Los mercados de deuda están viviendo un momento “extraordinario”. Algo que explica que Paul Read, co-responsable de Renta Fija de Invesco, declare abiertamente su actual preferencia por la renta variable. En un reciente evento con periodistas europeos en sus oficinas de Henley, un pueblo al lado de Londres, el experto hizo gala de honestidad y dejó claro que en el futuro y ante sus altas valoraciones, la deuda ofrecerá menos retornos que en los últimos años, por lo que defendió la necesidad de “gestionar las expectativas de los clientes”.
“Hemos ganado más de lo que esperaba pero sigo diciendo lo mismo porque la situación es seria: es un gran momento para ser acreedor, tesorero de una compañía, ministro de Finanzas o para ser Alemania pero un momento muy complicado para ser gestor”. Porque existe una gran demanda de income (ante las bajas rentabilidades de los depósitos y la deuda pública) y las entradas de capital en los departamentos de renta fija suponen un gran reto para los profesionales, que cada vez tienen menos opciones atractivas en el activo.
¿Las razones? Las bajas rentabilidades que ofrece la deuda europea (con los bonos de unos 8 gobiernos con curva negativa -entre ellos Alemania, que incluso ha emitido deuda a cinco años con rentabilidad negativa, o con la deuda portuguesa pagando menos que la estadounidense-) y las emisiones empresariales en el mercado primario a unos porcentajes “nunca soñados”; y todo ello en un escenario de inflación baja o negativa. “Todos los días veo nuevas emisiones con cupones de entre el 1,5% y el 2,5%, niveles a los que jamás hubiesen soñado financiarse las empresas. Hemos visto incluso las primeras emisiones de compañías con cupón al 0%”, afirma. Por eso advierte: “Estamos tomando prestado retornos del futuro; matemáticamente no podemos ganar lo que ganamos el año pasado”, en activos como el crédito con grado de inversión o de alta rentabilidad.
En su opinión, la actual situación “ha de ser buena para la renta variable”, sobre todo para las grandes empresas europeas que pueden financiarse en niveles del 1%-2% para realizar inversiones, generar empleo y crecimiento… “y quizá en unos años la economía mejore y se normalicen los tipos de interés pero eso llevará tiempo y será un proceso largo”. Por eso, prevé un mercado de deuda “caro durante los próximos años”, en un entorno en el que el QE europeo acaba de empezar. “No veo que los tipos vayan a subir rápidamente: podríamos estar bastante tiempo sin ver fluctuación porque, aunque las cosas mejoran, persisten realidades como la baja inflación y los bajos niveles de empleo o la incertidumbre política”, asegura.
Apuesta por la renta variable… y la liquidez
Esta situación explica que en el fondo de income que gestiona (Invesco Pan European High Income) haya elevado la exposición a acciones al 22%: “En Europa la rentabilidad por dividendo es mayor que la obtenida en el crédito con grado de inversión y casi equivalente a la del high yield, y además en nombres con mejores balances”, dice.
Dentro de la renta fija, su estrategia se basa en apuestas de valor relativo en crédito, la deuda bancaria subordinada (aunque también ha vivido un rally en los últimos años y en agregado está reduciendo exposición), instrumentos híbridos, high yield de forma selectiva, bonos a bajos precios que “encontramos de vez en cuando, como Tesco tras su corrección”, deuda de empresas estadounidenses de buena calidad (valores como Novartis, Johnson & Johnson o Apple –que ofrezcan en torno al 4% de yield y siempre cubriendo la divisa-)… y mucha liquidez en las carteras.
Actualmente tiene cerca de 3.000 millones de euros en liquidez, para cubrirse ante potenciales futuros momentos de volatilidad (“hemos estado cerca en ocasiones, como con el referéndum en Escocia o las elecciones en Grecia, problema que aún no ha terminado”, dice). “Cuando esa volatilidad llegue y la liquidez sea escasa, nos beneficiaremos; es una liquidez que aunque nos penalice a corto plazo servirá para tener una ventaja a largo plazo”. En general, han aumentado la calidad de su cartera y añadido diversificación y liquidez.
¿Cerrar los fondos a nuevos flujos?
Ante este complicado contexto para la gestión del activo, Read reconoce que se ha planteado cerrar sus fondos porque “no me pagan por el crecimiento de activos sino por la rentabilidad obtenida”. Pero, en un mundo donde no hay muchas opciones para los inversores, “queremos ser un buena elección, tenemos responsabilidad de ser una fuente de income y proporcionar liquidez a los clientes”.
Eso sí, gestionando sus expectativas. “Hemos ganado más en lo que va de año de lo que esperaba el año pasado y es posible que sigamos ganando dinero pero matemáticamente los retornos han de bajar”. Por eso, si a principios de 2015 calculaba retornos de entre el 2% y el 3% para todo este año en su fondo de crédito europeo (Invesco Euro Corporate Bond), ante las ganancias del 2% en lo que va de año ahora calcula que su rentabilidad podría ser del 3%-4% en 2015; pero, dependiendo del timming de entrada, con margen de retornos negativos en algunos momentos debido a la volatilidad. En el fondo de income, que ya acumula un 6% de revalorización, espera un 9%-10% este año.
Un negocio en crecimiento
El equipo de renta fija de Invesco en Henley gestiona unos 42.000 millones de dólares y ha ido extendiendo su negocio: si históricamente ha sido un negocio centrado en el cliente retail de Reino Unido, en los últimos siete u ocho años ha desarrollado el negocio en toda Europa. “Hemos visto grandes flujos de los clientes europeos”, explica Read, que recibió unos 8.000 millones en nuevas suscripciones el año pasado y en lo que va de año ya acumula cerca de 1.500 millones en nuevos flujos.