Tras realizar devaluaciones durante el martes y el miércoles frente al dólar, del 1,9% y 1,6%, respectivamente, China ha devaluado su divisa por tercer día consecutivo –otro 1,1%-, si bien el banco central del país da por concluidas las medidas que permitirán que el renminbi fluctúe de forma más abierta y en línea con los mercados. Para Mirae Asset Global Investments, gestora de referencia en mercados emergentes, los riesgos de una guerra de divisas se mantienen.
En su opinión, aunque las medidas tomadas podrían llevar a una mayor depreciación de la divisa, las grandes reservas de China colocan al país en una gran posición para defender su moneda. Además, las implicaciones no tienen por qué ser negativas: en primer lugar, porque la inflación podría recuperarse, y, aunque eso limitara los recortes de tipos, los tipos reales en la economía bajarían debido a esa subida de los precios. En segundo lugar, por el impulso a las exportaciones: “Hemos visto históricamente que los ajustes en las divisas son una herramienta beneficiosa para impulsar las exportaciones y el crecimiento económico”, dice la gestora en su informe.
Y eso tiene una contrapartida: es negativo para los exportadores a China, como Corea, Taiwán, Hong Kong y Singapur. Además, los países de la ASEAN podrían verse impactados debido a los efectos secundarios de la devaluación del renminbi, viendo depreciarse también sus divisas y reduciéndose el margen de recortes de tipos de interés mientras sus divisas siguen bajo presión.
Y hay un tercer impacto: China es el mayor consumidor de materias primas y el encarecimiento de estas commodities (al tener precio en dólares) limitará el consumo y seguirá ejerciendo presión en los precios a corto plazo, lo que perjudicará especialmente a los países más exportadores de materias primas, entre los que se encuentra la región latinoamericana o mercados como Indonesia o Malasia. Con todo, desde Mirae Asset creen que, si esto lleva a mayores políticas monetarias acomodaticias en otros países, será positivo para la renta variable.
Primer impacto: los exportadores a China y centros de préstamos
Dentro de Asia, los vecinos chinos se verán afectados puesto que perderán competitividad con respecto al gigante asiático y podrían ver más comprometidas sus exportaciones. La gestora analiza quiénes se ven más y menos impactados: el país menos afectado será India, gracias a su baja exposición al país del dragón (sólo un 4,2% de sus exportaciones se dirigen a China). Además, en un entorno de bajos precios de las materias primas, India, como importador neto, sacará partido a la situación.
Pero, al otro lado, Corea y Taiwán son dos mercados con grandes lazos comerciales con China. El primero envía al gigante chino un 39% de sus exportaciones y el segundo un 29%. A medio plazo Mirae ve a los dos mercados (el 40%-60% de sus exportaciones a China son bienes electrónicos) perdiendo competitividad frente a los productos chinos. Con todo, el superávit de cuenta corriente de ambos países, la baja inflación y las reservas les permitirán superar nuevas depreciaciones, dice la gestora.
Con respecto a centros financieros como Hong Kong o Singapur, que se han beneficiado de realizar présamos a empresas chinas, verán impactado el volumen de este negocio, puesto que será más atractivo pedir prestado en una divisa que se está depreciando. Además, en Hong Kong, la economía se verá perjudicada por una divisa más fuerte frente a la china, algo que ya se ha visto con la caída en sus ventas minoristas. El único aspecto positivo, según Mirae Asset, es que ayudará a Hong Kong a reducir la inflación, que actualmente se sitúa en torno al 3%.
Segundo impacto: divisas bajo presión en Asia
Aunque los vínculos comerciales con China son menores en los países de la ASEAN, una gran proporción de esas exportaciones están ligadas a las materias primas, lo que tendrá impacto. Filipinas sigue siendo un activo refugio en la región, por sus reservas de divisas, superávit por cuenta corriente, lazos limitados con China (17% de sus exportaciones) y su condición de país importador neto de materias primas.
Pero Indonesia se verá impactado a corto plazo: exporta un 11% del total a China, tiene las menores reservas de divisas frente a su PIB en Asia, es exportador de materias primas y tiene déficit por cuenta corriente. Eso podría retrasar los recortes de tipos en el país, si su divisa sigue bajo presión.
Tercer impacto: exportadores de materias primas
China es el mayor consumidor de materias primas y pondrá presión en los precios a corto plazo: así, los países exportadores como Indonesia o Malasia verán deteriorarse su balanza de pagos.
En este entorno, en el que las subidas de tipos en EE.UU. también podrían retrasarse, la gestora apuesta por países en los que las condiciones monetarias laxas permitan impulsar la demanda interna, y con baja penetración del crédito, como Indonesia, India o Filipinas. Con respecto a China, prefiere evitar los bancos en un entorno de menor crecimiento pero sí le gusta el sector asegurador.
Mirae Asset es una de las firmas de inversión especializada en mercados emergentes más importantes del mundo y uno de los mayores grupos independientes de servicios financieros de Asia con más de 75.800 millones de dólares en activos bajo gestión.