2018 ha sido un año decepcionante para la mayoría de los inversores. Casi todos los mercados, tanto el mercado de acciones como el de renta fija, han caído en valor este año, con la presión de la subida de los tipos de interés, el desarrollo de eventos políticos como el Brexit, y la guerra comercial entre Estados Unidos y China. En retrospectiva, los precios de los mercados fueron valorados a la perfección en el comienzo del año, siendo vulnerables a las malas noticias, y ha habido bastante malas noticias.
Según apunta Peter Harrison, director ejecutivo del grupo Schroders, es fácil dejarse influenciar por el pesimismo que esta afectando a los mercados. Probablemente las malas noticias continúen en 2019, -y en Schroders creen que las disputas comerciales entre Estados Unidos y China no están mostrando ningún signo de resolución y siguen teniendo potencial para seguir dañando el crecimiento económico global alrededor del mundo-. Pero hay señales que hacen pensar que los rendimientos del mercado pueden ser más positivos en 2019.
Un mayor realismo ha llegado con la caída en el mercado de renta variable, en particular desde el mes de septiembre. Los mercados están valorando al menos algunos de los riesgos que Schroders ha identificado en el nuevo año.
Los economistas de Schroders esperan una desaceleración gradual en el crecimiento de Estados Unidos en 2019 y en 2020. El énfasis radica en la palabra gradual: en Schroders no creen que una recesión sea probable en 2019 (aunque no se inconcebible en 2020) ya que muchas de las fuerzas que llevaron a un sólido año en Estados Unidos en 2018 siguen estando en juego. La desaceleración, sin embargo, significa que el final del ciclo de subidas de tipos de interés está a la vista. Si las previsiones de Schroders son correctas, los tipos de interés no deberían subir más allá del 3%, esto es una modesta subida en comparación con los ciclos económicos pasados.
Los gestores de renta variable de Schroders señalan a una inflación relativamente mayor en el próximo año como una ayuda para aquellas empresas que tienen una fuerte posición en el mercado y la habilidad para subir precios. También ven unas valoraciones más atractivas para muchas empresas. Incluso en Europa y el Reino Unido, donde el crecimiento ha sido decepcionante, la rentabilidad por dividendos en sí sola se ven más atractiva en comparación al efectivo o a los bonos de lo que se ha visto por un tiempo. La renta variable, por su puesto, representa un mayor riesgo, pero también tiene el potencial para ofrecer mayores rendimientos.
Un crecimiento más débil en Estados Unidos probablemente llevaría al dólar estadounidense a perder terreno frente a otras divisas. Estas son buenas noticias para las acciones y los bonos de los mercados emergentes conforme un fuerte dólar absorbe el excedente de dinero de estos mercados. Los mercados emergentes, incluyendo China, han sufrido particularmente en 2018 y en Schroders no se sorprenderían si vieran una recuperación en 2019. El equipo de multiactivos de Schroders describe sus valoraciones como ‘provocativamente bajas’.
En cambio, los gestores de bonos de Schroders no se sienten tan confortables con las perspectivas, con los bancos centrales, quienes han sido los principales compradores de bonos del gobierno y otros bonos, se retiran del terreno de juego con paso firme. Los bonos corporativos, sin embargo, se han abaratado en los últimos meses y, si Schroders está en lo correcto sobre una desaceleración limitada en Estados Unidos en el próximo año, está se verá reforzada por unos sólidos fundamentales.
2018 fue el año en el que la sostenibilidad a largo plazo de los modelos de negocio comenzó a influenciar las valoraciones de los precios de mercado de las empresas. En este año se ha visto como las críticas hacia algunas prácticas de las grandes empresas tecnológicas han provocado caídas en los precios de sus productos, y el incremento del daño físico causado por el cambio climático, la inequidad entre generaciones ha llevado a una revuelta política en varios países europeos. En este sentido, para Schroders la sostenibilidad es un factor cada vez más importante a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones de inversión.
Recientemente, Schroders ha publicado sus perspectivas a 10 años en los mercados de capital, verdades ineludibles en el mundo de la inversión para la próxima década. En estas perspectivas se destaca las modestas perspectivas de rendimiento de rentabilidad que ofrecen los mercados, dadas las bajas tasas de crecimiento económico en el pasado y bajo nivel de las rentabilidades de los bonos. 2019 encajará con ese patrón, con una rentabilidad positiva probable, pero los inversores deberán trabajar duro, tanto a través de la asignación de activo como en la selección de acciones, para incrementar los bajos rendimientos del mercado.
Por último, Peter Harrison continúa creyendo que los activos privados como el private equity y los bienes inmobiliarios ayudarán a los inversores, dentro de una cartera diversificada, a alcanzar sus objetivos. Sobre esta base, 2019 debería ser un mejor año que 2018.