Las estrategias de inversión por factores, como Smart Beta, capitalizan los avances en el acceso a datos y tecnología, para poner al alcance de los inversionistas información que anteriormente estaba disponible solamente para grandes instituciones.
Los factores son impulsores amplios y persistentes de rendimientos en las inversiones, que en las últimas décadas han demostrado añadir valor a los portafolios, de acuerdo con datos de la Universidad de Darmouth. Las estrategias de inversión por factores, como Smart Beta, capitalizan los avances en el acceso a datos y tecnología, para poner al alcance de los inversionistas información que anteriormente estaba disponible solamente para grandes instituciones.
Conforme estas estrategias siguen ganando terreno, aparecen algunos conceptos erróneos en torno a ellas. A continuación presentamos —y clarificamos— algunos de ellos.
1. Las estrategias de factores están enfocadas únicamente en acciones
Falso. Las estrategias Smart Beta de renta variable como momentum, valor, calidad y mínima volatilidad, son por mucho las estrategias de factores más adoptadas, y continuamente sirven como puerta de acceso para este tipo de inversiones.
Sin embargo, es importante destacar que el concepto se extiende más allá de la renta variable, a otro tipo de activos como bonos, materias primas y monedas. Por ejemplo, los factores de renta fija son menos conocidos, pero igualmente buscan capitalizar las ineficiencias de los mercados. Los mercados de bonos son impulsados principalmente por la exposición a dos factores de riesgo macroeconómico: el riesgo en las tasas de interés y el riesgo crediticio. Una forma en que las estrategias de factores en bonos intentan mejorar los retornos es equilibrando los riesgos.
Mientras los inversionistas buscan formas más precisas y sofisticadas de alcanzar las metas de sus inversiones, creemos que veremos más estrategias de factores en otras clases de activos, al igual que en formatos multi-activos y de corto y largo plazo.
2. La inversión por factores es innecesaria porque mi portafolio de acciones, bonos, materias primas, fondos de cobertura y bienes raíces, está bien diversificado.
Quizá, quizá no. En algunas ocasiones un portafolio no está tan diversificado como uno piensa. Se pueden tener muchos tipos de valores, pero estos pueden verse afectados por los mismos riesgos. Por ejemplo, el riesgo del crecimiento económico tiene especial relevancia en la renta variable pública y privada, la deuda de alto rendimiento, algunos fondos de cobertura y en bienes raíces. Por ello, mientras el crecimiento se desacelera, un portafolio sobreexpuesto a este factor en particular verá en sus resultados cómo el retorno total de cartera se reduce, independientemente de lo diversificadas que puedan ser sus participaciones, ya sea por activos o regiones.
El análisis de factores puede ayudar a los inversionistas a buscar entre distintas clases de activos y entender los factores de riesgo subyacentes. De esta forma, realmente se puede diversificar un portafolio al momento de buscar mejorar la consistencia de los retornos con el paso del tiempo.
3. La inversión por factores es una estrategia de inversión pasiva
No exactamente. Por lo menos nosotros no lo vemos de esa manera. La inversión por factores combina características tanto de la inversión pasiva como activa, y de esta manera permite a los inversionistas mantener muchos de los beneficios de las estrategias pasivas, mientras se buscan mejores retornos o menor riesgo. Es por ello que para nosotros, la inversión por factores es tanto pasiva como activa.
Aunque creemos que tanto la inversión pasiva tradicional, como la activa tradicional y aquella por factores, tienen lugar en una cartera de inversión, no es un secreto que los resultados que algunos gestores activos han generado en el pasado, también pueden alcanzarse utilizando estrategias Smart Beta de menor costo.
Más información en este link.