El estilo de inversión por factores ha crecido a una tasa media del 11% desde el año 2011, alcanzando actualmente 1,94 billones de dólares de activos bajo gestión (1.940 billion, en inglés). Las expectativas de crecimiento para los próximos cinco años son igual de alentadoras y se espera que continúe creciendo a una tasa del 12%, hasta 3,428 billones de dólares en el año 2022. Sobre el éxito de esta relativa nueva tendencia, derivada del CAPM de los años 60, y sus beneficios para aumentar el retorno de las carteras de inversión, conversó Funds Society en una entrevista exclusiva con Sebastián Figueroa, Head of Weatlh para clientes chilenos de BlackRock.
“Lo primero es definir qué es lo que se considera un factor y lo que no”, explica Figueroa. “Nosotros los definimos como una medida persistente en el tiempo que explique el retorno”, así pues, entre una variedad amplia de factores existentes, para BlackRock los factores de estilo son sólo cinco: “value”, “momentum”, “minumum volatily”, “size” y “quality”. Estos cinco factores en su conjunto han generado un retorno superior al benchmark durante el periodo 2001-2017.
Esta persistencia y generación de retorno en el largo plazo apoyan la recomendación de BlackRock de invertir en factores dentro de la parte core del portafolio, por ejemplo, a través del ETF LRGF multifactor, y hacer “tilting” (leves desviaciones de un factor frente a otro), en función del momento del ciclo económico en el que nos encontremos. “Parece ser que en ciclos de expansión el factor “momentum” es el factor que mejor se comporta. En una contracción de ciclo, hay factores como “quality” o «mínima volatilidad» que empiezan a tener mejor performance que “size” y “value” y en un periodo de recuperación, el que captura mejor esta recuperación es el factor “value” y “size”, explica Figueroa.
Los ETFs de factores de BlackRock, rebalanceados semestralmente, siguen las reglas MSCI US, “con reglas muy definidas donde vemos que hay detrás o cómo se mide, por ejemplo, para las acciones que son “quality”, vemos la persistencia en las utilidades, como está el ROE, la relación deuda/patrimonio”. Otra de sus ventajas es su bajo coste, puesto que las comisiones de los ETFs de factores de BlackRock oscilan entre 15 -25 pbs según el mercado del que se trate. Figueroa concluye:” no es rocket science, es muy fácil de implementar, todo transparente, publicado y fácil de invertir”
En definitiva, aclara, muchos inversores están invirtiendo en factores sin saberlo. ”Nosotros, por ejemplo, hemos visto que en Estados Unidos la forma tradicional que tenían de invertir era por sectores, pero detrás de los sectores están los factores que son los que explican el retorno. Al final del día, sí o sí, estoy invirtiendo en factores. Lo importante es tener esa visibilidad de a qué estoy expuesto y eliminar los factores que no son persistentes y que son detractores de rentabilidad”, aclara Figueroa. “Gracias a la inversión factorial se logra diversificar la matriz de retorno”, afirma el ejecutivo para quien las fuentes de creación de valor dentro de una cartera accionarial: la parte beta – el indexing, la parte factorial y el alpha puro, “tienen todas cabida dentro del portfolio porque todos van a entregar fuentes distintas de retorno”.
Hoy por hoy, la inversión en factores está más centrada en el segmento institucional, incluso hay grandes clientes institucionales que tienen sus propios modelos de factores, y clientes de banca privada. Para garantizar esas tasas de crecimiento proyectadas en el futuro en la industria para Figueroa es clave la educación financiera. «Nosotros en BlackRock estamos trabajando en conjunto a managers, banqueros, a analizar el portafolio desde un prisma factorial”, puntualiza