Los inversores han disfrutado de estabilidad económica y de rendimientos positivos del mercado durante años, ahora las tornas han cambiado y dejan un paisaje más marcado por los riesgos políticos y por la influencia de las políticas monetarias. Según Pimco, “las valoraciones estiradas y un entorno macroeconómico cambiante sugieren que se está produciendo un cambio en el horizonte”.
La gestora apunta que los inversores deben acercarse a la asignación de activos con “plena apreciación de riesgo a la baja y permanecer centrados en el valor relativo y en la selección de valores”. Según Mihir Worah, jefe de Inversiones de Asignación de Activos y Retorno Real, y Geraldine Sundstrom, jefa de EMA de Asignación de Activos, “después de revisar el entorno, concluimos que la falta de catalizadores positivos a corto plazo combinados con las valoraciones actuales no ofrece suficiente margen de seguridad para soportar una postura de riesgo. Mientras esperamos claridad sobre los riesgos más clave o valoraciones más atractivas, nos enfocamos en identificar otras fuentes en las que lograr un buen rendimiento”.
Pimco reconoce que mantiene una exposición algo más baja al riesgo frente a lo que tenían previsto al principio del año, dado cómo han evolucionado los meses. “Nuestra posición es modesta respeto al riesgo y alentamos a los inversores a considerar la gestión activa de sus carteras, haciendo hincapié en el valor relativo y la selección de valores. Reconocemos que los eventos todavía podrían sorprender al alza, pero las valoraciones iniciales dejan poco espacio para el error”, explican estos dos expertos.
En cambio, se muestran más constructivos respecto a las acciones, en comparación con otros activos de riesgo. “A la luz del reciente rally mantenemos una infraponderación de las acciones estadounidenses. Los cambios potenciales en la política y regulación tributaria de los Estados Unidos pueden brindar apoyo adicional a las empresas estadounidenses de orientación nacional, mientras que la debilidad continua del dólar apoyaría al sector orientado a la exportación”, señalan. Esta visión se complementa con una posición moderadamente optimista sobre las acciones europeas, con un crecimiento en la región por encima de la tendencia y “un BCE que se mantiene dentro de la política acomodatricia”.