La economía mundial continúa caracterizada por la escasez del crecimiento, e impera un elevado nivel de incertidumbre, sobre todo en relación con los efectos del Brexit, las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la situación geopolítica. Nordea prevé que el crecimiento de la región nórdica estará en sintonía con el de otras economías desarrolladas, según explica en un reciente análisis bajo el título «Good luck».
La nueva previsión económica realizada por Nordea apunta a un crecimiento mundial del 3% este año, de alrededor del 3,2% en 2017 y del 3,3% en 2018.
El crecimiento está encabezado por los mercados emergentes, donde las perspectivas de muchos países están mejorando gracias a la estabilización de los precios de las materias primas. No obstante, la expansión en los países desarrollados se estancará durante el horizonte de su previsión. En definitiva, en opinión de Helge J. Pedersen, economista jefe del Grupo Nordea, es probable que la economía mundial registre un crecimiento relativamente anémico en los próximos años.
En lo referente a la región nórdica, el crecimiento en Suecia ha sido notablemente superior al de los demás países en los últimos años. Sin embargo, actualmente parece que el crecimiento en Suecia se ralentiza mientras que en el resto de países nórdicos se acelera. La desaceleración de la economía sueca se debe principalmente a la caída de las exportaciones. La demanda interna ha mostrado un sólido crecimiento en los últimos años, si bien es probable que el consumo pierda fuelle en 2017 puesto que los efectos de las medidas de estímulo han comenzado a disiparse.
En Noruega, los principales indicadores económicos se han revelado robustos durante el periodo estival. El desempleo parece haber tocado techo y los precios de las viviendas suben por encima de lo previsto. El crecimiento en Noruega continental repuntará, dado que el descenso de las inversiones petroleras parece estar remitiendo actualmente, lo que beneficiará a los sectores afectados por el desplome del crudo. Entretanto, esperamos que el resto de la economía, que ha resistido bien durante la fase bajista del petróleo, crezca a buen ritmo de ahora en adelante.
En Dinamarca, esperamos factores ligeramente más favorables en los dos próximos años, dado que el incremento registrado recientemente en la tasa de empleo potencia el consumo y la inversión. Las principales amenazas para un crecimiento superior proceden principalmente del extranjero, dada la atonía del comercio mundial
En los próximos años, la economía finlandesa sólo logrará anotarse un crecimiento débil. Tras alcanzar el 1% en 2016, se espera que la expansión vuelva a moderarse. Las perspectivas de exportaciones siguen marcadas por la atonía a causa del escaso crecimiento mundial y de la debilidad de los intercambios comerciales a escala internacional.