Simon Lue-Fong es director de deuda emergente de Pictet AM y gestor del Latin America Local Currency Debt, un fondo activo de deuda en moneda local de Latinoamérica, cuyo objetivo es superar en entre un 1% y un 3% anual la rentabilidad bruta del índice de referencia. Sin sorpresas. Pero con los tipos de interés en trayectoria asecendente en Estados Unidos, los problemas de Brasil y el precio del petróleo y las materias primas a la baja, hay que preguntarse cómo de favorable es el contexto para la renta fija de la región.
Para Lue-Fong una de las claves es el proceso de inversión, que debe tener en cuenta los datos macro y entorno global, así como fundamentales por país. Uno de sus pilares es la gestión del riesgo de tipo de interés y divisas por separado, ya que proporcionan dos fuentes de exceso de rentabilidad. El fondo se mueve activamente respecto al índice JPMorgan GBI-EM Global Latinoamérica, sin preferencia por deuda o moneda de un país concreto. La duración media se sitúa en 4,1 años.
¿Qué enfoque tiene respecto a los mercados latinoamericanos en este contexto?
En Latinoamérica ha habido muchas turbulencias políticas últimamente, lo que también crea oportunidades. Actualmente la mayoría de datos e indicadores macroeconómicos se han estabilizado o mejorado, posiblemente ayudado por las debilidad de estas monedas y menores tipos de interés, lo que supone un respiro tras de años de caída del PIB y las exportaciones, especialmente en Brasil. Sin embargo, la pregunta es si se trata del gran cambio.
De momento los avances en reformas estructurales -claves para un crecimiento sostenido-, siguen desiguales. Hemos visto aumento del desempleo y desaceleración del crecimiento en Brasil y débil producción industrial, persistencia de riesgos políticos e inflación en México. Por su parte el nuevo gobierno de Argentina está decidido a llevar la inflación al 5% para finales de 2018.
¿Cómo evoluciona la deuda en moneda local de Latinoamérica?
Dada la fuerte demanda de grandes inversores institucionales y fondos de pensiones locales, es considerada estructural. De hecho la demanda de esta clase de activos es secular, incluso con fines de diversificación respecto al dólar. Estas monedas, respaldadas por factores económicos, productividad relativa y mejora de las condiciones empresariales, tienen el potencial para apreciarse.
¿Qué país en América Latina muestra oportunidades más atractivas?
El real brasileño se ha visto afectado por la débil actividad y expectativas de bajo crecimiento. Por su parte México es sensible a los bajos precios del petróleo y el peso está afectado por un ciclo de subida de tipos de interés, que presiona sus bonos. Mientras en Perú, donde los tipos de interés aumentaron en 2016, como en Colombia, alrededor de la mitad de su economía está relacionada con exportaciones de petróleo y su moneda es muy sensible a los precios del mismo.
Sin embargo los tipos de interés en Colombia y Perú se han recortado, presentando oportunidades. Actualmente y en conjunto estamos neutrales en tipos de interés dada la posible nueva alza de los mismos en EEUU. Infraponderamos peso mexicano y real brasileño.
Los diferenciales se han reducido antes las expectativas de una reflación global, ¿es sostenible?
En los últimos años la debilidad ha sido atribuible a un crecimiento económico inusualmente bajo. El estímulo monetario o fiscal ha sido limitado y las monedas han soportado la carga del ajuste. Como la demanda interna es relativamente fuerte en estos países la solución está en el exterior. Así que debemos prestar atención al aumento de las exportaciones nominales, que están altamente correlacionadas tanto con el crecimiento del PIB como con la revalorización de estas monedas.
En este sentido el entorno actual es ideal, con datos e indicadores macroeconómicos “ni muy calientes ni muy fríos». Pero el mercado ha corrido mucho y hay riesgo de desaceleración económica, así como menores precios del petróleo y metales. Puede haber subidas adicionales de tipos de interés y del dólar. A ello se añaden posibles medidas proteccionistas de EE.UU., así como riesgos geopolíticos. El mercado parece demasiado optimista y hemos infraponderado estas monedas.
En cualquier caso, con la subida de tipos de interés en Estados Unidos la deuda de estos países en moneda fuerte es menos atractiva que las denominaciones en moneda local, dado que estas divisas cotizan muy por debajo de su nivel histórico.
¿Cómo puede afectar las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal al universo emergente?
Los activos de mercado emergentes se han enfrentado estos años a apreciación del dólar, debilidad de las materias primas y expectativas de restricciones de política monetaria de la Reserva Federal. Sin embargo, las monedas y bonos de países con balance por cuenta corriente fuerte, base fiel de inversores nacionales y reformas institucionales y económicas han mostrado menor descuento.
¿PorLos fundamentales proporcionan soporte al comportamiento de Latinoamérica?
La deuda de la región cuenta con calificación investment grade y una rentabilidad a vencimiento del 7%, que es atractiva en comparación con otras clases de activos de renta fija. Además el dólar ha llegado a su nivel más alto desde mediados de la década de 1980, creando un punto de entrada atractivo.
¿Qué oportunidades encuentra en la deuda privada?
El apalancamiento neto de las empresas de mercados emergentes era de 2,3 veces en 2015 frente al 3,1 de los mercados desarrollados, con tasas de recuperación de impagos similares a las de las compañías de EE.UU. De todos modos, tendemos a considerar el crédito sólo tácticamente.
¿Cómo puede evolucionar el universo de deuda soberana de mercados emergentes?
Antes de 2008 la deuda soberana de países desarrollados era la base de una cartera de renta fija. Pero todo ha cambiado desde la crisis crediticia. Ahora hay menor distinción entre mercados desarrollados y emergentes. Estamos convencidos de que en un tiempo no muy lejano no hablaremos de renta fija de mercados desarrollados y de emergentes sino simplemente de renta fija global. De hecho la inversión en deuda en moneda local de mercados emergentes es de «comprar y mantener». Pero este proceso está lejos de ser completo. El riesgo percibido es mucho mayor que el real y seguirá siéndolo, de manera que los inversores en renta fija de mercados emergentes se ven sobrecompensados por el riesgo que toman.