo una encuesta entre la audiencia sobre cuál sería la empresa más valiosa en el año 2020: un 39% de los asistentes afirmó que Google, mientras que el 48% afirmó que sería una empresa “de la que no hemos oído nada a día de hoy”.