Las nuevas tecnologías disruptivas están experimentado un crecimiento exponencial y deben ser medidas en función del poder de transformación de su tecnología. Es algo más que una revolución, algo que tiene ver con el potencial de cambiar completamente la forma en la que las sociedades viven y trabajan. Un punto de ruptura con lo anterior.
Para los inversores que no quieran quedarse atrás en esta revolución Pictet ofrece tres estrategias temáticas. La más reciente, Pictet Robotics, fue lanzada en 2015 e invierte en empresas que proporcionan una solución automatizada y en todas las tecnologías que lo permiten (como la inteligencia artificial, los sensores y los semiconductores). La estrategia ha obtenido tanto éxito que ya sólo está disponible para los inversores con participaciones en el fondo.
Con anterioridad, fueron lanzadas las estrategias Pictet Security y Pictet Digital, la primera invierte en empresas que desarrollan soluciones de seguridad para proteger la integridad de los gobiernos, empresas e individuos. Mientras que, la segunda invierte en empresas disruptivas que ofrecen unos modelos de negocio interactivos a través de aplicaciones con base en la web y softwares.
En una entrevista con Funds Society, Alexandre Mouthon, Senior Client Portfolio Manager en Pictet Asset Management, expuso los múltiples ejemplos de tecnologías disruptivas que ya se pueden palpar y aquellos que están por llegar, como los vehículos autónomos, la inteligencia artificial, la robótica o automatización de los procesos, así como el internet de las cosas.
“En el futuro, todos los aparatos electrónicos estarán conectados a través de sensores, pudiendo estar ligados de una forma efectiva, a través del internet de las cosas. Es un concepto muy amplio en el que todo puede ser interconectado. Se podrán crear y gestionar infraestructuras, ciudades y hogares inteligentes. Un ejemplo podría ser el control efectivo sobre las señales de tráfico o incluso los propios vehículos estarán conectados”.
¿Todavía es un buen momento para invertir en tecnológicas?
En un mercado en el que las principales acciones tecnológicas han experimentado una subida superior al 35%, muchos inversores se preguntan si todavía es un buen momento para entrar en este sector o si por el contrario ya ha subido a niveles estratosféricos. En ese sentido, Mouthon explica que no cree que se trate de una burbuja como la ocurrida en el 2000, pues los múltiplos precio-beneficio del índice MSCI World Technology ha cotizado últimamente en niveles cercanos a 18,4x.
“El índice MSCI World Technology, llegó a tocar múltiplos precio-beneficio de 44,2x durante el transcurso de la burbuja de internet en el año 2000, después se deshincha por la corrección del mercado, y desde entonces se ve una evolución lateral, por lo que podemos decir basándonos en la historia que en estos niveles de valoración todavía hay margen”.
Según Mouthon, desde 2010 los beneficios del sector tecnología han sido muy positivos. El 90% del movimiento del índice podría explicarse por un momentum muy positivo. Mientras que el 10% restante, podría explicarse por una menor expansión del múltiplo. “Existe una ligera expansión en el nivel de los múltiplos, pero con un momentum positivo. Esto significa que la mayor parte del rendimiento se debe a unos beneficios positivos con unos fundamentales muy fuertes”.
Los balances de las empresas tecnológicas se presentan sólidos. Especialmente cuando se compara los múltiplos de Amazon, Ebay y Priceline de diciembre 1999, con los obtenidos en septiembre de 2017.
“A finales de 1999, el ratio valor de empresa-ventas (EV/S) de Amazon era de 9,8x veces. Mientras que en la actualidad se sitúa cerca de 2,2x veces. Estas empresas están ahora generando un beneficio mucho mayor, con mucho más efectivo. Son mucho más rentables que hace 17 años. La gran mayoría tienen unos balances mucho más sólidos que en el año 2000. Esto no excluye que, si se examina empresa por empresa, alguna de ellas no esté adecuadamente valorada”.
En sus estrategias, Pictet gestiona entre 40 y 70 acciones en sus estrategias, teniendo la oportunidad de diversificar y de realizar arbitraje entre aquellas empresas con mayor valoración y aquellas que todavía mantienen unos niveles atractivos de valoración. “Se puede gestionar de una manera bastante efectiva. Hoy en día, los múltiplos de la cartera están la línea o por debajo del mercado global de renta variable. Aunque las valoraciones son atractivas, es posible que se dé una corrección en el mercado. Es algo que hemos esperado por meses, pero que todavía no ha ocurrido. Es posible que ocurra dentro de poco, pero no será una reversión total del mercado”.
