En una reciente investigación realizada por el profesor Robert G. Eccles, de la Harvard Business School, se ha concluido que las organizaciones que disfrutan de un alto grado de integración de la sostenibilidad superan a sus homólogas en el largo plazo, tanto en términos financieros como en tasa de retorno para los inversores. ¿Cómo y por qué las empresas sostenibles son mejores y más productivas? Porque trabajan con visión de futuro,y son menos proclives a quedar atrapadas por eventos puntuales que las puedan afectar; en definitiva, están mejor preparadas para afrontar los cambios en las expectativas sociales.
En los próximos años la pregunta de por qué debería ser adoptada la sostenibilidad estará ya fuera de lugar.
¿Cuáles son los factores clave que distinguen a las empresas sostenibles? Interactúan mejor y más cerca de sus grupos de interés, la sostenibilidad es una prioridad en la sala de juntas, y los incentivos de sus principales ejecutivos van ligados a los resultados no financieros y orientados al largo plazo. Porque, precisamente, uno de los principales retos que afrontan las empresas sostenibles es evitar la presión que la visión de corto plazo de los inversores ejerce sobre ellas.
Alinear los objetivos de los inversores con los de la sociedad.
Un análisis financiero está incompleto si no tiene en cuenta los elementos clave de la sostenibilidad, como son los criterios ESG (Entorno, Social, Buen Gobierno). Los asuntos asociados a la sostenibilidad pueden tener un impacto muy importante sobre el rendimiento, y como consecuencia sobre la valoración y la rentabilidad ajustada al riesgo de las inversiones. La incorporación de criterios ESG en las decisiones de inversión es, por tanto, de interés común para todas las partes interesadas. Incorporar y valorar los criterios ESG significa tomar mejores decisiones, y más informadas. También van a ayudar a los inversores a alcanzar sus objetivos no financieros, como cumplir con su deber fiduciario, maximizar el impacto socio- económico, reducir al mínimo los riesgos de reputación, y generar valor para sus grupos de interés.
No solo se trata de realizar una cruzada ética, sino de utilizar la misma savia del capitalismo para generar mejores resultados para los inversores
La inclusión de los criterios ESG permite, por tanto, alinear los objetivos de los inversores con los de la sociedad. Trasladar el pensamiento sostenible, y las mejores prácticas empresariales, utilizando los mercados financieros como mecanismo de transmisión, es un desafío de calado. Porque, no solo se trata de realizar una cruzada ética, sino de utilizar la misma savia del capitalismo para generar mejores resultados para los inversores. En consecuencia, en los próximos años podríamos asistir a tres hechos relevantes; la inversión en sostenibilidad se convertirá en un activo fundamental; no habrá ya más excusas para no integrar la inversión en sostenibilidad en los procesos inversores y la práctica corporativa; y la pregunta de por qué debería ser adoptada estará ya fuera de lugar.