En el comienzo del año, GAM Investments pregunta a varios de sus gestores de fondos que expliquen los temas clave que seguirán en 2019 y cómo podrían incidir en sus respectivas clases de activos.
Los efectos financieros del cambio climático
Según señala John Seo, cofundador y consejero delegado de Fermat Capital Management LLC, el mercado de valores de empresas vinculadas al sector seguros es uno de los elementos que más deben seguirse para conocer los efectos del cambio climático en la economía y los mercados.
“Creemos que es posible que los efectos, nuevos o imprevistos, del cambio climático, en especial, en Estados Unidos, se plasmen en primer lugar en los precios de los citados valores, por diferentes motivos. Dejando de lado otros aspectos sociales complejos, desde un punto de vista puramente financiero, el cambio climático incide en las inversiones igual que la inflación, pues puede llegar a erosionar las expectativas de rentabilidad real a largo plazo”, comenta el gestor.
“En la actualidad, las expectativas sobre cambio climático e inflación se encuentran en niveles relativamente moderados, si bien son las expectativas de cara al futuro las que centran buena parte de las preocupaciones que abordan las políticas de cambio climático y monetarias. Sin embargo, la inflación se materializa en una escala temporal 10 veces más breve que el cambio climático: basta con comprobar cómo la inflación suele preverse, como máximo, a 10 años, mientras que el cambio climático habitualmente se prevé hasta a 100 años. Teniendo esto en cuenta, consideramos que es importante centrarse en la duración de los activos a la hora de abordar la vulnerabilidad al cambio climático. La mayor parte de los valores vinculados a seguros cuentan con un plazo de un año, mientras que los de mayor duración presentan un periodo de vigencia a la emisión de entre tres y cinco años. Sin embargo, la existencia tanto de ciudades como de infraestructuras a gran escala se expresa a décadas vista. Aunque algunas inversiones tradicionales son altamente vulnerables a los efectos a largo plazo del cambio climático, los valores vinculados a seguros pueden reajustar su rentabilidad a la «inflación» del cambio climático en el corto plazo relativo.
Llevamos dos décadas viendo cómo el mercado de valores vinculados a seguros ha reaccionado al cambio climático, evolución que en gran medida se descuenta en términos prospectivos. En términos más generales, creemos que esto implica que la arquitectura de este mercado es la correspondiente a un «elemento con vínculo climático» o «bonos a interés variable indexados al clima”, afirma Seo.
El dólar estadounidense podría debilitarse en 2019
En la opinión de Adrian Owens, director de inversiones, macro, divisas y renta fija a nivel global en GAM, el dólar estadounidense se enfrenta a diversos factores contrapuestos. En la gestora creen que, en el corto plazo, dicha divisa contará con el respaldo de un crecimiento que todavía sigue sorprendiendo, relativamente, los diferenciales de los tipos de interés y la perspectiva de crecimiento indiferente de Europa, China y Japón. Dicho esto, de cara a 2019, creen que el diferencial del crecimiento de Estados Unido con el del resto del mundo podría estrecharse y, si la economía de dicho país se ralentiza de un modo más significativo, el déficit estadounidense podría convertirse en una seria preocupación dada la política fiscal procíclica de Trump.
Asimismo, Owens también cree que la retórica de Trump también podría tornarse negativa para su divisa. “Está tratando de influir en la Reserva Federal y no nos sorprendería si comenzara activamente a promover un debilitamiento del dólar que favoreciera a las exportaciones. Ante estas inquietudes, creemos que los riesgos en el transcurso de 2019 se centran en el debilitamiento del dólar estadounidense”.
El precio del petróleo y las materias primas
Por su parte, Fabien Weber, gestor de carteras, divisas y materias primas de GAM Investments señala que la economía global se encuentra en una situación en la que existe un exceso de capacidad de petróleo y creen que ese es el motivo por el cual su precio se desplomó en los últimos meses de 2018.
“El precio del petróleo a menudo registra cierta estacionalidad: es normal que la demanda baje en octubre y noviembre por las labores de mantenimiento de las refinerías, si bien nos sorprendió la medida de esta corrección; creemos que se trata de una reacción y de una corrección excesivas típicas. Pensamos que el mercado se muestra demasiado negativo en términos de expectativas, pues sí existe en él cierto dinamismo positivo. Antes de la adopción de nuevas sanciones contra Irán a comienzos de noviembre, orquestadas por el gobierno estadounidense, se emitieron exenciones a ocho países importadores, incluidos Turquía, China, Japón y Corea del Sur, por lo que podrán seguir importando sin límite durante los seis próximos meses”, destaca Weber.
