La decisión de la Reserva Federal estadounidense de no actuar sobre los tipos de interés supone que el tema volverá a estar sobre la mesa este mes y quizás nuevamente en diciembre, estima NN Investment Partners. «Aunque el inminente ciclo de subida de tipos de interés puede traer consigo ciertos cambios en la clasificación de rentabilidades sectoriales, no pondrá necesariamente en peligro la tendencia general de los mercados bursátiles. Nuestro escenario base se decanta por que la Fed subirá los tipos de interés, por vez primera en ocho años, antes de que acabe 2015″, escribe la firma en su último análisis de mercado.
La Fed mantiene sobre la mesa la cuestión de la subida de tipos
La ralentización del crecimiento en China y la fecha de subida de tipos en la política monetaria de la Fed son dos temas que han preocupado a los mercados en las últimas semanas. El pasado 17 de septiembre, la Fed mantuvo sin cambios los tipos de interés, citando la creciente incertidumbre en la economía mundial, aunque dejando abierta la posibilidad de una subida de tipos en un momento más avanzado de este año. La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, afirmó que la reciente caída de las cotizaciones bursátiles en EE.UU. y la apreciación del dólar ya están endureciendo las condiciones en los mercados financieros, lo que podría ralentizar el crecimiento económico estadounidense incluso sin que la Fed actúe.
Esa decisión prolonga la incertidumbre durante, al menos, otro mes. «No se aprecian actualmente señales de una aceleración del crecimiento de los salarios y las expectativas de inflación siguen contenidas, favorecidas también por los bajos precios del petróleo. Según la encuesta de la Universidad de Míchigan, las expectativas de inflación a más largo plazo se mantienen en el extremo inferior de su horquilla de los cinco últimos años», afirma NN IP.
Los mercados emergentes siguen siendo el epicentro de las turbulencias
La reciente agitación en los mercados financieros fue otro de los factores disuasorios de una subida de tipos de interés. Incluso desde la devaluación por sorpresa del yuan chino en agosto, la volatilidad del mercado se ha acentuado considerablemente y los mercados han experimentado una fuerte corrección.
El meollo del problema radica en los mercados emergentes en general, y en China en particular. Estos países se enfrentan a unos niveles de endeudamiento en alza, una desaceleración del crecimiento y a crecientes salidas de capitales. La atonía de los precios de las materias primas ejerce mucha presión sobre los países productores de materias primas de todo el mundo.
Una subida de tipos en EE.UU. hubiera agravado, sin duda, estos problemas, causando nuevas salidas de capitales y una depreciación de las divisas, un endurecimiento de la política monetaria en los mercados emergentes y un deterioro adicional de las perspectivas de crecimiento. A partir de este momento, es posible que comience un círculo vicioso. Junto a China, Brasil está en baja forma, habiendo sido rebajado el rating de su deuda pública hasta el nivel de bono basura. La moneda de este país ya se ha visto sacudida este año, depreciándose más de un 30% frente al dólar, y se ha llevado a cabo una fuerte revisión a la baja de sus proyecciones presupuestarias.
Las bolsas han aguantado bien en anteriores ciclos de subida de tipos
El problema para la Fed es si la subida de tipos volverá a estar o no sobre la mesa en octubre y quizás también en diciembre. Y mientras los mercados emergentes siguen siendo un mal lugar donde estar invertido, la situación es diferente en los mercados desarrollados. Históricamente, las bolsas de la zona euro no se han comportado mal cuando la Fed ha comenzado a subir los tipos de interés.
En el siguiente gráfico, los expertos de la firma muestran los tres últimos ciclos de subidas de tipos y cómo les fue a los mercados: o cayeron ligeramente (1994-1995) o subieron sustancialmente (1999-2000 y 2004-2006). Las lecturas más bajas del primero de estos períodos pueden explicarse por lo inesperado de la subida y por la ulterior alza de 200 puntos básicos del rendimiento del bono a 10 años. Al mismo tiempo, el dólar se depreció frente al euro durante el ciclo, pasando de 1,115 a 1,269, lo que tampoco fue de ayuda. Uno de los rasgos en común de los tres períodos fue que en todos ellos el beneficio por acción registró una pronunciada subida; el segundo de esos rasgos fue que las bolsas no estadounidenses batieron a los mercados bursátiles de EE.UU.
«Cada ciclo de subida es, sin embargo, diferente, y el que se avecina es especial por el hecho de que comenzará con la primera subida de los tipos de interés estadounidenses en ocho años y de que se producirá muy avanzado el ciclo de beneficios. En segundo lugar, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Japón siguen en modo expansivo. En tercer lugar, al menos las primeras fases de este ciclo serán muy graduales, dada la ausencia de presiones inflacionarias. Por último, el inminente comienzo del ciclo ha sido bien señalizado y sólo pillará por sorpresa a quienes piensen que la Fed no será capaz de subirlos tan pronto», apunta NN Investment Partners en su análisis .