Las incertidumbres políticas y económicas que conlleva el cambio en la Casa Blanca van a ser probablemente uno de los temas principales de discusión en las próximas semanas.
En Flossbach von Storch han producido un análisis de mercado, firmado, entre otros, por el Dr. Bert Flossbach, fundador de la empresa y gestor del fondo Flossbach von Storch Multiple Opportunities II, que aborda este tema desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, se analizan las diferencias y similitudes entre la era de Reagan y la de Trump.
¿Qué panorama dejó 2016 en los mercados?
El desarrollo de los mercados bursátiles fue, si bien poco espectacular, relativamente sólido en el año. A nivel político el año estuvo lleno de sucesos importantes y sus efectos aún se harán notar a largo plazo en el desarrollo de los mercados y las economías y políticas de los países.
La apreciación del dólar americano fuerte y el alza de tipos en Estados Unidos parecen resultar de las expectativas de una mejora coyuntural en la economía estadounidense, apoyada sobre las medidas anunciadas por el presidente Trump. Sin embargo, los mercados parecen infravalorar los efectos del tono proteccionista de su discurso y del significativo aumento del déficit que conllevan dichas medidas.
¿Qué se podría esperar para 2017?
En Estados Unidos, la gran pregunta para este año es qué papel jugará la Fed durante la legislatura. Desde Flossbach von Storch se cuestionan si se debe esperar un cambio de régimen desde la primacía de la política monetaria a la primacía de la política fiscal, y con ello, el comienzo de un nuevo ciclo. El gobierno puede que tome de nuevo las riendas, quitándoselas a la Reserva Federal. Los mercados de capitales se moverán de nuevo por factores fundamentales como el crecimiento económico y los beneficios corporativos, en lugar de depender en la política monetaria. Una subida en los tipos de interés, será una expresión de un incremento en el optimismo económico y una vuelta a la ‘normalidad’. Para Flossbach von Storch, la ironía está en que estas medidas vienen de la mano de un presidente estadounidense completamente heterodoxo y de su gabinete, igualmente poco convencional.
Con una montaña de deuda en Estados Unidos y teniendo en cuenta que la situación de partida de Reagan en 1981 difiere de la actual, las preguntas claves que los inversores deben hacerse son: ¿será el nuevo presidente capaz de ejecutar su política de relajación fiscal y regulatoria al mismo tiempo que busca aumentar la inversión en infraestructuras de una forma eficaz? Es más, ¿será capaz de financiarla de una forma eficiente?
En Europa es de esperar que el Banco Central Europeo mantenga los estímulos, aunque quizá aparezcan dificultades en el camino debido a la incertidumbre política.
En líneas generales desde Flossbach von Storch creen que el mercado bursátil se beneficiará de mayores retornos que las inversiones en renta fija. Sin embargo, no se espera un flujo relevante desde la renta fija a la renta variable debido al miedo persistente del inversor medio europeo frente a las fuertes caídas de precios.
También adelantan una transformación relativa de los fondos semi-activos hacia los tradicionales fondos indexados y ETFs. No obstante, no se espera un cambio de régimen de inversión activa a pasiva, puesto que la mayoría de los fondos a reemplazar no se pueden considerar una inversión puramente activa.