30%, 50% y hasta 80% de posibilidades de recesión. El temor a una combinación de inflación alta con falta de crecimiento económico preocupa a los gestores de cartera en un año especialmente difícil en términos de rendimientos. Chile, México o Brasil, los analistas proyectan una ralentización de la economía y quieren creer a los bancos centrales que anuncian un frenazo de los precios en 2023. Por otro lado, algunos dan ya por segura una recesión en Estados Unidos.
Según Juan Pablo Araujo, CEO de Asset Management de Itaú, “estamos todavía entre un 30% y 35% de probabilidad de recesión en los siguientes dos años. Por ahora, solo evaluamos un escenario de riesgo, ya que los bancos centrales han logrado coordinar la política monetaria fiscal, sobre todo en países desarrollados”.
En relación con el último aumento de las tasas de la Fed, el mayor incremento desde 1994, Araujo explicó que la tasa sigue en el rango, pero si en julio hay un nuevo aumento de 75pb, “allí sí llegaríamos a la tasa neutral, que no es ni expansiva ni contractiva para la economía que define la Fed”.
Ante este escenario, consideró que la idea es apuntar hacia un aterrizaje suave. “En términos de la inflación aún se esperan alzas, ante la persistencia y ajustes constantes por el shock entre la guerra entre Rusia y Ucrania, y los estímulos fiscales y monetarios que dejó la pandemia, que fueron sin precedentes. Si se juntan los dos, aquí está la reacción importante en la inflación”, describió Araujo.
El experto de Itaú destacó las estimaciones de crecimiento a la baja para 2023 y la corrección de inflación a 9,9% para este año. Sin embargo, dijo, se proyecta para el año que viene un 2,7%, “una caída fuertísima”, y una caída en la inflación. “De que va a bajar la inflación, va a bajar, la pregunta es a qué velocidad”, señaló.
En cuanto al precio del dólar, comentó que se observa alineado con el contexto actual. “Sigue corta la relación dólar-peso, y cualquier evento de riesgo o percepción de riesgo puede tener un sesgo o una reacción más fuerte hacia una depreciación del peso”, advirtió Araujo.
¿Aterrizaje suave o forzoso?
Pero otras fuentes van mucho más lejos del 30% de probabilidades de recesión, especialmente porque consideran que la inflación seguirá alta y que la Fed tendrá que seguir subiendo los tipos de interés.
La Fed de Nueva York se ha sumado a los pronósticos más duros y, en un estudio, considera que las posibilidades de un aterrizaje brusco para la economía de Estados Unidos es de un 80%.
«Según el modelo, la probabilidad de un aterrizaje suave -definido como que el crecimiento del PIB en cuatro trimestres siga siendo positivo durante los próximos diez trimestres- es solo de un 10%», escribieron los economistas Marco Del Negro, Aidan Gleich, Shlok Goyal, Alissa Johnson y Andrea Tambalotti-
«Por el contrario, las probabilidades de un aterrizaje brusco -definido como la inclusión de al menos un trimestre de los diez siguientes en el que el crecimiento del PIB de cuatro trimestres caiga por debajo del -1%, como ocurrió durante la recesión de 1990- son de alrededor del 80%», añadieron.
Goldman Sachs también ha aumentado el riesgo de recesión en Estados Unidos, que sitúa ahora en un 30% durante 2023 en medio de fuertes presiones inflacionarias.
Pero esta visión no es unánime. Así, desde JP Morgan ven “menos estrés” para las acciones en el segundo semestre de este año y consideran que las presiones inflacionarias se van a suavizar.
Por su lado, los analistas de UBP recomienzan “abrazar el cambio” en su investment outlook de mitad de año. La reapertura de China y un posible frenazo de la inflación (que no se normalizará, sin embargo, hasta 2023)podrían proporcionar más herramientas a la Fed y evitar una recesión. De todos modos, los países europeos son los más expuestos a una brusca caída del crecimiento.