Según Yerlan Syzdykov, jefe del área de Deuda de Mercados Emergentes y High Yield de Pioneer Investments, a pesar de los períodos de volatilidad, los mercados emergentes han demostrado su resistencia a las turbulencias y continuarán ofreciendo a los inversionistas selectivos una verdadera oportunidad.
Syzdykov destaca tres pilares que yacen detrás de la fortaleza de la deuda de mercados emergentes: «Estamos viendo una evolución de la clase de activo en términos de tamaño y composición. En 1998, la deuda del sector empresarial de los mercados emergentes representaba un 3,5% sobre el total de la deuda del sector empresarial de la Unión Europea y de Estados Unidos. En la actualidad, supera el 17%. Con un volumen de 1.000 millones de dólares, la deuda high yield de mercados emergentes se asemeja a la deuda high yield en Estados Unidos. Además, observamos una mejora en la calidad crediticia de los mercados emergentes. En términos generales, el ratio de deuda sobre el PIB ha mejorado y las finanzas públicas son relativamente más sólidas que en los mercados desarrollados. Por último, el desarrollo gradual de la base de inversionistas respaldará la deuda emergente a medio y largo plazo. Durante los últimos cinco años, los inversionistas duplicaron sus colocaciones en deuda emergente, aunque éstas todavía resultan pequeñas en comparación con la correspondiente participación del PIB de los mercados emergentes y los mercados de bonos mundiales’’.
Syzdykov sostiene: ‘‘Estamos entrando en una nueva fase de desarrollo en los mercados emergentes e invertir en esta clase de activo requiere una nueva manera de pensar. Para nosotros, la clave está en la selección, dado que las distintas dinámicas de cada país y sector desempeñan un papel fundamental en el rendimiento de la clase de activo’’.
Agrega: ‘‘Comprender los diferentes desafíos que enfrentan los mercados emergentes, controlar los resultados del análisis para identificar el riesgo interno y externo del país, y hacer un seguimiento de las medidas y reformas implementadas por estas economías resulta de gran importancia para gestionar las oportunidades y los riesgos de invertir en los mercados emergentes’.
La deuda de mercados emergentes como clase de activo ha experimentado una considerable trasformación durante la última década. Esta evolución radical en términos de profundización financiera, principios más saludables, mayor transparencia y mejor gestión dio lugar a un aumento de la solvencia y a una mayor demanda proveniente de una creciente base de inversionistas.
Sin embargo, 2013 resultó ser un año de grandes desafíos para la mayoría de las áreas de renta fija y, en particular, para la deuda emergente. Syzdykov admite que ‘‘la pregunta que muchos inversionistas tienen en mente es, ¿este período de volatilidad marca el fin de la luna de miel con la deuda emergente? Los inversionistas se preguntan si los mercados emergentes están enfrentando una desaceleración estructural o si surgirán nuevos modelos de crecimiento’’.
Continúa explicando que ‘‘con el desafío llega la oportunidad’’ e identifica una serie de condiciones de esta nueva etapa de inversión en los mercados emergentes:
- En la actualidad, las reformas estructurales se encuentran en la agenda de muchos países emergentes: el debilitamiento de los factores cíclicos que respaldan los enormes ingresos de los últimos años estimulan a los países emergentes a idear modelos de crecimiento más sostenibles.
- Se están abriendo nuevos frentes de tensiones geopolíticas y los resultados electorales en alguno de los países emergentes pueden tener efectos materiales en los mercados financieros.
- La capacidad de los mercados emergentes para generar crecimiento depende del papel que China desempeña en el marco macroeconómico mundial. La desaceleración China tendrá efectos en el crédito y las reformas están dirigidas a llegar a una transición gradual hacia un modelo de crecimiento más equilibrado y sostenible.
- La finalización prevista por parte de la Reserva Federal del programa de Flexibilización Cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés), debería suponer la normalización del flujo, lo que ofrece ciertas oportunidades a través de una gran variedad de emisores del sector público y del sector empresarial.
Syzdykov afirma que: ‘‘Identificar posibles ganadores en este nuevo escenario, descubrir países y empresas con la capacidad de dejar atrás los legados y avanzar hacia un camino de crecimiento más equilibrado, es una fuente de ventaja competitiva. La evolución y el desarrollo de los mercados emergentes indica que los inversionistas han comenzado a adoptar la deuda emergente como una clase de activo principal. En la búsqueda constante por lograr la rentabilidad, la deuda de los mercados emergentes se convierte en una oportunidad de compra convincente, que permite a determinados inversionistas explorar la complejidad de las diversas fuentes de potencial de rentabilidad y beneficiarse con éstas’’.
El equipo de mercados emergentes de Pioneer Investments, formado por 10 portfolio managers de productos especializados con un promedio de 15 años de experiencia en el sector, gestiona 2.420 millones de dólares en mercados emegentes, incluyendo estrategias en deuda con grado de inversión, estrategias en deuda pública y privada, high yield y en divisas locales.