La deuda soberana de los países emergentes, beneficiada de la política monetaria cuantitativa en EEUU, ha recibido durante los últimos tres años flujos de inversión récord. Sin embargo, el anuncio en mayo de la Reserva Federal de una posible reducción de estímulos monetarios introdujo incertidumbre y afectó al atractivo de la renta fija en su conjunto. Los países con déficit por cuenta corriente y crecimiento menor, como Brasil, están entre los más afectados, razón por la que Eugene Choi, especialista senior de Deuda Emergente de Pictet AM, es cauta con el país y tiene una visión neutral con respecto a su divisa.
Según explicó en una reciente presentación en Madrid, la subida de tipos en el país (en 50 puntos básicos, hasta el 9%) es otro factor en contra a pesar de que su crecimiento ha sido mayor de lo esperado, del 6% interanual. “Hay que tener en cuenta que un real débil mejora las perspectivas para su sector industrial y su presidenta Rousseff, de cara a las elecciones de 2014, ha reducido el impuesto de la renta y subvencionado préstamos para empresas. Hemos llegado a situarnos neutrales en real brasileño cuando se ha estabilizado, tras las subidas de tipos de interés y mejora del crecimiento”, explica.
En la gestora favorecen actualmente deuda de países menos dependientes de los flujos extranjeros, con balanza por cuenta corriente positiva. Por ejemplo México, que destaca por sus fundamentales. “Tiene que aprobar la reforma energética y el mercado es optimista con respecto a las reformas fiscales en impuestos indirectos y sobre las rentas más altas. Por otra parte su deuda es muy líquida, sensible a EEUU y aunque puede mejorar, cuando hay volatilidad los inversores tienden a vender primero activos más líquidos, hasta el punto de que en mayo éstos eran los bonos de México”, dice. En estos periodos en la gestora aumentaron los niveles de liquidez en la cartera. “Recientemente hemos pasado el peso mexicano de infraponderar a más neutral”, indica.
Por su parte, cree que el peso chileno está en riesgo, dados los datos económicos mixtos y el potencial recorte de tipos de interés, y sigue neutral en las divisas de Colombia y Perú. “Colombia ha mantenido los tipos de interés en 3,25%, buscando activamente mantener la competitividad de su moneda”, explica.
Pero, en general, es positiva con la región: recuerda que la deuda en Latinoamérica tiene calificación crediticia de grado de inversión A-, perspectiva positiva y rentabilidad por encima del 6%. “Su rentabilidad total anualizada desde el año 2002 es del 9,9%”, recuerda. La gestora explica que, tradicionalmente, Latinoamérica paga una prima de riesgo respecto a deuda asiática, una situación que debería cambiar: “Brasil y México –las mayores economías latinoamericanas- tienen datos macroeconómicos en línea con Asia y con el tiempo su prima debe disminuir”.
Buenas perspectivas para el conjunto de emergentes
A pesar de lo ocurrido en los últimos meses, a medio y largo plazo la visión de la gestora no ha cambiado con el activo. “Los fundamentales siguen sólidos, con bajo nivel de deuda sobre PIB. Aunque el crecimiento en 2013 se haya desacelerado algo, es previsible que vuelva a ser superior a 5%, frente al 1,2% de los países desarrollados”, dice. En general, destaca que el conjunto de mercados sigue sano y que estos países tienen capacidad para reducir tipos de interés, especialmente teniendo en cuenta que no hay preocupaciones de inflación –está por debajo de la media histórica de 6,5% en diez años, con tendencia a seguir reduciéndose-, con la excepción de Brasil. Como puntos positivos, también comenta que los flujos de salida se han reducido y que históricamente la mejora del crecimiento en mercados desarrollados favorece a los emergentes. “La rentabilidad de esta deuda es atractiva y sus divisas están potencialmente infravaloradas, de manera que puede volver la demanda una vez se estabilicen los mercados”, añade.
Los inversores latinoamericanos no salen del activo
La evolución de la deuda emergente preocupa y mucho en Latinoamérica debido que gran parte de las carteras están posicionadas en el activo. Pero, a diferencia de otros inversores que han retirado capital, los de la región no lo han hecho. “Los inversores a largo plazo, como los fondos de pensiones, generalmente no han cambiado su asignación a deuda emergente en moneda local”, dice la gestora. De hecho, una de las ventajas de la deuda soberana en la región es que cuenta el soporte de estos fondos de pensiones domésticos, que tienen preferencia por sus bonos locales y son compradores naturales. De ahí que este año se registraron grandes salidas en deuda latinoamericana, pero también elevados volúmenes de flujos de entrada que han hecho que el neto no sea tan negativo. “Los inversores institucionales, que tienen visión a largo plazo, mantienen esta inversión en su distribución de activos, lo que proporciona soporte”.
“De hecho los fondos de pensiones de la región han permitido desarrollar muchísimo sus mercados de capitales”, confirma Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latinoamérica. En estos países la edad media de la población está por debajo de 30 años, de manera que calcula que los fondos de pensiones deberían tener flujos positivos durante los próximos 20 a 25 años. Teniendo en cuenta que en varios países la contribución es obligatoria, y que por ello los sistemas de pensiones y ahorro colectivo están creciendo en tamaño, Rengifo cree que esos mercados de renta fija seguirán atrayendo capital. “En México, los fondos de pensiones compran todos los bonos mexicanos y se lo quedan a vencimiento. En Brasil, que permite cuentas en el extranjero, el volumen de pensiones aún no llega al 10% del PIB, muy por debajo del 80% de Inglaterra y EEUU o el 120% en Suiza. Los fondos de pensiones privadas y empresariales en España tienen un volumen de activos gestionados de unos 85.000 millones y en Brasil, aunque sea distinto, suman 800.000”. El experto explica así que los sistemas de pensiones, de contribución definida y ahorro colectivo, están creciendo en tamaño, y el propio mercado local de renta fija no tiene volumen suficiente para satisfacer la demanda.
Pictet AM gestiona 17.300 millones de dólares en moneda local y 7.100 millones en moneda fuerte.