Tras la bajada del rating de Chile por primera vez en 25 años hace un año, S&P ha mantenido la nota del país a largo plazo en moneda extranjera en ‘A+ ‘con perspectiva estable y en ‘AA-‘en divisa local. Para S&P, esta decisión se apoya en las expectativas de un mayor crecimiento económico, gracias a los elevados precios del cobre y la renovada confianza empresarial tras el resultado de las elecciones del 2017, que podrían derivar en la estabilización de la deuda del gobierno y mejora del perfil externo.
En su informe, S&P afirma que el rating de Chile está justificado por : «su amplia flexibilidad monetaria, fiscal y de tipo de cambio además de por su bajo nivel de deuda, creciente prosperidad y una evaluación favorable de su eficacia institucional y de gobierno. El rating también refleja una posición externa comparativamente más débil inherente a una economía pequeña y abierta expuesta a shocks externos”.
Hace un año, tanto S&P como Fitch, rebajaron en un escalón la calificación de Chile. Aunque sigue siendo las más alta de la región frente a BBB+ de Perú y México, BBB de Uruguay o Panamá, BBB- de Colombia, BB- de Brasil o B- de Ecuador, la mejora de la calificación crediticia es uno de los principales objetivos del gobierno de Piñera. En este sentido, en su informe, S&P afirma que una mejora del perfil externo del país, que resulte menos expuesto al sector exterior gracias al fortalecimiento y diversificación de su economía, podría provocar una revisión al alza del rating en los próximos dos a tres años.
Por el lado contrario, la agencia avisa que podría rebajar el rating en los próximos años en caso de que se produzca o bien, un deterioro de las finanzas públicas con crecimientos de deuda por encima de sus estimaciones o un empeoramiento no esperado de su posición externa neta y aumento significativo de sus necesidades de financiación externas
Con respecto al resto de las agencias de calificación, Fitch lo sitúa un escalón por debajo en A tras su revisión a la baja también hace un año. Moodys, sin embargo, lo mantiene en Aa3 (asimilable a un AA-) desde el año 2010 aunque rebajó su perspectiva de estable a negativa en agosto 2017.