En general, GAM Investments cree que el mercado evolucionará de forma ligeramente positiva en el primer semestre de 2019 y, desde un punto de vista técnico, fácilmente podría registrar una corrección positiva de entre el 5 % y el 10 %. A dicha evolución, contribuyó el anuncio, a comienzos de diciembre, de que los países de la OPEP, con Arabia Saudí a la cabeza, reducirían la producción de petróleo en 1,2 millones de barriles al día. No obstante, 2019 podría ser un nuevo 2014 en vista del constante aumento de la oferta procedente de Estados Unidos y de la moderación de la demanda; buena parte de ello depende de si Arabia Saudí combatirá la cuota de mercado o el nivel de los precios.
Más allá del sector energético, las materias primas responden a la evolución geopolítica y factores macroeconómicos como la guerra comercial en curso entre China y Estados Unidos. Este aspecto incide especialmente en los productos industriales y agrícolas. Que puedan resolver la situación resultaría muy positivo, a nuestro juicio, para las materias primas y el foco volvería a virar hacia los fundamentales, que, en el caso de los metales industriales, son considerablemente menos negativos de lo que se descuenta en este momento, en especial, en vista de los niveles de existencias, en general, bajos.
“Los metales preciosos y el oro en particular deberían asimismo empezar a beneficiarse de la percepción de que la Reserva Federal no se encuentra muy apartada de una política monetaria neutral. Por último, el sector agrícola atravesó un 2018 complicado con motivo de la elevada oferta del mercado; creemos que es probable que en 2019 pudiera darse la misma situación, lo cual dependerá en gran medida de los patrones atmosféricos”, añade Weber.
Cualquier avance en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China favorecerá a las acciones de esta última
En relación con la percepción de la renta variable china, Jian Shi Cortesi, gestora de carteras, renta variable de crecimiento de Asia/China en GAM Investments, cree que ésta se tornó negativa en 2018 al crecer la inseguridad entre los inversores sobre cómo afectaría a la economía de China la guerra comercial entre Estados Unidos y dicho país. El gobierno estadounidense aplicó aranceles a casi el 50% de las importaciones procedentes de China en 2018 con el fin de equilibrar el déficit comercial entre los dos países, pero también para abordar con decisión las políticas comerciales de China para con Estados Unidos que se consideraban injustas.
“Creemos que la guerra comercial seguirá siendo un tema de calado que determinará la evolución de la confianza de los inversores y los mercados de valores en 2019.
Dicho esto, los inversores han evitado los valores chinos y las valoraciones han descendido a niveles muy bajos, hasta una PER de 11, incluidos los valores de Internet, y una PER de 8, excluidos. Por tanto, cualquier avance en las negociaciones en 2019 entre ambos países podría ser un importante catalizador para la renta variable china. Consideramos que el hecho de que la confianza del mercado pasara meramente de «muy pesimista» a «menos pesimista» podría ser suficiente para que las acciones chinas repunten desde sus bajos niveles actuales”, explica Jian Shi Cortesi.
Riesgo de crédito y nuevas oportunidades
Por último, Gary Singleterry, director de inversiones, renta fija de titulización de activos en GAM Investments, argumenta quedos de los principales riesgos a los que se exponen los bonos de titulización hipotecaria son el riesgo de crédito y la amortización anticipada de los préstamos hipotecarios; a su juicio, son las fuentes tanto de oportunidad como de riesgo que ofrece nuestro mercado.
“Desde 2011, creemos que el riesgo de crédito del mercado estadounidense de bonos de titulización hipotecaria resulta sustancialmente más atractivo que el riesgo de amortización anticipada de los préstamos hipotecarios, un fenómeno más importante para el mercado de activos de agencia.
Continuamos pensando que el aspecto del crédito del mercado de bonos de titulización hipotecaria resulta atractivo de cara al futuro inmediato. Aunque pensamos que el riesgo de amortización anticipada de los préstamos hipotecarios lleva años sin resultar atractivo, relativamente, dicho aspecto también está empezando a mostrarse más interesante. Continuaremos siguiéndolo de cerca y, si percibimos un punto de entrada adecuado, puede que participemos”, explica.
En su opinión, uno de los atractivos del mercado de bonos de titulización hipotecaria es que brinda ámbitos de oportunidad muy diferentes. “Algunas de esas oportunidades actuales giran en torno a préstamos hipotecarios que fueron improductivos, que se han modificado o que vuelven a resultar productivos. Se han producido avances interesantes en este ámbito y los mercados de valores se están utilizando para financiar esas carteras. También detectamos oportunidades interesantes en la financiación de agencia de grandes edificios de viviendas. La demanda de alquiler se ha mostrado sólida y creemos que proseguirá esa evolución”, concluye Singleterry.
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