Los riesgos políticos en Europa y Estados Unidos y un posible enfriamiento del crecimiento global fueron los miedos con los que inició el 2017, que ahora parecen disipados en favor de un panorama moderado. Asó lo cree el equipo de economistas de Schroders, formado por Keith Wade, economista jefe, Azad Zangana, economista europeo, y Craig Botham, economista de mercados emergentes.
Ambos consideran, en sus previsiones para final de año y principios de 2018, que la estabilidad del crecimiento global y la baja inflación ilustran la continuidad de un panorama moderado, en el que la actividad se caracteriza por mantenerse en un justo término medio. En este sentido, estima una tasa de crecimiento global del 3% este año, tras el 2,6% registrado en 2016, y que la inflación se sitúe en el 2,3%.
Ahora bien, el equipo estima que este crecimiento global sostenido tendrá nuevos protagonistas.“Tras estas cifras generales de crecimiento, la zona euro y, en cierta medida, los mercados emergentes le toman el testigo a Estados Unidos, cuya economía se está ralentizando”, advierten.
Nuevos motores del crecimiento
Tanto Wade como Zangana y Botham coinciden en que de cara al próximo año el crecimiento en Estados Unidos se estancaría y los mercados emergentes se convertirán en el motor del crecimiento global. Su argumento se sustenta en que, en este trimestre reaparece el riesgo político protagonizado no sólo por Corea del Norte. “Las tensiones entre China y Estados Unidos en este sentido podrían derivar en una verdadera guerra comercial. El resultado neto sería la estanflación y una ralentización de la economía mundial hasta el 2,4% en 2018, respecto del 3% que se esperaba. La inflación subiría así hasta el 2,8% en 2018, un 0,6% más que en la cifra de referencia”, explican.
En cambio, la firma ha revisado al alza la evolución de las economías de los países BRIC, tras las sorpresas positivas de los datos macro y la evaporación de ciertos riesgos característicos. Además, se mantiene la tendencia desinflacionista y se rebajan las previsiones de inflación en todas las regiones.
El ejemplo más claro de esto es Brasil, cuya disipación de las preocupaciones políticas debería contribuir a restablecer parte de la confianza en el país. “Hemos revisado mínimamente al alza nuestras perspectivas de crecimiento para este año, del 0,2% al 0,4%, y para el que viene, del 1,4% al 1,6%. Las dinámicas de inflación también siguen mejorando, ampliando así el margen para un mayor recorte de los tipos de interés. Así, prevemos un recorte de los tipos hasta el 7,75% antes de finales de año, desde el 9,25% actual”, apuntan en su informe.
En el caso de China, han elevado sus previsiones de crecimiento para 2017 del 6,6% al 6,7%, y para la Rusia, también han mejorado sus perspectivas de crecimiento hasta el 1,3%. La excepción será la India, país sobre el que han rebajado considerablemente sus previsiones de crecimiento pasando del 7,4% al 6,9% para este año. Según explican su visión se debe a “las cifras de crecimiento marcadamente adversas durante el primer trimestre y la introducción del impuesto sobre bienes y servicios –GST, por las siglas en inglés de «Goods and Services Tax»–”.