Los bancos centrales de los mercados desarrollados se están volviendo más acomodaticios de lo que se esperaba. En su comparecencia del mes de marzo, la presidenta de la Reserva Federal, Yellen, desvió el foco de atención de las condiciones internas, menos preocupantes, hacia las condiciones externas y mundiales.
En su último informe de mercado, Pioneer Investments recuerda que las expectativas actuales son que la Reserva Federal no llevará a cabo más de dos subidas de tipos en 2016, con un itinerario muy gradual. Sin embargo, la firma apunta a los riesgos que podrían surgir si el organismo que preside Janet Yellen recula en exceso.
“Esto podría suponer una pérdida de credibilidad para la Reserva Federal. En general, los bancos centrales, inmersos en una operativa ‘twist and shout’ y demasiado centrados en no decepcionar al mercado, podrían resultar peligrosos para la estabilidad financiera. Los bancos centrales siguen muy comprometidos con el objetivo de estabilizar los precios y con prestar apoyo al ciclo económico. No obstante, prevemos que su capacidad para gestionar las expectativas se va a ver mermada”, explica la firma en su análisis.
Además, apunta a que el fortalecimiento del euro y el yen frente al dólar estadounidense, a pesar de la nueva oleada de intervenciones por parte del BCE y del Banco de Japón, es un indicio de que la manipulación de divisas, un elemento fundamental en las políticas de los últimos años, podría llegar a su fin, si se tiene, además, presente la posición del G20 en contra de las devaluaciones competitivas unilaterales.
“Nos preocupa que, al final, los bancos centrales dejen de ser parte de la solución para convertirse en parte del problema si esta situación se prolonga inusualmente durante demasiado tiempo y no cuenta con el apoyo adecuado de las políticas fiscales”, advierte Pioneer Investments.
En este contexto, la gestora explica que la caída de rendimiento de los bonos de los estados europeos está propiciando la aparición de interesantes oportunidades de valor relativo en renta fija.
Por ejemplo, dice, a la hora de buscar una estrategia de rendimiento, los bonos del Tesoro estadounidenses siguen siendo atractivos en un contexto mundial gracias a sus amplios diferenciales frente a los rendimientos de los valores refugio globales. Los inversores deberían fijarse en el diferencial del tipo de interés de la deuda soberana estadounidense a 10 años frente al bund alemán con este mismo vencimiento.
“Si partimos de que es improbable que el BCE aplique nuevos recortes a los tipos de interés, el potencial alcista del bund tiene, en nuestra opinión, un límite. En Estados Unidos, al contrario, la retórica más acomodaticia de la Reserva Federal debería estabilizar los mercados de títulos del Tesoro. Además, el extremo corto de la curva alemana está extremadamente ajustado y presenta rendimientos negativos (-0,5 %). En los mercados de bonos, creemos que hay buenas oportunidades en los valores ligados a la inflación”.
Para Pioneer estos valores siguen descontando una previsión muy negativa sobre la inflación, pero estima que las expectativas al respecto comienzan a estabilizarse en Estados Unidos, la zona euro y Japón. A ello debería contribuir también la estabilización de los precios del petróleo en el segundo semestre de 2016. “En el terreno de las divisas, nuestra perspectiva con respecto al dólar estadounidense se ha desplazado hacia la neutralidad. La posición divergente entre el BCE y el Banco de Japón nos lleva apreciar un debilitamiento del euro frente al yen”, concluye.