En la segunda mitad de año, la beta que ofrecerán los mercados será muy baja y por eso los inversores tendrán que tener claro que solo asumiendo riesgo, y a través de una gestión activa, podrán saciar su apetito por los retornos y las rentas. Así lo defiende Neil Dwane, estratega Global de Allianz Global Investors, en esta entrevista con Funds Society.
¿Cuál es su visión para los mercados en la segunda mitad del año?
En general vemos escaso potencial para muchas clases de activos tras una fuerte primera mitad de año. Los mercados de renta variable estadounidenses están ahora caros, con poco apoyo de los dividendos y necesitados de la reforma fiscal de Trump y estímulos fiscales. Además, EE.UU. está viendo un modesto crecimiento económico y afronta subidas de tipos por parte de la Fed.
Asia ofrece más oportunidades de crecimiento, en la medida en que India e Indonesia sacan partido de sus nuevos gobiernos modernizadores, mientras esperamos que China se mantenga estable hasta el Congreso del Partido en noviembre. A largo plazo, Asia ofrece la oportunidad de 4.000 millones de nuevos consumidores para los que el sueño americano está vivo.
Europa cuenta con valoraciones atractivas, en la medida que los riesgos políticos tras el Brexit pierden fuelle y el nuevo momentum positivo desde la elección de Macron podría impulsar el viaje hacia los Estados Unidos de Europa en 2018, aunque las políticas actuales aún están poco claras. Con los tipos de interés aún muy bajos, los inversores en euros se siguen enfrentando a la decisión de tener su dinero en bonos sin retornos o invertir en acciones que ofrecen atractivos dividendos o buena exposición a oportunidades mundiales. “Si no tomas riesgo, no tendrás retorno”: ese sigue siendo nuestro mantra y, por tanto, tomar algo de riesgo requerirá de una gestión activa para controlar los periodos de volatilidad que puedan surgir.
¿Cuáles serán los principales focos de incertidumbre?
Para muchos inversores globales, los generadores de incertidumbre siguen siendo las direcciones políticas del presidente Trump, que podría aún virar hacia el proteccionismo con Asia y el NAFTA y podría, o no, impulsar una reforma fiscal para sostener la economía estadounidense. Las geopolítica en Oriente Medio y otras áreas, relacionada con el sector energético, podría continuar poniendo nerviosos a los inversores, pues un shock en la oferta de petróleo no está puesta en precio actualmente. Eso afectaría en las economías más importadoras y en la actividad fiscal global. Más difícil de predecir es la situación problemática con Corea del Norte, donde las presiones de EE.UU. y China aún no muestran progreso y podrían inflarse fácilmente por un error diplomático o una malinterpretación.
También a nivel geopolítico, empezarán las negociaciones del Brexit: ¿cómo prevé que se desarrollarán y qué impacto habrá en los mercados, sobre todo en Europa?
El Brexit presenta un periodo de alta incertidumbre, empeorada por el reciente resultado de las elecciones de Reino Unido en junio. Pensamos que es muy poco probable que se pueda negociar un acuerdo para 2019 y creemos necesarios acuerdos de transición. Todas las empresas europeas esperarán que predomine el sentido económico y de negocio y que los procesos regulatorios y de comercio se mantengan. Reino Unido afrontará un periodo significativo de incertidumbre económica y debilidad que podría llevar a una mayor debilidad de la libra, mientras la UE podría progresar, con Macron rejuveneciendo la política. Tanto el euro como la libra están infravalorados contra el dólar, y esperaríamos que el euro se fortaleciera a partir de ahora.
A nivel geopolítico también vienen en septiembre las eleciones en Alemania. Tras lo ocurrido en Holanda y Francia, ¿se pude decir que se han desterrado los populismos en Europa?
Por ahora podría parecer que el populismo ha tocado techo tras el voto del Brexit. Sin embargo, hay que señalar que los partidos anti-UE recibieron un 40% de los votos en las recientes elecciones y posiblemente, incluso en Francia, solo la mitad del electorado votó a Macron. A corto plazo, Italia sigue siendo la última falla de riesgo político significativo en Europa, pues cerca del 60% favorece actualmente partidos antieuropeos, aunque al menos tenemos hasta mayo de 2018 para ver el progreso. Así que el populismo podría soñar y despertar en el próximo ciclo electoral si los políticas europeas no reparten mejor su riqueza, crecimiento y oportunidades.
¿Ve riesgo político en mercados como España?
España ofrece poco riesgo político a Europa, dada su corta historia como democracia y la cuestión catalana podría arreglarse a través de mayor poder económica a la administración local.
Sobre las políticas monetarias: ¿ve una clara distinción entre EE.UU. y Europa?
Sí, hemos entrado en un periodo de divergencia en las políticas monetarias, con el BCE siguiendo acomodaticio y la Fed ahora subiendo tipos y considerando cómo reducir su balance. Las condiciones financieras en EE.UU. siguen bastante acomodaticias así que esperamos que la Fed siga subiendo tipos en la segunda mitad de este año. La acomodación monetaria está tocando techo y las consecuencias para muchas clases de activos de los QE ahora están empezando a manifestarse, especialmente en el segmento sobrevalorado de deuda pública.
¿Cuándo actuará el BCE?
Esperamos que el BCE termine de retirar el QE en 2018 y empiece a subir tipos entonces, aunque muy despacio en 2019, dependiendo de la economía. Debería apoyar la expansión económica de mitad de ciclo que vemos hoy.
La regulación, como MIFID II: ¿cuál será su impacto en la industria y en los mercados?
Esperamos que MiFID II ofrezca mejor transparencia y soluciones de inversión a los clientes, pues forzará a todos los gestores y distribuidores a explicar los servicios que están proporcionando a sus clientes y a qué costes. Esto podría ser muy disruptivo. Por ello forzará a nuevos modelos de negocio y nuevas relaciones con clientes, cambiando el actual escenario de servicios financieros.
A nivel de mercados… ¿en qué activos ve más oportunidades de cara a la segunda mitad de año?
Tomando riesgo para obtener retornos, y gestionando el nerviosismo de los clientes para afrontar los shocks y la incertidumbre, eso nos deja con una alta convicción sobre la búsqueda de income, donde los clientes pueden encontrar atractivos niveles de rentabilidad en el segmento de deuda high yield en EE.UU. y deuda emergente, así como en renta variable europea. Con un modesto crecimiento global, y los tipos bajos durante más tiempo, los retornos de la beta seguirán siendo bajos y por tanto, los clientes deberían confiar en que una gestión activa puede proporcionar buenos retornos para saciar sus necesidades de income y ganancias de capital.