Standard & Poor’s comunicó su decisión de rebajar de nuevo la calificación asignada a la deuda soberana brasileña denominada en divisa extranjera, recortando la nota desde “BB+” a “BB”, con un panorama negativo, apenas cinco meses después de que el país perdiera su calificación de grado de inversión. La deuda soberana brasileña denominada en moneda nacional también sufrió una rebaja, de “BBB-” a “BB”.
Los motivos que están detrás de la decisión de Standard & Poor’s siguen siendo los considerables desafíos económicos y políticos a los que Brasil se enfrenta. Desde la agencia calificadora de riesgo esperan que haya “un proceso de ajuste prolongado, una lenta corrección en la política fiscal, así como otro año de profunda contracción económica”.
La agencia no descarta hacer nuevas rebajas en el año en curso si no se logran tomar las medidas fiscales necesarias. Estiman un déficit presupuestario general del gobierno del 7% y una deuda neta del 60%, en promedio para el periodo de 2016 a 2018. Una fuerte y creciente carga por el pago de los intereses de la deuda, dado el aumento de las tasas de interés y el impacto de un real brasileño debilitado, contribuye al incremento del déficit del gobierno. La nota positiva es que las cuentas externas de Brasil se están ajustando con mayor rapidez que la anticipada por Standard & Poor’s, que revisó sus expectativas para el déficit actual en un 2% del PIB en el periodo de 2016 a 2018.
Brasil continúa en su peor recesión desde que comenzaron los registros en 1901, la caída de los precios de las materias primas junto con una desaceleración de la economía china (el mayor socio comercial del país), han mermado los ingresos procedentes de las exportaciones del crudo, hierro, y la soja. El real brasileño se depreció casi un 30% en 2015, el peor desempeño entre las monedas a nivel mundial, después de perder el grado de inversión el pasado año, en medio de un déficit fiscal récord y un escándalo político que ha obstaculizado cualquier posible ajuste fiscal.