La decimosexta edición del Foro MEDCAP, el punto de encuentro de referencia entre los inversores y las pequeñas y medianas empresas españolas organizado por BME, se ha celebrado este año de forma telemática.
En su intervención, Ramón Forcada, director de análisis y subdirector general adjunto de Bankinter, ha señalado que está sorprendido por “la agresividad del pesimismo” en las perspectivas macroeconómicas. Considera que “desde finales de marzo instituciones internacionales y jugadores privados están dando estimaciones que a nosotros nos parecen exageradas”. El experto defiende que esta sobrerreacción “está fuera de lugar” y pronostica una recuperación en V.
Asimismo, considera que la comparación de esta crisis con la anterior no es de gran utilidad. “Es distinta porque creemos que es un shock de impactos si se maneja bien, no un cambio de ciclo”, apunta. A sus ojos se está “infravalorando” el desconfinamiento y aleja sus proyecciones de las caídas de doble dígito que otros prevén.
Para España, pronostica una caída del 7% que podría variar un punto o dos en función de la rapidez de la desescalada. En Alemania prevé una caída del 3% y en EE.UU. entre el 0 y el 1%. “En la segunda parte del año el desembalsamiento de la economía va a ser mucho más soportable. El año 21, por efecto espejo, va a ser bueno y no olvidemos que el mercado no está descontando el año 20. El año 20 ha desaparecido, lo que importa es cómo serán el 21 y el 22”, apunta.
Por su parte, Alex Fusté, director de inversiones de Andbank España, considera que en 2019 se dio un escenario “goldilocks” ya que el entorno monetario era proclive para que ello, además, cree que lo seguirá siendo una vez superemos la pandemia. Respecto a las bolsas, el experto de Andbank considera que están caras, en especial el S&P y admite que otros mercados como Taiwán o Brasil le gustan más. Respecto a Europa, Fusté señala que no está tan cara pero que, si sube un 7%, se convertirá en vendedor.
Asimismo, cree que el mercado de renta fija soberana está caro, algo que cree que se mantendrá en el largo plazo. Por otro lado, admite que la renta fija corporativa se ha normalizado.
Los empresarios apoyan los ERTE
La ponencia de Antonio Garamendi, presidente del CEOE, fue la encargada de inaugurar estas jornadas de tres días de duración. Garamendi ha comenzado recordando que, apoyando las normas sanitarias, desde el CEOE han luchado por evitar un parón total de la economía y admite que “podía llegar un momento en el que podía ser peor lo que venía que lo que teníamos”.
En este sentido, ha puesto en valor los ERTE, los cuales han dado cobertura a más de tres millones de españoles y han conseguido “hibernar empresas que de otra forma hubiesen cerrado”, según ha explicado el experto. Sin embargo, ha insistido en que no podemos olvidar que, según sus proyecciones, hablamos de un menos 10% de crecimiento, un 20% de paro y un 120% de deuda. “Estamos obligados a ver cómo trabajamos para que todo el mundo vuelva a incorporarse al trabajo”, ha añadido.
Asimismo, ha insistido en la importancia de que las empresas tengan liquidez, “si no tienes facturación y sí gastos todos sabemos a qué estás condenado”. En este sentido, ha explicado que se ha trabajado en un aplazamiento de los impuestos, especialmente para las pequeñas empresas.
Por último, ha recordado el papel clave que otras medidas han tenido, en especial los 100.000 millones que ha puesto a disposición la banca y los 100.000 millones de avales del ICO, que “ha sido una medida muy importante”. Aun así, ha señalado que es “evidente” que hay seguir trabajando en los ERTE, así como en detectar los sectores más afectados, como, por ejemplo, el turismo, la hostelería, el comercio, el transporte o la industria.
Para el experto, “estas tres medidas han sido la armadura de cómo estamos aguantando esta situación de crisis que estamos pasando. Afortunadamente el efecto de la enfermedad pasa y hay que poner el país en marcha, hay que volver a la normalidad”. Para esta vuelta a la normalidad, Garamendi ha señalado a la innovación y la digitalización como dos aspectos clave en los que hay que profundizar. En términos de innovación e investigación, a lo que dedicamos un 1,5% del PIB, el experto considera que “vamos para atrás”. “Es preciso intensificar estratégicamente las actividades de I+D+i como palanca de competitividad empresarial, tal y como ha puesto de manifiesto esta crisis sanitaria”. Asimismo, ha querido poner en valor la formación y la empleabilidad en este “nuevo mundo”.
Por último, el experto ha recordado el papel de la industria. En España, supone el 16,5% del PIB contando con la energía (sin ella el 11,5%), sin embargo, los objetivos 2020 recomendaban que un 20% del PIB fuera industrial. Según ha explicado, en aquellos territorios españoles donde el PIB industrial supera el 20%, antes de esta crisis, el paro era del 10% o menos. “Creo que es un objetivo que tenemos que trabajar, poner en valor estas empresas con innovación que tienen un factor tractor fundamental”.
Por su parte, Fernando Ruiz, presidente de Deloitte, considera que esta crisis ha afectado de manera muy relevante a España porque es un país de servicios y, coincidiendo con Garamendi, identifica como nuestro gran reto la reindustrialización. “Somos un país en el que el nivel medio de nuestras empresas es más reducido que en otros países europeos y son más vulnerables”. En este sentido, ha destacado que “las tres palancas para la recuperación de las empresas son la liquidez, la viabilidad y sostenibilidad”.