¿Es el producto interior bruto (PIB) un indicador válido hoy día? Este debate no es nuevo, muchos han sido los expertos y estudiosos que han puesto en tela de juicio el papel del PIB como indicador clave del progreso económico y del bienestar de las sociedades ha sido puesto en tela de juicio durante años. Desde Credit Suisse Research Institute han querido dar su visión a través del informe El futuro del PIB.
Según este instituto de investigación de Credit Suisse, este indicador presenta ventaja y desventajas a la hora de usarse como dato aislado. Dado el mundo cada vez más complejo, interconectado y digital, los autores del informe sostienen que el PIB no refleja fielmente estos cambios y su repercusión en las sociedades.
Urs Rohner, presidente del Credit Suisse Research Institute y presidente de la junta directiva de Credit Suisse Group, explica que “la fijación del PIB como el indicador de progreso tanto de los tomadores de decisiones públicos como privados ha llevado a un descuido con varios efectos secundarios del crecimiento económico. Además, con una economía global cada vez más digital, tendemos a ser menos capaces de medir con precisión la productividad de sectores”.
Los autores del informe señalan una serie de debilidades que tienen los parámetros del PIB para capturar fielmente el desarrollo de una economía, en comparación con lo que los inversores privados e institucionales, también públicos, buscan. Se trata de:
- Para los inversores, la demanda de datos ambientales, sociales y de gobierno corporativo aumenta exponencialmente.
- Para el sector público, las organizaciones como el Banco Mundial ya tienen en cuenta indicadores diferentes al PIB para evaluar la calidad de vida, incluyendo la esperanza de vida al nacer o el acceso a la educación.
- Cada vez resulta más difícil obtener datos fiables respecto de ciertas actividades (como los servicios financieros, I+D) y tecnologías (como por ejemplo la digitalización y la economía colaborativa).
- El producto nacional bruto (PNB), aunque comparte sus elementos fundamentales con el PIB, es más adecuado para una era globalizada porque tiene en cuenta los ingresos generados por las empresas de propiedad extranjera y por los residentes extranjeros.
En contraposición, los autores del informe sugieren que los inversores, estudiosos y gestores que, en primer lugar, las debilidades de los parámetros del PIB sigan siendo analizadas por los expertos más prominentes. Los grupos de interés pertinentes deben seguir de cerca estos debates y tomar las medidas correspondientes.
“En segundo lugar, los responsables públicos y privados cuentan con un gran número de herramientas a su disposición que deben utilizar para complementar las cifras del PIB, ya que permiten un mejor análisis de las medidas y de sus repercusiones en la sociedad y en el medio ambiente; y, por último, es importante que lo perfecto no se vuelva enemigo de lo bueno. Si bien todos los retos no están superados, se han realizado grandes progresos a la hora de reducir las distorsiones de los parámetros actuales”, señala en sus conclusiones el informe.