Los consumidores en España rebajaron sus expectativas de inflación a corto y medio plazo por tercer trimestre consecutivo, de acuerdo con el estudio sobre expectativas de inflación de M&G realizado por YouGov. Los consumidores españoles prevén que la inflación se situará en el 2,8% dentro de 12 meses, lo que representa un leve descenso de sus expectativas a corto plazo, respecto al 3,0% registrado en el último sondeo hace tres meses.
Singapur fue el otro país encuestado que mostró la misma tendencia bajista en las expectativas de inflación a corto plazo. Austria, Alemania y el Reino Unido reflejaron un aumento de dichas expectativas a un año, comparado con los resultados revelados en el último estudio trimestral. A medio plazo (cinco años), las expectativas en España se vieron ligeramente incrementadas del 3,0% al 3,1% en el periodo de tres meses.
En conjunto, las expectativas de inflación de los consumidores se mantienen por encima de los objetivos del banco central en la mayoría de países, incluido España, donde la inflación local asciende actualmente al 1,6%. En este país dichas expectativas también se encuentran muy por encima del objetivo fijado por el Banco Central Europeo (BCE), lo que indica una falta de confianza en la capacidad del BCE para lograr su objetivo del 2,0% a medio plazo.
“Existen ciertos atisbos de optimismo a corto plazo en España. Las expectativas de inflación de los consumidores españoles continuaron su tendencia bajista este trimestre y los encuestados del citado país están expresando opiniones algo más optimistas sobre las previsiones de ingresos netos para los próximos 12 meses, comparado con los resultados registrados en el estudio del pasado trimestre. Sin embargo, la mayoría de los consumidores españoles siguen preocupados por el impacto global de la inflación, al erosionar el valor del dinero que mantienen en efectivo: aproximadamente un tercio de los españoles estiman que sus ingresos netos se reducirán en el transcurso de los próximos 12 meses. Además, se muestran sumamente escépticos con el gobierno de España y con las políticas que emplea el BCE para gestionar la inflación. La falta de confianza de los consumidores respecto a la política de control de la inflación y la persistente inquietud por la estabilidad de los precios debería considerarse un mazazo para los responsables del banco central”, declaró Jim Leaviss, responsable de renta fija para inversores individuales de M&G.
El estudio revela que los españoles se encuentran entre los más preocupados por las consecuencias que puede acarrear el repunte de la inflación. Tres cuartos (el 75%) de los consumidores españoles afirmaron que esto constituye para ellos un motivo de preocupación, al igual que para los consumidores en Francia (75%), aunque algo menos que Italia (79%), Hong Kong (78%) y Singapur (79%). La cifra relativa a España se sitúa por encima de la del Reino Unido (61%).
Los españoles se encuentran entre los que menos confían en su gobierno. Más de dos tercios (el 68%) de los consumidores españoles no creen que el gobierno español esté siguiendo las políticas económicas adecuadas, un porcentaje superior a Francia (62%), Italia (60%), Austria (48%), Hong Kong (45%) y el Reino Unido (44%).
Los consumidores de la mayoría de países no están convencidos de que sus respectivas autoridades monetarias / bancos centrales estén aplicando actualmente las políticas correctas para lograr la estabilidad de los precios a medio plazo. Por el contrario, los consumidores de Singapur y Suiza son los que más respaldan la política de sus bancos centrales.