“Empieza a sonar como un disco rallado, pero la semana pasada los mercados desarrollados volvieron a romper sus records”. Así empieza el último informe de asignación de activos semanal de ING IM. Las razones están en la filosofía acomodaticia de los bancos centrales, las sorpresas positivas en los datos macro y en resultados corporativos más que decentes. Por el contrario, las bolsas y las divisas emergentes evolucionan peor que el mercado, los bienes raíces acusan la subida generalizada en las tasas de los bonos gubernamentales, algo que, según precisa la firma debe monitorizarse muy de cerca. Los mercados de materias primas tuvieron un comportamiento dispar: las commodities cíclicas se comportaron bien mientras las agrícolas y los metales preciosos continuaron con su descenso.
En este contexto ¿Cuál es la asignación de activos recomendable? ¿Se debe seguir apostando por la renta variable desarrollada o es hora de comprar emergentes? ¿En renta fija, qué puede esperarse a partir del mes de septiembre? ¿hemos alcanzado un nivel de euforia en los mercados desarrollados?
En general, ING IM se siente cómodo con su visión modestamente afín al riesgo, en la que sobrepondera la renta variable y los bienes raíces. Estas posiciones se fundamental sobre señales positivas tanto fundamentales como técnicas. Sin embargo, ING IM esta pendiente de obtener confirmación adicional del mercado para adentrarse más en los sectores cíclicos de la bolsa y en las materias primas. En todo caso, ING cree que el mercado de renta variable necesita todavía de una vigilancia extrema que permita retornar a la búsqueda de valores con alta rentabilidad por dividendo o bonos con cupón elevado, paradigma de lo que ha estado buscando el mercado durante los últimos años. “Podría ser pronto para posicionarse en un siguiente nivel de mercado, mucho más orientado al crecimiento, pero la probabilidad de que estemos en esa nueva fase claramente ha aumentado, y no debe desdeñarse”, explica el informe.
En el muy corto plazo ING IM señala que se detecta un nivel de alto optimismo en las bolsas que podría llevar a una pausa o corrección en los mercados. “Este es evidente por ejemplo en el índice AAII y en el alto nivel de compras apalancadas en EE.UU. (margin debt)”, afirma el informe. Sin embargo, ING IM no cree que estemos en niveles de euforia que justifiquen tomar una postura más “contrarían” en cuanto a los activos con riesgo.