La tecnología es a menudo considerada como el mesías que nos librará de nuestros pecados, nos redima y nos sitúe en el camino hacia la utopía, dice un artículo de GreenBiz, publicado originalmente en Ensia website-David Doody es el editor principal de la web ENSIA-.
Pero luego están las visiones distópicas, aquellas donde el futuro está dominado por la tecnología que nos somete, o nos socava completamente nuestra humanidad hasta convertirnos en un montón de “gadgets”.
Sea cual sea su punto de vista, no se puede negar que la tecnología ha facilitado la calidad de vida a miles de millones de personas, y también ha tenido efectos secundarios desafortunados. En su libro «El Recurso Infinito», el experto en tecnología Ramez Naam sostiene que la “revolución verde” fue beneficiosa a pesar de que creara problemas que aún hoy nos aquejan.
«Como suele ocurrir», escribe, «las soluciones a un problema han creado nuevos problemas. Si no se hubiesen impulsado los rendimientos de las cosechas a través de la revolución verde, habríamos tenido miles de millones de muertes por hambre, o nos habríamos visto obligados a talar la mitad de los bosques restantes para alimentar a la población mundial. Cualquiera hubiese sido peor que los efectos secundarios que enfrentamos ahora».
Existen un gran número de retos medioambientales por resolver –la mayoría subproductos de otros problemas- pero parece como si siempre estuviésemos en busca del próximo gran asunto para resolver. Pero ¿y si nos tomamos un respiro en la búsqueda de ese siguiente gran asunto a resolver y nos enfocamos en mejorar el último gran asunto en nuestras manos? ¿Podemos disponer ya de lo que necesitamos para resolver nuestros grandes problemas medioambientales?
A continuación exponemos solo una muestra de las tecnologías existentes que, si se ampliasen, podrían ser capaces de resolver algunos de nuestros problemas globales más urgentes.
Baterías orgánicas
El almacenamiento de energía es una de los temas que dan la espalda a las renovables. La tecnología de las baterías convencionales son ya capaces, pero su coste es un obstáculo enorme. Aun así, financiada con fondos del Departamento de Energía de los EE.UU, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Energía está cerca de llegar a obtener una batería de flujo orgánico en la que trabajan investigadores de Harvard. Debido a que las baterías de flujo usan tanques externos en lugar de integrar todos los componentes dentro de una caja de la batería, son capaces de almacenar grandes cantidades de energía en comparación con las baterías convencionales. Los metales utilizados dentro de ellas, sin embargo, han tenido un coste prohibitivo. La batería de Harvard utiliza moléculas orgánicas, reduciendo drásticamente el coste.
Carbono para consumo
Claro, podemos coger el carbono y meterlo bajo tierra, pero ¿por qué no transformarlo en algo más – como bicarbonato sódico o sillas – y venderlo? Marc Gunther, autor de «Suck It Up: Cómo capturar carbono del aire puede ayudar a resolver la crisis climática», apunta a Carbon Engineering y Global Thermostat como empresas prometedoras en el negocio de la captura de carbono. Una vez capturado a través de las tecnologías de estas empresas, el carbono puede ser utilizado en la producción industrial o comercial, para producir combustibles bajos en carbono o para otras aplicaciones.
Mientras tanto, Skyonic Corporación está construyendo una planta comercial de captura de CO2 programada para comenzar a operar este año. Una vez en funcionamiento la compañía espera reducir 300.000 toneladas de emisiones de CO2 al año a través de una combinación de captura directa de una planta de cemento y las compensaciones de los productos comerciales que creará, como el bicarbonato de sodio.
Por otra parte, una idea original de los estudiantes de las Universidades de Princeton y Northwestern allá por 2003, se ha convertido, una década después, en una tecnología que captura carbono y lo convierte en un material conocido como AirCarbon que se puede utilizar para fabricar productos de carbono negativo (que no solo no producen impacto medio ambiental sino que absorbe el dióxido de carbono), como las carcasas del teléfono y sillas.
Innovaciones nucleares
La tecnología de generación de energía nuclear tiene el potencial de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero en lugar de atacar los enfoques convencionales, muy controvertidos, ¿por qué no movilizar las tecnologías para abordar las preocupaciones actuales que producen los reactores, tales como fusiones y residuos? Algunas soluciones provienen de la compañía de diseño de reactores nucleares Transatomic. Su reactor de sales fundidas de eliminación de residuos (WAMSR por sus siglas en inglés) y los reactores onda progresiva que respalda Bill Gates (TWR), están diseñados para utilizar subproductos de la producción de energía nuclear convencional como combustible. En el caso de la WAMSR, significa el uso de combustible nuclear gastado que se destina a almacenamiento. Los TWR pueden usar uranio empobrecido, en lugar de dejar que sea almacenado y usado en otras aplicaciones, tales como municiones. Ambos también utilizan tecnologías destinadas a evitar colapsos como el que se vio en la planta de Fukushima en Daiichi, en Japón.
