Para 2018, la Eurozona gana velocidad en su crecimiento y adelanta a Estados Unidos. Esta es una de las principales conclusiones del Informe de Estrategia Perspectivas 2018-2019 elaborado por Bankinter, que prevé que el ciclo expansivo en esta región se fortalezca.
“La reducción del desempleo, las mejoras en la demanda interna y los altos niveles de confianza llevan a nuevas revisiones al alza del PIB (2,4% en 2017 y 2,3% en 2018). Sin embargo, la inflación (subyacente 0,9%) se mantiene muy alejada del objetivo del BCE (inferior pero cercano al 2%) y la fortaleza del euro (12% vs dólar en el año) abre un nuevo factor de riesgo sobre la recuperación de precios”, apunta el informe.
Igualmente optimista se muestra Bankinter respecto al crecimiento global y continúa defendiendo que “aún nos encontramos en la primera parte de un ciclo expansivo global que se encuentra en fase de maduración y consolidación”. Un crecimiento que considera es homogéneo por áreas geográficas, pero no es asimétrico; lo hace que haya áreas que quedan descolgadas.
Brasil y Reino Unido son los casos más importantes, que quedan, según el informe, “en una situación cuestionable”. “Brasil porque no ha realizado las reformas necesarias y, aunque su PIB se haya recuperado hasta el entorno de 2%, esta mejora resulta insuficiente para los estándares de una economía emergente. Y Reino Unido enfrenta el grave problema del Brexit, que subsiste a pesar del acuerdo preliminar firmado con la UE a mediados de diciembre 2017”, explica el informe.
Con todo este análisis de fondo, la entidad considera que las bolsas son el activo más atractivo. “Creemos que esto no cambiará en 2018. El principal riesgo es quedarse fuera de bolsas, a pesar de todas las dudas que uno pueda tener y de los riesgos aún vivos, que efectivamente existen”, advierte el documento.
Previsión para España
Respecto a España, la entidad remarca que la incertidumbre política en España tenderá a diluirse lentamente en los próximos trimestres, pero no sin coste. Por este motivo, Bankinter revisó a la baja sus estimaciones sobre el PIB español ya en noviembre de 2017, rebajándolo de un 3,2% a un 3,1% y pasando de un 2,8% a un 2,5% para este 2018. El informe indica que, en 2018, se vivirá una desaceleración que se puede acentuar por los efectos de las tensiones en Cataluña.
“Los plazos más cortos de financiación de la deuda española se realizan ocasionalmente, no siempre, a TIR de mercado iguales o incluso algo más elevadas que sus equivalentes italianas (aunque ambas estén en negativo), pero claramente inferiores a partir del plazo a cinco años. Este es el indicador más efectivo para medir el coste de una incertidumbre política que creemos se diluirá a lo largo de los próximos trimestres”, señala el informe. Según sus cálculos, estiman un escenario en 2018 con un Ibex a un precio objetivo de 11.751 puntos.
Pese a esta desaceleración en el ritmo de crecimiento, la entidad es optimista y considera que el país continúa inmerso en un fase de crecimiento que podría ser prolongada. “Se va recuperando el empleo, el mercado inmobiliario sigue fortaleciéndose, la economía presenta capacidad de financiación, el crédito fluye y las finanzas públicas se van encarrilando. En este entorno, que cuenta además con el empuje de la situación exterior, el factor político se ha convertido en el principal escollo. No obstante, pensamos que no tendrá un desenlace destructivo por lo que su impacto se irá diluyendo con el tiempo”, argumenta en sus páginas el citado documento.
Estrategias de inversión
Según destaca la entidad en su informe, ante este contexto global y regional, su filosofía de inversión para 2018 sigue siendo el mismo: apostar por una estrategia pro-bolsas. Sin embargo, advierte de que “las primeras semanas de 2018 pueden estar muy condicionadas por el cierre de 2017. En la medida que mayores sean las subidas de las últimas semanas de 2017, así tendrán que consolidar los índices las primeras semanas de 2018”.
Por ello defiende que hay que tener cuidado con quedar fuera de las bolsas o estar infraponderados, porque “puede pasar factura”. En su opinión, “pocas veces se ha dado una coincidencia de circunstancias tan favorable, a pesar de los riesgos. Todavía podemos aprovechar el momento. Las bolsas valen más, los bonos aguantan y el inmobiliario aún ofrece recorrido, de manera que sólo introducimos ajustes finos en la estrategia de inversión que hemos venido desarrollando y transmitiendo durante los últimos tres años, con particular insistencia y determinación en los últimos trimestres”.
Entre las ideas de inversión que tiene para 2018 destacan: moverse desde compañías de dividendo hacia bancos, pero sin abandonar las primeras, incorporar small caps americanas a las carteras; favorecer bonos soberanos periféricos europeos frente al resto de bonos y no olvidar una dosis prudente de emergentes, según el grado de tolerancia al riesgo de cada perfil inversor.