El universo de inversión
Las estrategias son agnósticas con respecto al índice. Para determinar el universo de inversión de cada una de las estrategias, el equipo gestor determina la pureza temática de estas empresas. De este modo, el equipo busca que al menos el 20% de las ventas de las empresas en las que invierte una determinada estrategia tenga su origen en la temática del fondo. Por ejemplo, en la estrategia Pictet Digital, al menos un 20% de las ventas de las empresas en las que invierte el fondo proceden de internet o de una actividad basada en la web.
“En la estrategia Digital estamos invirtiendo fundamentalmente en empresas de internet o empresas de software. Por supuesto, como parte del universo en el que se invierte se encuentra las acciones FANG, Facebook, Amazon, Netflix y Google, o bien su versión oriental, BAT, Baidu, Alibaba o Tencent. Pero también muchos de los participantes de internet o de software como Medidata, Athenal Health, y Zendesk. Somos inversores globales por definición, mientras encontremos empresas que dediquen un 20% de sus ventas a servicios de internet y software, ya sea en Estados Unidos, Europa o Asia, podrán calificar potencialmente para ser incluidas en la estrategia. Naturalmente, existe un sesgo hacia Estados Unidos, por el liderazgo natural de sus empresas en el sector internet”.
Asimismo, en la estrategia Pictet Seguridad, el 20% de las ventas proceden de actividad en ciberseguridad, de seguridad en el transporte, en seguridad en las empresas de procesamiento de comida, y en la estrategia Pictet Robotics, éstas proceden de empresas dedicadas a la automatización de procesos y a la inteligencia artificial.
Las tendencias más disruptivas
Cada minuto, 500 horas de videos de Youtube son subidos a internet, 3,3 millones de comentarios son publicados en Facebook, 29 millones de mensajes son intercambiados a través de Whatsapp y 3,8 millones de búsquedas son realizadas en Google. El acceso a internet desde cualquier dispositivo es según un estudio realizado por el McKinsey Global Institute la tecnología más disruptiva de los próximos años. Este informe señala 12 tecnologías que cambiarán completamente el modo actual de vivir y trabajar. En concreto, en seis de ellas se espera que tengan un fuerte impacto económico: la automatización y la introducción de la robótica, el internet móvil, la nube, el internet de las cosas y los vehículos autónomos. “Lo que hemos tratado es de establecer un mapa con nuestras estrategias, integrando estas seis importantes tecnologías disruptivas, a las que hemos añadido las tecnologías fintech, que también se espera que cambie la industria financiera tal y cómo se conoce en la actualidad. Este mapa ayudará a los inversores a entender como nuestros tres fondos de estrategias de tecnología disruptiva son complementarios, cubriendo estas siete tendencias en el espacio de la tecnología”.
Estas siete tecnologías se benefician de un entorno de crecimiento alto, por lo que deberían crecer en exceso del crecimiento global del PIB, del gasto global en tecnologías de la información. Estas tecnologías están tendiendo un crecimiento exponencial e interactúan entre ellas. El mercado de la inteligencia artificial puede ser muy significativo, de 5.000 a 6.000 millones en la actualidad, puede llegar a alcanzar los 120.000 millones en 2025. Esto sucederá cuando se combinen las aplicaciones de software y hardware. Se puede invertir en inteligencia artificial a través de un software, invirtiendo en la estrategia digital, mientras que, si se invierte en inteligencia artificial a través de la vertiente del hardware, es una exposición que viene dada por la robótica. Por lo que la inteligencia artificial está presente en las dos estrategias”.
El efecto de la tecnología en el empleo
Tanto la inteligencia artificial como la robótica tendrán un fuerte impacto en la economía. Por lo general, se habla del efecto negativo que la tecnología tendrá en el mercado laboral, pero se subestima que estas nuevas tecnologías abrirán la puerta a nuevos tipos de trabajo que todavía no se conocen.
“Al igual que la revolución de internet en el año 2000, cuando nadie esperaba que empresas como Google pudieran emplear a tantas personas. Nadie esperaba el surgimiento de empresas como Salesforce o Zendesk, con una gran cantidad de empresas beneficiándose de la revolución de internet. Muy probablemente será la misma revolución de los robots o la de la inteligencia artificial, donde habrá nuevos trabajos que se crearán a partir de la revolución digital. La principal cuestión es que la inteligencia artificial y la robótica no sólo afectan a un sector de la economía, sino que están afectando a todos los sectores de la economía al mismo tiempo. Es una revolución que se mueve a mucha velocidad y el crecimiento es exponencial. En algún momento comenzarán a verse ciertas regulaciones entrando en vigor que tratarán de aminorar significativamente la adopción de soluciones automáticas o robóticas, dando un mayor tiempo a la fuerza laboral a adaptarse y probablemente a aprender nuevos trabajos”, concluye Mouthon.