La protección de la raíz del árbol
Cuando se trata de plantar árboles urbanos, «tenemos una obsesión con el recuento base», dice Peter MacDonagh, director de Diseño y Ciencia de la firma de arquitectura paisajista Kestrel Design Group. En lugar de plantar un millón de árboles, dice MacDonagh, nos iría mejor plantar menos árboles pero en las condiciones apropiadas del suelo. «El promedio de vida de los árboles en las ciudades de Estados Unidos está en menos de 20 años. No llega a alcanzar el tamaño suficiente para proporcionar los servicios medioambientales que esperamos de ellos,» añade.
MacDonagh ha creado una tecnología llamada “Silva Cells”, esencialmente es un sistema de postes y vigas que lleva la carga de las infraestructuras urbanas desde la zona de las raíces de los árboles al ”suelo más profundo”. Esto significa que el suelo en el que crecen los árboles queda menos compacto, dejando que las raíces crezcan mejor, permitiendo que los árboles vivan lo suficiente para crear un tupido bosque urbano que ayude a reducir el escurrimiento de las aguas pluviales, aumentar la eficiencia energética en los edificios cercanos y absorber los contaminantes del aire.
Soluciones en torno al GPS
El seguimiento de animales para la investigación de la vida salvaje nos traslada al pasado con John James Audubon, quien ató una cuerda alrededor de la pata de un ave para ver si volvía en la siguiente estación, dice Jonathan Hoekstra, director científico de la World Wildlife Fund. Los sistemas de seguimiento han recorrido un largo camino desde entonces, facilitando ir más allá de la recolección de datos para utilizarlos en la resolución de problemas. La organización Save the Elephants usa su propio software con Google Earth para seguir elefantes en tiempo real. Los datos se utilizan para; a) crear corredores migratorios basados en los movimientos de los animales; y b) establecer lo qué Hoekstra define como una «cerca virtual», donde los agentes de la reserva serán informados de si los elefantes se acercan demasiado a ciertas áreas, como las tierras de cultivo, y poder ahuyentarlos. Ambos están pensados para minimizar el contacto con las comunidades locales y por lo tanto el conflicto entre humanos y elefantes.
Mientras tanto, los investigadores de la Universidad de Drexel están utilizando el GPS para realizar un seguimiento de las tortugas laúd –una de las especies más amenazadas del mundo- en el Océano Pacífico, con la esperanza de reducir la muerte no intencional de las tortugas por la pesca comercial. Conociendo la ubicación de las tortugas, los buques de pesca pueden ser capaces de ajustar su dirección para evitarlos.
Sobrevolando los campos
Con la capacidad de hacer trabajos que, por lo general, requieren mucho tiempo y la máxima atención humana, los drones (aviones no tripulados) tienen el potencial de aportar grandes beneficios medioambientales. Volando rápidamente sobre reservas de vida salvaje, haciendo recuento de los animales y descubriendo a los cazadores furtivos, los drones están ayudando a los conservacionistas a proteger las especies en peligro en todo el mundo.
Igualmente, los drones de vigilancia de cultivos podrían facilitar una disminución sustancial de los insumos agrícolas, como el agua y los fertilizantes.
Mejores mapas
Es difícil encontrar a alguien que trabaje en el campo de la conservación estos días que no utilice el motor de Google Earth. Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Maryland utilizaron imágenes de satélite recopiladas por Google y datos del Landsat para crear un mapa global que detalle el cambio forestal hasta el nivel local. Lo que hubiera llevado a una computadora 15 años se redujo a tan sólo unos días por la computación en la nube a través del motor Google Earth.
La tecnología de la naturaleza
Como demuestra la ciencia del biomimetismo, tecnologías y diseños procedentes de la naturaleza son la mayoría de las veces muy superior a la nuestra. Sin embargo, en lugar de ser ampliadas, la naturaleza está avisando a medida que más tierra es utilizada para fines humanos. Importantes discusiones que se llevan a cabo sobre la protección y recreación de sistemas tales como los humedales, los criaderos de ostras y los manglares como amortiguadores naturales contra las tormentas es una señal de que los principios y las prácticas de ingeniería de la naturaleza, finalmente están siendo reconocidos por su utilidad, no sólo por su belleza.
Crowdsourcing
Las pequeñas computadoras conectadas en nuestros bolsillos ofrecen un enorme potencial de conservación. Ya sea para la compilación de datos sobre especies raras, como viene haciendo el Departamento de Parques y Vida Salvaje de Texas, EE.UU, usando iNaturalist; la lucha contra la pesca ilegal y la contaminación a través del proyecto Fishnet del Centro de Soluciones para el Océano; o ayudando a los científicos en la investigación sobre clima y hábitat a través Zooniverse, la capacidad de recopilar y analizar cantidades masivas de datos por personas de todo el mundo se está convirtiendo rápidamente en un aspecto determinante de nuestro tiempo. Hoekstra, del Fondo Mundial para la Vida Salvaje, llama “Ojos del Bosque” – a un proyecto de WWF y otras dos organizaciones medio ambientales que permite a los ciudadanos informar de actividades forestales como la tala ilegal en Sumatra – «un gran ejemplo de cómo utilizar la tecnología para dar a las personas más poder para ayudar a la protección del medio ambiente».